©Pintura de Wassily Kandinsky
TOT El MEU CLAM
Als muscles, l’ombra de tot el clam
que ens buida: silenci i ulls es confonen en el canelobre líquid de les algues.
Així comence a caminar sense puntuació ni tendresa, sense aquest riuet de la
teua pell que al seu contorn fecunda tremolors i mans. Al peu del bosc,
s’escolta tot: l’aspre, les paraules, el desgel groc penjat del pit, la tèbia
soledat invisible en la meua tardor i, de tant en tant, l’espera: un tren
inabastable m’espera en la distància, potser un arbre polsegós on es puga
llegir la cendra d’algun telegrama, o el nus d’un carrer entre gossos que
udolen a la fam.
.
Poema d’ ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE
BESSÓ
TODO MI CLAMOR
Sobre los hombros, la sombra de todo
el clamor que nos vacía: silencio y ojos se confunden en el candelabro líquido
de las algas. Así comienzo a caminar sin puntuación ni ternura, sin ese pequeño
río de tu piel que en su contorno fecunda temblores y manos. Al pie del bosque,
todo se escucha: lo áspero, las palabras, el deshielo amarillo colgado del
pecho, la tibia soledad invisible en mi otoño, y, de vez en cuando la espera:
un tren inabarcable me espera en la distancia, quizás un árbol polvoriento
donde se pueda leer la ceniza de algún telegrama, o el nudo de una calle entre
perros que le aúllan al hambre.
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Del libro: “Lejanías rotas”, 2020
©André Cruchaga
©Pintura de Wassily Kandinsky