domingo, 30 de junio de 2019

CIRC MONÒTON

Imagen FB de Pere Bessó





CIRC MONÒTON




Nadie puede impedir que el circo se agrande en el silencio
Ni las campanas de los astros muertos
Vicente Huidobro




Ningú a les fosques no veu els llits bruts com a consciències que entreobri la vigília. Ningú des de l’escletxa d’una campana no és capaç de veure els muts terrats de les òlibes. Un acaba detingut, en el xiscle monòton del silenci com eixos circs que vetlen les randes del riure més enllà del pols inventat dels morts. Ningú no pot tremolar darrere de la riallada de les esfinxs, ni volar en la guatla de l’ombra. Ací un sempre busca el nahual enmig de tants matossars
secs.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





CIRCO MONOCORDE




Nadie puede impedir que el circo se agrande en el silencio
Ni las campanas de los astros muertos
Vicente Huidobro




Nadie a oscuras ve las camas sucias como conciencias que entreabre la vigilia. Nadie desde la rendija de una campana es capaz de ver las mudas azoteas de las lechuzas. Uno acaba detenido, en el chilío monocorde del silencio como esos circos que velan los encajes de la risa más allá del pulso inventado de los muertos. Nadie puede temblar detrás de la carcajada de las esfinges, ni volar en la codorniz de la sombra. Aquí uno siempre busca al nahual en medio de tantos chiriviscos.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

sábado, 29 de junio de 2019

PULSACIÓ D’OCELLS CECS

Imagen FB de Pere Bessó






PULSACIÓ D’OCELLS CECS




Razón del día no es razón de la noche
Cada tiempo tiene insinuación distinta
Vicente Huidobro




Ja només en mirar-te als ulls creixen les solapes del corc:
en les cintes gastades de les sabates,
s’amaguen glopets de boirina i andanes porgades.
Palpe la finestra de l’espill i aquestes petites escletxes del cos
que no cobreix la roba. I les alteritats que pacten amb la mort.
Busque en les tenalles de la insinuació, la saba àcida de les pors
i l’ombra d’agonia de les agulles de cap. O de l’escalpel.
Cadascú té les seues raons per a la vetla,
el càncer sord del temps,
destrava la soga fúnebre dels costats.
Les nits polsen ocells cecs, escanyen escales,
malbaraten el paladar. I el brunzir dels aquaris.
El segueix el dia en algun lloc on les parets es pinten
de solituds i els esquinçalls de pols són inevitables.
Un captaire compta les monedes que li esguiten els ulls;
a ‘altra banda del carrer, aquestes monedes prostituïdes alleugen
la fam dels que viuen en la foscor.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





PULSACIÓN DE PÁJAROS CIEGOS




Razón del día no es razón de la noche
Cada tiempo tiene insinuación distinta
Vicente Huidobro




Ya al sólo mirarte a los ojos crecen las solapas de la carcoma:
en las cintas gastadas de los zapatos,
se esconden puchitos de neblina y purgados andenes.
Palpo la ventana del espejo y esas pequeñas rendijas del cuerpo
que no cubre la ropa. Y las otredades que pactan con la muerte.
Busco en las tenazas de la insinuación, la savia ácida de los miedos
y la sombra de agonía de los alfileres. O del escalpelo.
Cada quien tiene sus razones para la vigilia,
el cáncer sordo del tiempo,
destraba la soga fúnebre de los costados.
Las noches pulsan ciegos pájaros, estrangulan escaleras,
destruyen el paladar. Y el zumbido de los acuarios.
Le sigue el día en algún sitio donde las paredes se pintan
de soledades y los jirones de polvo son inevitables.
Un mendigo cuenta las monedas que le salpican los ojos;
al otro lado de la calle, esas monedas prostituidas alivian
el hambre de quienes viven en la oscuridad.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

viernes, 28 de junio de 2019

DE LA TERRA AL CEL

Imagen FB de Pere Bessó





DE LA TERRA AL CEL




Cuando el cielo trae de la mano una tempestad
Pasa el paladar en eléctricas corrientes
Vicente Huidobro




