lunes, 9 de marzo de 2020

IMATGE REFLECTIDA

Imagen FB de Pere Bessó





IMATGE REFLECTIDA




Y mientras el agua se estrecha
contemplaré
mi propio reflejo en el río.
Aifric Mac Aodha




Tornar al mateix riu i que només en tinga el meu reflex i les tèrboles ninetes de l’argent viu. En el proper trenc d’alba, el curull de la meua imatge, o bé la parsimònia dels meus ofecs.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




IMAGEN REFLEJADA




Y mientras el agua se estrecha
contemplaré
mi propio reflejo en el río.
Aifric Mac Aodha




Volver al mismo río y que de él solo tenga mi reflejo y las turbias pupilas del azogue. En el próximo amanecer, el hartazgo de mi imagen, o bien la parsimonia de mis ahogos.
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Del libro: Umbral de la sospecha, 2020
©André Cruchaga

VACÍO HABITADO (INTIMISSIMUN)







VACÍO HABITADO (INTIMISSIMUN)


César Ramírez Caralvá


Libro de André Cruchaga, el cual me presentó el día 06FEB020, fue una charla de amigos compartiendo la vida, en esos lugares remotos de San Salvador que poseen el clima, la calidez, o la proximidad del restaurante sin muros; ahí no hay ventanas, al estilo de los comedores cubanos de los años cincuenta, ese sitio es el Café de Don Pedro, la hora entre las 14 y 16 horas, con la temperatura tropical, su luz pródiga, con las mesas sin tiempo, incluso los empleados y empleadas poseen una notable estabilidad laboral; ahí aún se sirven las cenas en los autos con azafates portátiles, como las películas de otra época.

Vacío Habitado es un libro de poesía, con prólogo de José Siles González (narrador, poeta y catedrático de la Universidad de Alicante, España), es brillante y describe el mundo de André Cruchaga, es preciso y completo con su título: “la poesía como búsqueda de un lenguaje aprehensor del sentido/sin sentido de la existencia”…

Vacío Habitado me causa grata impresión, el libro que entre manos estrecho, con su presencia es: trabajo, paciencia, optimismo, producto de la acción literaria la cual generosamente abraza a los amigos y amigas, es la palabra impresa convertida en instrumento trascendente, no dudo que sus poesías sean canciones con ritmos o tonos con escalas genuinas en los sonidos internos de André Cruchaga: “puedo pensar en solitario con Marilyn Monroe y aquel viejo poema de Ernesto Cardenal”, quizás no sea popular su ritmo, puesto que es un tono grave, complejo, erudito, pródigo, diseñado para un grupo selecto, pero como un Canto Gregoriano también es singular y armónico, donde una nota puede encadenar a Prometeo, fotografiar  a Sisifo, incluso exorcizar al Coronavirus con el epigrama de José Martí en el poema “Umbrales” pág 25:  La muerte  está sentada a mis umbrales… quien va a morir, va muerto.

Interesa el conjunto de poemas con sus universos fragmentados, Vacío Habitado exige un oído poético  exquisito, pausado en su ritmo, meditativo, abrazado a la estridencia de nuestra sociedad de Siglo XXI bajo el estallido de la informática con sus absurdas realidades (alternativas, mediáticas, creadas, consumistas etc), ese cuadro aterrorizado por una epidemia viral, pero es ciega ante millones de seres humanos condenados a la pobreza extrema con su muerte prolongada,  sin vacunas anti capitalista.

El Vacío Habitado no odia al mundo, lo desnuda.

amazon.com/author/csarcaralv

TRÁNSITO OBSESSIU

Imagen Pinterest






TRÁNSITO OBSESSIU




¿Desde dónde narras tu ser hacia la oscuridad,
raspas el paredón de la ignominia verbal, excavas
tu penuria, te estrechas,
te asombras, te dilatas, te extremas,…?
Carlos Bousoño




Viu la llum en el de penes previsible de tot el que ens perpetua,
i discorre: ens mossega un ocell cavernós de granit
i un souvenir de ficcions sobreposades en la campana d’allò negre.
Quan excave en les monedes dilatades del calendari,
dissolc també les pors i la seua floridura. Creix la duresa pròpia
del somni convertit en malson.
Cada penúria ens sembla un somni decrèpit, un crepuscle
tancat, una certitud que mossega el pit.
Les ombres graten tot allò que encega els sentits,
mentre en el paretó de l’exangüe, és plural la soledat total
del rovellat. Malgrat les meues estretors,
ignore l’espiga de ferro, o el llot que mosseguen els meus ulls.
Camine entre tantes voravies equivocades i gossos de neó.
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. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





TRÁNSITO OBSESIVO




¿Desde dónde narras tu ser hacia la oscuridad,
raspas el paredón de la ignominia verbal, excavas
tu penuria, te estrechas,
te asombras, te dilatas, te extremas,…?
Carlos Bousoño




Vive la luz en lo apenas previsible de todo lo que nos perpetúa,
y discurre: nos muerde un pájaro cavernoso de granito
y un suvenir de ficciones sobrepuestas en la campana de lo negro.
Cuando excavo en las monedas dilatadas del calendario,
disuelvo también los miedos y su moho. Crece la dureza propia
del sueño convertido en pesadilla.
Cada penuria nos parece un sueño decrépito, un crepúsculo
cerrado, una certidumbre que muerde el pecho.
Las sombras rasgan todo aquello que enceguece los sentidos,
mientras en el paredón de lo exangüe, es plural la soledad total
de lo enmugrecido. A pesar de mis estrecheces,
ignoro la espiga de hierro, o el cieno que muerden mis ojos.
Camino entre tantas aceras equivocadas y perros de neón.
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Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
©André Cruchaga

DARRERE DEL ROSTRE

Imagen FB de Pere Bessó





DARRERE DEL ROSTRE




Creuem ja el camí sense ni tan sols veure les nostres ombres: potser perquè també la boira ens esborra la corona d’espines, de la mateixa manera que la pedra es fa identitat en la nostra consciència. Hi ha territoris més enllà de l’aigua de la nit, de l’astrolabi del fred que tensa els imants, de l’ocell que sagna els seus secrets damunt de la branca de l'esbalaïment. Sempre vull oblidar els dies cremats, els dies reduïts pel tile de l’abandó, els dies que no fan cas del clamor dels buits. En el vòmit extens del desvari, els límits del pols com les parets seques del cel. Darrere del rostre, el rostre acuitant del caos i la seua mirada maldestra.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





DETRÁS DEL ROSTRO




Cruzamos ya el camino sin siquiera ver nuestras sombras: acaso porque también la niebla nos borra la corona de espinas, del mismo modo que la piedra se hace identidad en nuestra conciencia. Hay territorios más allá del agua de la noche, del astrolabio del frío que tensa los imanes, del pájaro que sangra sus secretos sobre la rama del pasmo. Siempre quiero olvidar los días quemados, los días reducidos por el tile del abandono, los días que desoyen el clamor de los vacíos. En el vómito extenso del desvarío, los límites del pulso como las paredes secas del cielo. Detrás del rostro, el rostro acuciante del caos y su mirada torpe.
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Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
©André Cruchaga