jueves, 6 de junio de 2019

RAPTE D’OMBRES

Imagen FB de Pere Bessó






RAPTE D’OMBRES




Aún puede verse a la luz de un relámpago el caballo del rapto que se pierde a lo lejos.
Vicente Huidobro




Òbric, en l’ebriesa del llampec, els llargs dies de la pressa. Els quatre costats del temps que deplore, el pudor estret dels pans a l’hora del rapte. Al rostre apareix la boira que moltes vegades passa lenta com un sostre moribund, o com un oblit tebi de llunyanies. Enmig de la boira, els coixins gastats a perpetuïtat, els ulls que s’apaguen en la nit. A vegades la llum és només una mortalla penjada de la finestra del sens fi, una paraula que s’estima més callar. Res no canvia malgrat els dies que es desgasten, res no canvia en els guants d’hule de l’invisible. Al lluny, supose que l’horitzó exagera els colps d’alguns noms que un maleeix quan la tos s’acorrala al pit.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





RAPTO DE SOMBRAS




Aún puede verse a la luz de un relámpago el caballo del rapto que se pierde a lo lejos.
Vicente Huidobro




Abro, en la ebriedad del relámpago, los largos días de la premura. Los cuatro costados del tiempo que deploro, el pudor estrecho de los panes a la hora del rapto. En el rostro aparece la niebla que muchas veces pasa lenta como un techo moribundo, o como un olvido tibio de lejanías. En medio de la bruma, las almohadas gastadas a perpetuidad, los ojos que se apagan en la noche. A veces la luz es sólo una mortaja colgada en la ventana del sinfín, una palabra que prefiere callarse. Nada cambia pese a los días que se desgastan, nada cambia en los guantes de hule de lo invisible. A lo lejos, supongo que el horizonte exagera los golpes de algunos nombres que uno maldice cuando la tos se acorrala en el pecho.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga