viernes, 9 de abril de 2010

FOSCOR DEL FLORIT-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Ací hi ha flocadures de memòria als testos penjats de la paret.
Hi ha pors als malsons interminables de les finestres,
Laberints on creix la lava del silenci, —consciència de la pols
Garberada al galop dels ecos.
Les fotografíes es fan lleus en un got de saliva.
Autor: Zdzislaw Beksinski








FOSCOR DEL FLORIT
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó







The change thence to the sight here, and to the subtle air breathed by
beings like us who walk this sphere,
The change onward from ours to that of beings who walk other spheres.
WALT WHITMAN
THE WORLD BELOW THE BRINE








Ací hi ha flocadures de memòria als testos penjats de la paret.
Hi ha pors als malsons interminables de les finestres,
Laberints on creix la lava del silenci, —consciència de la pols
Garberada al galop dels ecos.
Les fotografíes es fan lleus en un got de saliva.
Toque el pantà i afone sense desmesura els meus dits.
En alguna pedrenyera cavalca el cel del florit, La collita dels ports
Gastats, el paquet de morts a la butxaca, el cometa
Que mai no tocaren els xiquets, llinda on xiula l’infinit.
Ací hi ha esbalaïment de llavis submergits, cavitat de mesos enfebrits.
Hi ha rovell en la fugida ossuda de les celles,
En aquests telons de ferro deshabitat.
En un moment pense en el meu País. El meu país és dolorós: allò que té
ho endureix la cendra, les fotos sèpia del buit, la mort com un riu
Crivellat, la pedra damunt de la taula.
Sovint és necessari netejar del tot la consciència, el sentit
Bestial del sutze, els ulls del crim als cellers dels ulls,
Aquest temps de profètica indiferència, per molt que s’invoque la llum,
la bona llum samaritana als carrers.
Molts riem o xiulem davant dels turistes; i llancem dolços damunt del
Destrellat dels miratges. —Hem de triar entre el buit
I l’oblit, entre ballar o badallar; o, deixar-se dur pel món
De les girafes. De tota manera es fa agra la llet de les cabres
I la fotosíntesi dels cabdells a les paneres del País.
Però fa igual al capdavall envellir en la nostàlgia, —descendir
A les fosques dents de la lascívia, comerciar amb la memòria,
Mossegar xiulits amb salsa de granit, llevar-li la raó als enigmes.
De sobte es veu el Paradís als teulats, el carrer de Crist al tinter
De l’escuma, la flauta dels borinots al voltant de la tassa de café,
Els ecologistes ofegats en el seu mateix fracàs,
L’hòstia romana insadollable als punyals, combregant entre grans
Ornaments. Al davant meu hi ha conspiracions i infàmies: el mateix
Plat de menja de l’angoixa, els mateixos plans de Seguretat Nacional,
El perbocament al caragol dels hangars,
Les entropessades dels curuls,
La vella avinguda obscena de les eugues castrades, les parets
Amb espectres de la tribu, el mal d’ull de la història a punt de no mirar.
En un moment pense en el meu País, —necessite antídots contra el crit.
Un crucifix per a restaurar els barris,
Un altre infern pera abastir l’eternitat de la sal,
Una compresa de té bord per al pit, una altra soledat desclavada
De mosques, una corda per a donar el salt mortal als rellotges.
Sovint pense en el meu País, aquest riure darrere de la malesa,
Aquesta lluïssor fosca del blanc i negre…
Baratària, 30.III.2010









OSCURIDAD DEL MOHO








The change thence to the sight here, and to the subtle air breathed by
beings like us who walk this sphere,
The change onward from ours to that of beings who walk other spheres.
WALT WHITMAN
THE WORLD BELOW THE BRINE