De la terra al cel, les golfes embogides de les tempestes, la destral, els satèlits, les misèries amb les seues novetats de festa rosa, el repunt ja immune de les llàgrimes. Des de sempre els ossos menjats pels ulls i una miqueta de llimonada damunt de les flassades. El paladar de les finestres llepa la brisa aixafada en el cos. Mentre fem un balanç de les ombres que destil·len els carrers, descobrim els trossets de follia en un pouet de crits. Al final, sabem que som habitants de femers i que hi és una altra la història.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





DE LA TIERRA AL CIELO




Cuando el cielo trae de la mano una tempestad
Pasa el paladar en eléctricas corrientes
Vicente Huidobro




De la tierra al cielo, el desván enloquecido de las tempestades, el hacha, los satélites, las miserias con sus novedades de fiesta rosa, el pespunte ya inmune de las lágrimas. Desde siempre los huesos comidos por los ojos y un poquito de limonada sobre las cobijas. El paladar de las ventanas lame la brisa aplastada en el cuerpo. Mientras hacemos un balance de las sombras que destilan las calles, descubrimos los pedacitos de locura en un pocillo de gritos. Sabemos, al final, que somos habitantes de muladares y que ahí, es otra la historia.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

ESCÒRIA DE L’ENTRANYA

Imagen FB de Pere Bessó





ESCÒRIA DE L’ENTRANYA




Estoy preso y arrastro mis propios grillos
Los astros que trago crujen en mis entrañas
Vicente Huidobro




Dels grills ens queda l’escòria que els ulls deslliguen.
El desempar inunda d’aigües salades la soledat condensada
en l’ara. Ací la mirada dolceta dels cantons constipats,
els condons de la nit aspirant afectes, l’ensopegada
d’uns pits quadrats en el fred despentinat dels minuts.
En aquest dolor que ens emmordassa,
morim escopint la grogor de les tardors.
Són fredes les paraules quan cruixen en la pel·lícula d’una llàgrima,
o en el colp de desdeny de vells armaris.
Des de sempre arrosseguem aquesta porta d’impossibles
fins que el somni es torna malson.
Ens fereix, és clar, aquest món de contratemps malànima.
Al final, som si es vol,
una braga en desús, una fotografia, tot just afonada en el desvetlament.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





ESCORIA DE LA ENTRAÑA




Estoy preso y arrastro mis propios grillos
Los astros que trago crujen en mis entrañas
Vicente Huidobro




De los grillos nos queda la escoria que los ojos desatan.
El desamparo inunda de aguas saladas la soledad condensada
en el ahora. Aquí la mirada dulzona de las esquinas constipadas,
los condones de la noche aspirando a afectos, el traspiés
de unos senos cuadrados en el frío despeinado de los minutos.
En este dolor que nos amordaza,
morimos escupiendo la amarillez de los otoños.
Son frías las palabras cuando crujen en la película de una lágrima,
o en el golpe de desdén de viejos armarios.
Desde siempre arrastramos esa puerta de imposibles
hasta que el sueño se convierte en pesadilla.
Nos hiere, claro, este mundo de contratiempos desalmados.
Al final, somos si se quiere,
una braga en desuso, una fotografía, apenas, hundida en el desvelo.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

miércoles, 26 de junio de 2019

CALAMITATS

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CALAMITATS




No sabes que hay asesinos en todos los caminos?
…oigo la risa de los muertos debajo de la tierra
Vicente Huidobro




La vida se’ns va enmig d’una falsa alegria de boques. Entre aquests buits que deixen els camins, el riure inenarrable, apenas percebuda per la memòria: hi ha morts ací, a l’ensems de la felicitat, cossos al mateix temps abatuts, bisturís i revòlvers enfangats d’odi, no menys atroços que el dubte i la desconfiança. (En la veu de terra de les meues calamitats, els dictats de l’atzar i el seu llapis malparat d’història. L’infern té el seu propi abric en aquests genolls de l’equívoc.) En la nit de diàspora les paraules celebren els morts amb aquest mal de fons dels astres.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





