viernes, 27 de agosto de 2021

ENCALLAMENT │ ENCALLAMIENTO

 

Imagen Pinterest



ENCALLAMENT

 

 

Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío

El barco del placer encalla en alta mar

¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?

Carlos Edmundo de Ory

 

 

Ningú no sap què ens depara un dia sense portes, un somriure per a l’asil de les penes, una almoina que ens torne la vida. Remuguen sense rumb les parets de la casa; el degoteig de la sang només em diu que tinc trencada l’ànima i els ulls com el tràfic detingut amb excès de botzines grogues: sense els punts cardinals no sé qui sóc, ni què ombres decanten el meu alè. Hi ha massa pesadesa en el centpeus de la foscor, moltes temptacions en aquesta hiena de la corrosió, sobtoses mosques que no canten com el gall o un canari, cresols de saliva en l’alt del tràfec. A aquestes hores, el fibló del rellotge s'endinsa com un tros de piano a les meues costelles, mentre pense en l'estranya estació del teu pit. Àdhuc un pouet de cafè em resulta dantesc.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

ENCALLAMIENTO

 

 

Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío

El barco del placer encalla en alta mar

¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?

Carlos Edmundo de Ory

 

 

Nadie sabe qué nos depara un día sin puertas, una sonrisa para el asilo de las penas, una limosna que nos devuelva la vida. Rumian sin rumbo las paredes de la casa; el goteo de la sangre solo me dice que tengo rota el alma y los ojos como el tráfico detenido con exceso de bocinas amarillas: sin los puntos cardinales no sé quién soy, ni qué sombras ladean mi aliento. Hay demasiada pesadez en el ciempiés de la oscuridad, muchas tentaciones en esta hiena de la corrosión, súbitas moscas que no cantan como el gallo o un canario, candiles de saliva en lo alto del trajín. A estás horas, el aguijón del reloj se adentra como un pedazo de piano en mis costillas, mientras pienso en la extraña estación de tu pecho. Hasta un pocillo de café me resulta dantesco.

.

De ‘Camino disperso’, 2021

©André Cruchaga