Imagen FB de Pere Bessò
FOSCOR
DESPIETADA
Orb aquest temps que vivim saquejats per
nous estendards.
Orb el tumult de ganivets en la foscor.
Mire les diferents ombres que s’alcen com a herois
i les màscares escampades en la cendra i la casa sense ocells.
De genollons els dos ulls en les diferents partitures, el riu
de silenci convertit en música, (els esquelets que ens colpegen,
la meua vida, en aquesta primavera d’il·lustrats insectes).
Caminem llançats a les dents del sarcasme, el seu alfabet
pudent, ens mossega l’estómac i, potser, el repartiment de la poca
alegria que tenim: a poc a poc, ens estem quedant sense ales.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
Orb el tumult de ganivets en la foscor.
Mire les diferents ombres que s’alcen com a herois
i les màscares escampades en la cendra i la casa sense ocells.
De genollons els dos ulls en les diferents partitures, el riu
de silenci convertit en música, (els esquelets que ens colpegen,
la meua vida, en aquesta primavera d’il·lustrats insectes).
Caminem llançats a les dents del sarcasme, el seu alfabet
pudent, ens mossega l’estómac i, potser, el repartiment de la poca
alegria que tenim: a poc a poc, ens estem quedant sense ales.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
OSCURIDAD DESPIADADA
Ciego este tiempo que vivimos saqueado por
nuevos estandartes.
Ciego el tumulto de cuchillos en la oscuridad.
Miro las diferentes sombras que se yerguen como héroes
y las máscaras desparramadas en la ceniza y la casa sin pájaros.
De rodillas los dos ojos en las diferentes partituras, el río
de silencio convertido en música, (los esqueletos que nos golpean,
mi vida, en esta primavera de ilustrados insectos).
Caminamos arrojados a los dientes del sarcasmo, su alfabeto
fétido, nos muerde el estómago y, acaso, el reparto de la poca
alegría que tenemos: de a poco, nos vamos quedando sin alas.
.
Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
Ciego el tumulto de cuchillos en la oscuridad.
Miro las diferentes sombras que se yerguen como héroes
y las máscaras desparramadas en la ceniza y la casa sin pájaros.
De rodillas los dos ojos en las diferentes partituras, el río
de silencio convertido en música, (los esqueletos que nos golpean,
mi vida, en esta primavera de ilustrados insectos).
Caminamos arrojados a los dientes del sarcasmo, su alfabeto
fétido, nos muerde el estómago y, acaso, el reparto de la poca
alegría que tenemos: de a poco, nos vamos quedando sin alas.
.
Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
©André Cruchaga