CALAMIDADES




No sabes que hay asesinos en todos los caminos?
…oigo la risa de los muertos debajo de la tierra
Vicente Huidobro




La vida se nos va en medio de una falsa alegría de bocas. Entre esos vacíos que dejan los caminos, la risa inenarrable, apenas percibida por la memoria: hay muertos aquí, a la par de la felicidad, cuerpos al mismo tiempo abatidos, bisturís y revólveres embarrados de odio, no menos atroces que la duda y la desconfianza. (En la voz de tierra de mis calamidades, los dictados del azar y su lápiz maltrecho de historia. El infierno tiene su propio abrigo en estas rodillas del equívoco.) En la noche de diáspora las palabras celebran a los muertos con ese dolor de fondo de los astros.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

martes, 25 de junio de 2019

EBRIESA DE SET

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EBRIESA DE SET




¿Adónde lleva, dime, esa escalera que sale de tus ojos
y se pierde en el aire?
¿Sabes tú que mi destino es andar?
Vicente Huidobro




S’inclina l’ull a sobre la pedra de la vesprada que es perd
en el desvari del parpelleig. No hi ha horitzó més enllà del vertigen.
Sobre les urgències remotes de l’avidesa,
hi ha un afany despietat que esguita el destí.
El camí errat no és pluja generosa, sinó nuesa inabastable,
terra mústiga, suspesa en el pit. Tempesta amuntegada.
A l’escala de cendra oferida, els teus ulls confusos,
com un peu a la vora de la sospita. Un quadern sense cal·ligrafia.
Tot just puc veure el gemec que ens respira
i el cel que crema quan camine. Veig la frontissa de set lívida.
Fuig de la veu que se m’extingeix, mentre aguaite el dol.
Fuig de l’esguard bullent que irromp als meus costats.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




EMBRIAGUEZ DE SED




¿Adónde lleva, dime, esa escalera que sale de tus ojos
y se pierde en el aire?
¿Sabes tú que mi destino es andar?
Vicente Huidobro




Se inclina el ojo sobre la piedra de la tarde que se pierde
en el desvarío del parpadeo. No hay horizonte más allá del vértigo.
Sobre las urgencias remotas de la avidez,
existe un afán despiadado que salpica al destino.
El extravío no es lluvia generosa, sino desnudez inasible,
tierra mustia, suspendida en el pecho. Tempestad hacinada.
En la escalera de ceniza ofrecida, tus ojos confusos,
como un pie al borde de la sospecha. Un cuaderno sin caligrafía.
Apenas puedo ver el gemido que nos respira
y el cielo que arde cuando ando. Veo el gozne de sed amoratado.
Huyo de la voz que se me extingue, mientras avizoro el luto.
Huyo de la mirada hirviente que irrumpe en mis costados.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

lunes, 24 de junio de 2019

NIT EN MARXA

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NIT EN MARXA




La noche llora en su retiro completamente abandonada.
La noche que te auscultaba el corazón.
Vicente Huidobro




La nit total ens abraça en la seua marxa: la foscor, trencada, ens abasta amb els seus llargs dits de rovell i besllums coagulats. La llum deixa els seus abismes en el cos i ací es fan visibles les esquerdes del dia. Sent l’embriaguesa del tall damunt dels muscles, gemeguen o cruixen els ocells en la seua condició d’amants febrils? Hui s’apaga el mar en la fatiga o el tedi d’aquesta ferida d’ombra en el subsòl. Sorda la mirada que ens duu cap a tot el que fa mal: a vegades callem per a morir en pau, lluny d’aquell foc begut.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





NOCHE EN MARCHA




La noche llora en su retiro completamente abandonada.
La noche que te auscultaba el corazón.
Vicente Huidobro