Hay aquí flecos de memoria en los tiestos colgados de la pared.
Hay miedos en las pesadillas interminables de las ventanas,
Laberintos donde crece la lava del silencio, —conciencia del polvo
Hacinado en el galope de los ecos.
Las fotografías se vuelven leves en un vaso de saliva.
Toco el pantano y hundo sin desmesura mis dedos.
En algún pedernal cabalga el cielo del moho, La cosecha de los puertos
Gastados, el paquete de muertos en el bolsillo, el cometa
Que nunca tocaron los niños, umbral donde silba el infinito.
Hay aquí pasmo de labios sumergidos, cavidad de meses enfebrecidos.
Hay herrumbre en la huida huesuda de las cejas,
En estos telones de hierro deshabitado.
En un momento pienso en mi País. Mi país es doloroso: lo que tiene
Lo endurece la ceniza, las fotos sepia del vacío, la muerte como un río
Acribillado, la piedra encima de la mesa.
A menudo es necesario limpiar completa la conciencia, el sentido
Bestial del hollín, los ojos del crimen en las bodegas de los ojos,
Este tiempo de profética indiferencia, por más que se invoque la luz,
La Buena luz samaritana en las calles.
Muchos reímos o silbamos frente a los turistas; y lanzamos dulces sobre
El sin sentido de los espejismos. —Uno tiene que escoger entre el vacío
Y el olvido, entre bailar o bostezar; o, dejarse llevar por el mundo
De las jirafas. De cualquier manera se torna agria la leche de las cabras
Y la fotosíntesis de los repollos en los canastos del País.
Pero da igual a fin de cuentas envejecer en la nostalgia, —descender
A los oscuros dientes de la lascivia, comerciar con la memoria,
Morder chufles con salsa de granito, quitarle la razón a los enigmas.
Uno de pronto ve el Paraíso en los tejados, la calle de Cristo en el tintero
De la espuma, las flauta de los moscardones alrededor de la taza de café,
Los ecologistas ahogados en su propio fracaso,
La hostia romana insaciable en los puñales, comulgando entre grandes
Ornamentos. Hay frente a mí, conspiraciones e infamias: el mismo
Plato de comida de la congoja, los mismos planes de Seguridad Nacional,
El vómito en el caracol de los hangares,
Los traspiés de los curules,
La vieja avenida obscena de las yeguas castradas, las paredes
Con espectros de la tribu, el mal de ojo de la historia a punto de no mirar.
En un momento pienso en mi País, —necesito antídotos contra el grito.
Un crucifijo para restaurar los barrios,
Otro infierno para alcanzar la eternidad de la sal,
Una compresa de epazote para el pecho, otra soledad desclavada
De moscas, una cuerda para darle el salto mortal a los relojes.
A menudo pienso en mi País, esta risa detrás de la maleza,
Este brillo oscuro del blanco y negro…
Barataria, 30.III.2010



____________________


Querido Cru:
Una vez más el sentimiento desolado de la visión de la Patria, que en este poema llamas País, aparece con todos tus condimentos ya celebrados. Algún día hablaremos sin prisas de cuánto hay de escritura automática y herencia del surrealismo y cuánto hay de expresionismo, tocado con las claves indigenistas (que no sólo se reducen al lenguaje*).
Ese día que espero que sea pronto, muy pronto, habremos de desvelar la lectura de los clásicos, los de acá, los de allí como otro de los elementos que informan, a no dudar, tu poesía. Y, claro es, la materia nutriente de los clásicos latinos por encima -o debajo- de todos ellos. Sin embargo, esto es -hede suponer a estas alturas- terreno común y sabido. Lo que no estará de más es reseñar las huellas y claves de tu oficio. El largo y ancho de tu retórica, del esquema incluso del poema como marco y encuadre para ubicar la escritura y la voz. A esto último me atreveré con un buen vaso de vino, contigo y frente a ti, solos o acompañados de buenos catadores -catadoras, también- de tu poesía. No lo dudes.
-----*Tu poesía, querido André, me lleva, en ocasiones, a la deriva del léxico indígena. Hoy por ejemplo, la "compresa de epazote" [para el dolor de pecho, garganta o estómago, ¿verdad?]. He debido buscar por mis diccionarios, enciclopedias y lexicones en no pocas ocasiones. Hoy lo tuve fácil, como primera entrada he sabido el origen de la voz náhuatl. Pero más cosas curiosas, esa voz significa "hierba del zorrillo", lo que me ha llevado a recordar tratamientos de herbolarios y la herboristería natural/mágica. Casi, casi, me he dejado llevar por un texto que hace ya muchos años leí del asceta Fray Luís de Granada, y de cómo los canes purgan a la busca de determinadas hierbas. Así nos aconsejaba para el alma. Curioso, pues, lo de la compresa de epazote, que en mi lengua recibe los nombres de "te borde", "te falso" y similares...
Ya te iré adelantando cosas de mis averiguaciones.
Un abrazo.
Pere Bessó