domingo, 19 de abril de 2020

TERRA ALIENADA

Imagen FB de Pere Bessó






TERRA ALIENADA




Cuando grita la tierra, los efluvios del vapor se condensan
y se convierten en agua. La flor de agua debería salir entonces por la boca
del cuenco, pero sólo salen lágrimas y gánigos de leche negra.
Juan Yanes




En la semifoscor de les pupil·les, l’armari de les ombres.
Dins de l’absurd els ulls inexpressius de les claus,
o aquella rosa sense immutar-se davant de La carraspera grisa dels rellotges
o les parets amb calcomanies regirant l’estómac: un tendal
d’emocions es cerneix sobre l’hivern entossudit de grolleria,
ací pulsa la impaciència arrencant refilets de demesies.
Sempre tatuem els braços amb humitats trencadisses.
Als carrers esgotats del coixí, les finestres i el show
de malsons: alguna fotografia que ens crida des dels interiors
del pit —el teu cos que s’esmuny en les meues transpiracions,
potser la flassada que s’alça en una sola altura.
Al voltant d’aquest potser de tots els dies, el defalliment
dels somnis, la terra alienada que ens sosté en l’adust.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




TIERRA ENAJENADA




Cuando grita la tierra, los efluvios del vapor se condensan
y se convierten en agua. La flor de agua debería salir entonces por la boca
del cuenco, pero sólo salen lágrimas y gánigos de leche negra.
Juan Yanes




En la semioscuridad de las pupilas, el armario de las sombras.
Dentro del absurdo los ojos inexpresivos de las llaves,
o aquella rosa sin inmutarse frente al carraspeo gris de los relojes
o las paredes con calcomanías revolviendo el estómago: un toldo
de emociones se cierne sobre el invierno encarpado de tosquedad,
ahí pulsa la impaciencia arrancando gorgoritos de demasías.
Siempre tatuamos los brazos con humedades quebradizas.
En las calles agotadas de la almohada, las ventanas y el show
de pesadillas: alguna fotografía que nos grita desde los interiores
del pecho —tu cuerpo que se desliza en mis transpiraciones,
quizás la cobija que se yergue en una sola altura.
Alrededor de este acaso de todos los días, el desfallecimiento
de los sueños, la tierra enajenada que nos sostiene en lo adusto.
.
Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
©André Cruchaga