sábado, 23 de octubre de 2021

PARADÍS SENSE OCELLS │ PARAÍSO SIN PÁJAROS

Obra pictórica de Joan Mitchell




PARADÍS SENSE OCELLS

 

 

Paso mi mano fría por la cama

Está vacía, vacía como mi pecho

Como lo que me restó de alma

Via Plaza

 

 

Entre sumes i restes, una gàbia frenètica, les venes trencades entre les dents, la finestra del pit entre ombres, el camí de la ferida sense tel ni fragància: la ferida és nàufrag i deriva en un sospir sense roba, gelada la set als fèretres de l’ull, enfonsada l’esperança i els seus tripulants. Hi ha un crit ebri al desert del llit, un coixí sord, fugitiu com el mal auguri de la boira als ulls. Ja és remota una fogata d’èxtasi en un imaginari de rebles, o un somriure innocent entre muntanyes de cranis buits. Sempre viure en un país com el nostre té els seus riscos: mai no falta l’apòcema de sal en un pouet de fang gastat per ungles i crits. Mai aquest paradís no tingué ocells al voltant dels braços, però sí, mosques i sabors agres.

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. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

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PARAÍSO SIN PÁJAROS

 

 

Paso mi mano fría por la cama

Está vacía, vacía como mi pecho

Como lo que me restó de alma

Via Plaza

 

 

Entre sumas y restas, una jaula frenética, las venas rotas entre los dientes, la ventana del pecho entre sombras, el camino de la herida sin bizna ni fragancia: la herida es náufrago y deriva en un suspiro sin ropa, helada la sed en los féretros del ojo, hundida la esperanza y sus tripulantes. Hay un grito ebrio en el desierto de la cama, una almohada sorda, fugitiva como el mal agüero de la niebla en los ojos. Ya es remota una fogata de éxtasis en un imaginario de cascajos, o una sonrisa inocente entre montañas de cráneos vacíos. Siempre vivir en un país como el nuestro tiene sus riesgos: nunca falta la pócima de sal en un pocillo de barro gastado por uñas y gritos. Jamás este paraíso tuvo pájaros alrededor de los brazos, pero sí, moscas y sabores agrios.

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De ‘Camino disperso’, 2021

©André Cruchaga