La noche total nos abraza en su marcha: la oscuridad, rota, nos alcanza con sus largos dedos de herrumbre y destellos coagulados. La luz deja sus abismos en el cuerpo y ahí se hacen visibles las grietas del día. Siento la embriaguez del filo encima de los hombros, ¿gimen o crujen los pájaros en su condición de amantes febriles? Hoy se apaga el mar en la fatiga o el hastío, de esta herida de sombra en el subsuelo. Sorda la mirada que nos lleva hacia todo lo que duele: a veces callamos para morir en paz, lejos de aquel fuego bebido.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

domingo, 23 de junio de 2019

FERIDA DEL CRIT

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FERIDA DEL CRIT




Se abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el invierno
Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme herida
…un grito de antesala
Vicente Huidobro




El cor tot just en el badall del món. Dur gris l’aigua del ponent. Trist l’ull damunt de la terra trista. De quin talismà de cendra empeny els matossars finits? Només veig els altaveus de la nit amb els seus bordells romasos en l’espill de les meues petiteses. —Digues-me que no hi ha absurds en el cor, ni brutes andanes, ni roses prohibides cremant en la foscor. Procure caminar despullat d’antifaços: només vull caminar, encara que la ferida en el costat continue oberta com una veu que flueix dessota la piel. Tot és caminar dia a dia en el desengany, potser l’única certesa en els signes del temps.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





HERIDA DEL GRITO




Se abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el invierno
Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme herida
…un grito de antesala
Vicente Huidobro




El corazón apenas en el bostezo del mundo. Duro gris el agua del poniente. Triste ojo sobre la tierra triste. ¿De qué talismán de ceniza empujo los matorrales fenecidos? Sólo veo los altavoces de la noche con sus burdeles quedados en el espejo de mis pequeñeces. —Dime que no hay absurdos en el corazón, ni sucios andenes, ni rosas prohibidas ardiendo en lo oscuro. Procuro andar despojado de antifaces: tan sólo quiero caminar, aunque la herida en el costado siga abierta como una voz que fluye debajo de la piel. Todo es caminar día a día en el desengaño, quizás la única certeza en los signos del tiempo.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

LLUM DESBORDADA

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LLUM DESBORDADA




El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir los barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Vicente Huidobro




En el fons, ens continuen mossegant els engonals i el solc
de desmesurada avidesa. I els colors de l’arc del cel.
Tremola al racons de la casa aquella pell que irromp
en la saliva: la nit s’endureix en el cos i plou
en el ofec de set del pit. I sura l’ocell en l’aigua.
La llum ens desborda. El cel ens toca mentre creua.
En ella, la intensitat de la mort que ens ve,
com si de boca en boca es feren les pors,
com si dels costats i el melic emergiren les blasfèmies.
En la desimboltura de porus, la pelussa desmesurada del morter gran,
la nit que desfulla el conclave dels vaixells.
Els infants de l’aire amb les seues ales s’enlairen
sobre la llum de la son.
Encara en un somriure, hi ha vaixells que ens sobreviuen
al bla resplendor l’esperança.
Darrere d’un somriure —ho sé ara— es desdibuixen els ulls
per a fer pas a l’alteritat, o a aquest xiuxeig del subsòl.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





LUZ DESBORDADA




El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir los barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Vicente Huidobro




En el fondo, nos siguen mordiendo las ingles y el surco
de desmesurada avidez. Y los colores del arco iris.
Tiembla en los rincones de la casa aquella piel que irrumpe
en la saliva: la noche se endurece en el cuerpo y llueve
en el ahogo de sed del pecho. Y flota el pájaro en el agua.
La luz nos desborda. El cielo nos toca mientras cruza.
En ella, la intensidad de la muerte que nos viene,
como si de boca en boca se hicieran los miedos,
como si de los costados y el ombligo emergieran las blasfemias.
En el desparpajo de poros, el ajuate desmedido de la piladera,
la noche que deshoja el cónclave de los barcos.
Los niños del aire con sus alas se empinan sobre la luz del sueño.
Todavía en una sonrisa, hay barcos que nos sobreviven
al blando resplandor la esperanza.
Tras una sonrisa —lo sé ahora— se desdibujan los ojos
para dar paso a la otredad, o a ese murmullo del subsuelo.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

viernes, 21 de junio de 2019

LLIÇONS APRESES


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LLIÇONS APRESES




Cuando alguien aprieta los pedales del viento
Y se presenta el huracán
El río corre como un perro azotado
Vicente Huidobro




He confiat al vent aquest viatge com qui vol agafar la vida
des del tamboret despentinat de la farsa de tots els dies.
Al coixí, l’ull del fred de la nit amb els seus pedals
de fosc vestit, alça els punys desmesurats.
Al costat del cos, l’única absolució possible és el gos
que em llepa les mans. Com el riu, el temps i el seu estrany discórrer
que despulla les meues pertinences. La decrepitud em fa lívid el cos.
En la punta de la branca de l’alé, la queixa que ens fa mal,
les ossades de la nit i la seua total destrucció.
De les lliçons apreses, els entrebancs que caminen en la meua boca.
I aquells fars que em teixiren les temples arran de la follia.
I aquell grapat de terra en l’olfacte, humit, verd i amuntegat
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




LECCIONES APRENDIDAS




Cuando alguien aprieta los pedales del viento
Y se presenta el huracán
El río corre como un perro azotado
Vicente Huidobro




He confiado al viento este viaje como quien quiere asir la vida
desde el taburete despeinado de la farsa de todos los días.
En la almohada, el ojo del frío de la noche con sus pedales
de oscuro traje, levanta sus puños desmedidos.
Junto al cuerpo, la única absolución posible es el perro
que lame mis manos. Como el río, el tiempo y su extraño discurrir
que despoja mis pertenencias. Lo decrépito amorata mi cuerpo.
En el extremo de la rama del aliento, la queja que nos duele,
las osamentas de la noche y su total destrucción.
De las lecciones aprendidas, los tropiezos que caminan en mi boca.
Y aquellos faros que tejieron mis sienes al pie de la locura.
Y aquel puñado de tierra en el olfato, húmedo, verde y agolpado.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

jueves, 20 de junio de 2019

INFÀNCIA

Imagen FB de Pere Bessó






INFÀNCIA




¿Has visto al niño que cantaba
Sentado en una lágrima
El niño que cantaba al lado de un suspiro
O de un ladrido de perro inconsolable?
Vicente Huidobro




Abans que no torne la següent nit, la veritat és que un recorda
el temps de les desobediències, (la màgia pura del riu)
els ambigus esplendors del cor,
l’arquitectura en grafit de certs somnis,
o aquelles aranyes penjant enmig de la pols de les parets,
algun absurd com el lladruc desesperat
i cavernós del gos inexorable.
Jo cantava els meus dies maldestres en el sobresalt de l’abecedari
de la malenconia. Era l’ocell laboriós al pit.
Encara en el forat d’alguna llàgrima,
és evident la infància amb la seua llum enfosquida.
Sí, aquell estel naixent enredat en la suor del cos.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





INFANCIA




¿Has visto al niño que cantaba
Sentado en una lágrima
El niño que cantaba al lado de un suspiro
O de un ladrido de perro inconsolable?
Vicente Huidobro




Antes que vuelva la siguiente noche, la verdad es que uno recuerda
el tiempo de las desobediencias, (la magia pura del río)
los ambiguos esplendores del corazón,
la arquitectura en grafito de ciertos sueños,
o aquellas arañas colgando en medio del polvo de las paredes,
algún absurdo como el ladrido desesperado
y cavernoso del perro inexorable.
Yo cantaba mis días torpes en el sobresalto del abecedario
de la melancolía. Era el pájaro laborioso en el pecho.
Todavía en el agujero de alguna lágrima,
es evidente la infancia con su luz anochecida.
Sí, aquel naciente lucero enredado en el sudor del cuerpo.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

