domingo, 2 de mayo de 2021

NINGÚ NO ENS SALVA DE LES NOSTRES CREMADES│ NADIE NOS SALVA DE NUESTRAS QUEMADURAS

 

Imagen Pinterest



NINGÚ NO ENS SALVA DE LES NOSTRES CREMADES

 

 

Hace ya mucho lo sabemos:

No vendrán sandalias a cubrirnos los pies sobre arrecifes

ni aureolas a salvarnos del cataclismo inquisidor en nuestras vísceras

Irelia Pérez

 

 

Potser ningú no ens salvarà de totes aquestes cremades del riu del sospir,

i de l’aigua fugitiva de la sospita: el pit sempre fou el reflex

de les intempèries més malèvoles, i tot i així despullem les nostres ales.

Als exteriors de la saliva del desig, el repic obert de la febre,

mentre la viva carn de les teues cuixes es tornava la flama primerenca,

de vegades incerta, a les meues mans de Fuster.

Supose que ningú no salvarà aquesta ardor moltes vegades amb fúria i tirania,

Ningú no ololarà el paisatge perfumat de la dansa alada a l’estany,

ningú no mossegarà tant batec com provingué de les vísceres agitades

de l’horitzó de llavors, dels verds peus alegres de la avidesa

Davant del goig que mai no fou saldat, continua la pedra foguera com vent

viu, entre la geografia del foc i les ombres.

Aleshores, vèiem diferent el món. I la teua pell sagnava una harmònica

redona d’ocells dins del recinte tremolós de les flassades.

Érem joves, llavors, el nostre únic cataclisme era la set i, si de cas,

bracejar en les íntimes giragonses de l’embriaguesa.

Aleshores la rosa de l’alba fou la meua pau, asilada a la meua gola.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

NADIE NOS SALVA DE NUESTRAS QUEMADURAS

 

 

Hace ya mucho lo sabemos:

No vendrán sandalias a cubrirnos los pies sobre arrecifes

ni aureolas a salvarnos del cataclismo inquisidor en nuestras vísceras

Irelia Pérez

 

 

Quizás nadie nos salve de todas estas quemaduras del río del suspiro,

y del agua fugitiva de la sospecha: el pecho siempre fue el reflejo

de las intemperies más aviesas, y aún así desnudamos nuestras alas.

En los exteriores de la saliva del deseo, el tañido abierto de la fiebre,

mientras la viva carne de tus muslos se volvía la flama temprana,

a veces incierta, en mis manos de carpintero.

Supongo que nadie salvará este ardor muchas veces con furia y tiranía,

nadie olerá el paisaje perfumado de la danza alada sobre el estanque,

nadie morderá cuanto latido provino de las vísceras agitadas

del horizonte de entonces, de los verdes pies alegres de la avidez

Frente al gozo que nunca fue finiquitado, sique el pedernal como viento

vivo, entre la geografía del fuego y las sombras.

Entonces, veíamos diferente al mundo. Y tu piel sangraba una armónica

redonda de pájaros dentro del recinto tembloroso de las cobijas.

Éramos jóvenes, entonces, nuestro único cataclismo era la sed y, acaso,

bracear en los íntimos recovecos de la embriaguez.

Entonces la rosa del alba fue mi paz, asilada en mi garganta.

.

Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021

©André Cruchaga


JA NO SÉ PER QUÈ SOMIEM│ YA NO SÉ A QUÉ SOÑAMOS

 

Imagen FB de Pere Bessó




JA NO SÉ PER QUÈ SOMIEM

 

 

En este mundo

cada vez más acre, cada vez más duro

más y más blanco

Kenneth White

 

 

Eixim amb la boca oberta buscant un altre món: un altre món

que no s’ensorre com l’arena, potser menys antic de pell

i rostre, potser amb una altra lluentor desxifrable.

Poc a poc el riure va perdent el seu vol i se’ns van imposant

mordasses: als nostres ulls s’obrin fosses i túnels i trampes,

només per recordar la rosada.

La nit enfonsa el seu pit de vell encenser,

una daga de vent trepa les paraules, al coll les hores rovellades

i un camí semblant a l’oblit de roncos pits i focs.

Som davant d’un missal de simpàtics espantaocells inexorables.

En aquest món d’expedient borni, endolat perversament,

assistim sense més destí que al cuc que buida ulls i consciència.

És com si de sobte dansàrem amb els nostres propis ossos.

Però és, en tot cas, l’acte més solemne, respirar sense pietat, sords,

tota la carn envilida, els carrers amb rostres foscos, definitivament.

—Ja no sé per què somiem en aquest somnambulisme de llàgrimes.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA, traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

YA NO SÉ A QUÉ SOÑAMOS

 

 

En este mundo

cada vez más acre, cada vez más duro

más y más blanco

Kenneth White

 

 

Salimos con la boca abierta buscando otro mundo: otro mundo

que no se desmorone como la arena, tal vez menos antiguo de piel

y rostro, quizás con otro brillo descifrable.

De a poco la risa va perdiendo su vuelo y se nos van imponiendo

mordazas: a nuestros ojos se abren fosas y túneles y trampas,

solo para recordar el rocío. La noche hunde su pecho de viejo incensario,

una daga de viento taladra las palabras, al cuello las horas oxidadas

y un camino parecido al olvido de roncos pechos y fuegos.

Estamos frente a un misal de simpáticos espantapájaros inexorables.

En este mundo de expediente tuerto, enlutado perversamente,

asistimos sin más destino que al gusano que vacía ojos y conciencia.

Es como si de pronto danzáramos en nuestros propios huesos.

Pero es en todo caso, el acto más solemne, respirar sin piedad, sordos,

toda la carne envilecida, las calles con rostros oscuros, definitivamente.

—Ya no sé a qué soñamos en este sonambulismo de lágrimas.

.

Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021

©André Cuchaga