martes, 21 de septiembre de 2021

MAI NO HI HA PROU AMB L’OBLIT │ NUNCA ES SUFICIENTE EL OLVIDO

 

Imagen FB de Pere Bessó



MAI NO HI HA PROU AMB L’OBLIT

 

 

Me pregunto si, como a mí, le habrá ardido el corazón

de tanta huida. Nunca supe por qué lo hizo.

Si lo único que pasó fue conocer los colores

de nuestro cuerpo.

Irma Torregrosa

 

 

A mi em fa mal el cor de tanta fugida, debatre entre una mà

de punyals, o entre un forat d’insomnis: el pit se m’ompli

d’estelles i ferides de les que ningú no escapa.

Sovint mudem cap a regions de desencerts, reciclem

els batecs en un allotjament pudent, aliens al futur.

Algú em pregunta per aquella prosperitat dels somnis;

i no hi ha respostes quan tot s’esborra d’una plomada.

Mai no és prou l’oblit quan es tanquen totes les portes,

quan la novetat és un univers eclèctic i de perills imminents.

Són irrecuperables els jardins que embelliren el país.

Ara només tenim fervorosos fetitxistes, semblants a una claveguera,

i en aquesta marea de pútrid aleteig, la pau resulta insondable

com un cel de ràfegues grises damunt de l’esperança.

Ací, la carn nua reflectida en l’ocell d’aigua del temps.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

NUNCA ES SUFICIENTE EL OLVIDO

 

 

Me pregunto si, como a mí, le habrá ardido el corazón

de tanta huida. Nunca supe por qué lo hizo.

Si lo único que pasó fue conocer los colores

de nuestro cuerpo.

Irma Torregrosa

 

 

A mi me duele el corazón de tanta huida, debatir entre una mano

de puñales, o entre un agujero de insomnios: el pecho se me llena

de astillas y heridas de las que nadie escapa.

A menudo mutamos hacia regiones de desaciertos, reciclamos

los latidos en un hospedaje maloliente, ajenos al futuro.

Alguien me pregunta por aquella prosperidad de los sueños;

y no hay respuestas cuando todo se borra de un plumazo.

Nunca es suficiente el olvido cuando se cierran todas las puertas,

cuando lo nuevo es un universo ecléctico y de peligros inminentes.

Son irrecuperables los jardines que embellecieron al país.

Ahora solo tenemos fervorosos fetichistas, parecidos a una cloaca,

y en esa marea de pútrido aleteo, la paz resulta insondable

como un cielo de ráfagas grises sobre la esperanza.

Aquí, la carne desnuda reflejada en el pájaro de agua del tiempo.

.

De ‘Camino disperso’, 2021

©André Cruchaga