miércoles, 19 de junio de 2019

PAISATGE DEL NO-RES

Imagen FB de Pere Bessó






PAISATGE DEL NO-RES




Nada es la vida
Sino un grito de antesala
Vicente Huidobro




A vegades en el pitjor de la pèrdua, un vil·là és l’avantsala del vol. Així ho diu la sang i la respiració de les bugaderies. Una gota de pluja és perdurable en el sens fi de la nuesa. Al final és la faula de sempre: la vida, un deliri de sinuositat que ens ofega a cada instant. Potser una llàgrima oberta a tants cementiris. Un bram que banyega les illades, una proclama de perruques enmig de la nit. A la vista d’un cec, el món en una gàbia, o una foscor de paradís anihilat, o un bagul de denses lentituds.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




PAISAJE DE LA NADA




Nada es la vida
Sino un grito de antesala
Vicente Huidobro




A veces en lo peor del extravío, un vilano es la antesala del vuelo. Así lo dice la sangre y la respiración de las lavanderías. Una gota de lluvia es perdurable en el sinfín de la desnudez. Al final es la fábula de siempre: la vida, un delirio de sinuosidad que nos ahoga a cada instante. Quizás una lágrima abierta a tantos cementerios. Un bramido que cornea los ijares, una proclama de pelucas en medio de la noche. A la vista de un ciego, el mundo en una jaula, o una oscuridad de paraíso aniquilado, o un baúl de densas lentitudes.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

martes, 18 de junio de 2019

GANGRENA DEL MIRATGE

Imagen FB de Pere Bessó





GANGRENA DEL MIRATGE




Hay muchas cosas que no han sido vistas
Nosotros mostramos apenas lo que reluce
Vicente Huidobro




Ens clavem damunt de l’esquelet de peix de l’absolut
i només veiem les escates de la vesprada cordant-se en allò lúgubre.
A vegades, tenim de solapa la boca dels grans afanys,
però darrere de les palpebres hi ha inconfessables diluvis,
la veu interna que calla la barbàrie.
Sorpresivament, es fan visibles els escarabats
del desig, els cossos esmorteïts, els monuments trencats,
l’amor encara que ocórrega en soledat.
La memòria ens resulta un al·licient quan s’ha aprés
a minvar la marxa (així es veu l’escalpel a la mortalla),
o a entendre l’inexorable d’alguns noms enterbolits
pel vendaval de les mentides. I el patíbul de la llengua.
Ací nosaltres enmig de tantes escenes decadents
i consignes programàtiques. Entre confuses misèries.
És estrany anar per carrers que un suposa que ja coneix,
per molt que les mateixes canvien de fesomia com els espills.
Aprenguí en la caducitat d’aquest món del desastre,
que la destrucció sempre és un espai inimaginable.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




GANGRENA DEL ESPEJISMO




Hay muchas cosas que no han sido vistas
Nosotros mostramos apenas lo que reluce
Vicente Huidobro




Nos hincamos sobre el esqueleto de pez del absoluto
y sólo vemos las escamas de la tarde abrocharse en lo lúgubre.
A veces, tenemos de solapa la boca de los grandes desvelos,
pero detrás de los párpados, hay inconfesables diluvios,
la voz interna que calla la barbarie.
Cuando menos uno lo espera, se hacen visibles los escarabajos
del deseo, los cuerpos desvaídos, los monumentos rotos,
el amor aun cuando se suceda en soledad.
La memoria nos resulta un aliciente cuando se ha aprendido
a mermar la marcha (así se ve el escalpelo en la mortaja),
o a entender lo inexorable de algunos nombres enturbiados
por el vendaval de los embustes. Y el patíbulo de la lengua.
Aquí nosotros en medio de tantas escenas decadentes
y consignas programáticas. Entre confusas miserias.
Es extraño caminar sobre calles que uno supone ya conoce,
aunque las mismas cambien de fisonomía como los espejos.
Aprendí en la caducidad de este mundo del desastre,
que la destrucción siempre es un espacio inimaginable.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga