martes, 14 de agosto de 2018

JA HE CAMINAT

©Fotografía Arturo Medina





JA HE CAMINAT




…soplo de sombra en noche cerrada
que es la imagen que de mí tengo…
José Moreno Villa




Ja he caminat prou malgrat tantes finestres mutilades: visc dissimulant les ombres, ombres marcides com la nit que crema en els dies amagats en la fullaraca.

Desafie el clown que es descolora en els albellons, dissimule els olors de l’hivern en les iliades i la set que ascendeix com una bèstia i la respiració líquida que taca els porus.

Tremolen els llumins en la entranya del peix, ací es momifiquen els murmuris de l’alambí: sent el pes de les migracions de la rosada i les ales en el confí de la cendra.

(De vegades només sent la gebrada del vent i els absurds que sagnen pertot arreu. Al voltant, els diluvis precipitats dels cràters corcats per les parpelles. I la veu estranya del tret en els ocells i la flassada amb distàncies que no em pertanyen.)

Enmig del brogir de tantes tapisseries, els tatuatges com ventalls en els meus somnis.

Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





YA HE CAMINADO




…soplo de sombra en noche cerrada
que es la imagen que de mí tengo…
José Moreno Villa




Ya he caminado lo suficiente pese a tantas ventanas mutiladas: vivo disimulando las sombras, sombras marchitas como la noche que arde en los días escondidos en la hojarasca.

Desafío al clown que se descolora en las alcantarillas, disimulo los olores del invierno en los ijares y la sed que asciende como una bestia y la respiración líquida que mancha los poros.

Tiemblan los fósforos en la entraña del pez, ahí se momifican los murmullos del alambique: siento el peso de las migraciones del rocío y las alas en el confín de la ceniza.

(A veces sólo escucho la escarcha del viento y los absurdos que sangran en cualquier parte. Alrededor, los diluvios precipitados de los cráteres carcomidos por los párpados. Y la voz extraña del disparo en los pájaros y la cobija con distancias que no me pertenecen.)

En medio del rugido de tantas tapicerías, los tatuajes como abanicos en mis sueños.

De “Poemas del descreimiento”, 2018.
©André Cruchaga
©Fotografía Arturo Medina