domingo, 23 de junio de 2019

FERIDA DEL CRIT

Imagen FB de Pere Bessó





FERIDA DEL CRIT




Se abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el invierno
Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme herida
…un grito de antesala
Vicente Huidobro




El cor tot just en el badall del món. Dur gris l’aigua del ponent. Trist l’ull damunt de la terra trista. De quin talismà de cendra empeny els matossars finits? Només veig els altaveus de la nit amb els seus bordells romasos en l’espill de les meues petiteses. —Digues-me que no hi ha absurds en el cor, ni brutes andanes, ni roses prohibides cremant en la foscor. Procure caminar despullat d’antifaços: només vull caminar, encara que la ferida en el costat continue oberta com una veu que flueix dessota la piel. Tot és caminar dia a dia en el desengany, potser l’única certesa en els signes del temps.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





HERIDA DEL GRITO




Se abre la tumba y al fondo se ve el otoño y el invierno
Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme herida
…un grito de antesala
Vicente Huidobro




El corazón apenas en el bostezo del mundo. Duro gris el agua del poniente. Triste ojo sobre la tierra triste. ¿De qué talismán de ceniza empujo los matorrales fenecidos? Sólo veo los altavoces de la noche con sus burdeles quedados en el espejo de mis pequeñeces. —Dime que no hay absurdos en el corazón, ni sucios andenes, ni rosas prohibidas ardiendo en lo oscuro. Procuro andar despojado de antifaces: tan sólo quiero caminar, aunque la herida en el costado siga abierta como una voz que fluye debajo de la piel. Todo es caminar día a día en el desengaño, quizás la única certeza en los signos del tiempo.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

LLUM DESBORDADA

Imagen cogida de Instagram





LLUM DESBORDADA




El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir los barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Vicente Huidobro




En el fons, ens continuen mossegant els engonals i el solc
de desmesurada avidesa. I els colors de l’arc del cel.
Tremola al racons de la casa aquella pell que irromp
en la saliva: la nit s’endureix en el cos i plou
en el ofec de set del pit. I sura l’ocell en l’aigua.
La llum ens desborda. El cel ens toca mentre creua.
En ella, la intensitat de la mort que ens ve,
com si de boca en boca es feren les pors,
com si dels costats i el melic emergiren les blasfèmies.
En la desimboltura de porus, la pelussa desmesurada del morter gran,
la nit que desfulla el conclave dels vaixells.
Els infants de l’aire amb les seues ales s’enlairen
sobre la llum de la son.
Encara en un somriure, hi ha vaixells que ens sobreviuen
al bla resplendor l’esperança.
Darrere d’un somriure —ho sé ara— es desdibuixen els ulls
per a fer pas a l’alteritat, o a aquest xiuxeig del subsòl.
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Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





LUZ DESBORDADA




El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir los barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Vicente Huidobro




En el fondo, nos siguen mordiendo las ingles y el surco
de desmesurada avidez. Y los colores del arco iris.
Tiembla en los rincones de la casa aquella piel que irrumpe
en la saliva: la noche se endurece en el cuerpo y llueve
en el ahogo de sed del pecho. Y flota el pájaro en el agua.
La luz nos desborda. El cielo nos toca mientras cruza.
En ella, la intensidad de la muerte que nos viene,
como si de boca en boca se hicieran los miedos,
como si de los costados y el ombligo emergieran las blasfemias.
En el desparpajo de poros, el ajuate desmedido de la piladera,
la noche que deshoja el cónclave de los barcos.
Los niños del aire con sus alas se empinan sobre la luz del sueño.
Todavía en una sonrisa, hay barcos que nos sobreviven
al blando resplandor la esperanza.
Tras una sonrisa —lo sé ahora— se desdibujan los ojos
para dar paso a la otredad, o a ese murmullo del subsuelo.
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Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga