ENCALLAMENT
Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío
El barco del placer encalla en alta mar
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?
Carlos Edmundo de Ory
Ningú no sap què ens depara un dia sense portes, un somriure per a
l’asil de les penes, una almoina que ens torne la vida. Remuguen sense rumb les
parets de la casa; el degoteig de la sang només em diu que tinc trencada
l’ànima i els ulls com el tràfic detingut amb excès de botzines grogues: sense
els punts cardinals no sé qui sóc, ni què ombres decanten el meu alè. Hi ha
massa pesadesa en el centpeus de la foscor, moltes temptacions en aquesta hiena
de la corrosió, sobtoses mosques que no canten com el gall o un canari, cresols
de saliva en l’alt del tràfec. A aquestes hores, el fibló del rellotge
s'endinsa com un tros de piano a les meues costelles, mentre pense en
l'estranya estació del teu pit. Àdhuc un pouet de cafè em resulta dantesc.
.
. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en
català per PERE BESSÓ
.
ENCALLAMIENTO
Ya no hay dueños no hay más que suspenso y vacío
El barco del placer encalla en alta mar
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Quién eres?
Carlos Edmundo de Ory
Nadie sabe qué nos depara un día sin puertas, una sonrisa para el asilo
de las penas, una limosna que nos devuelva la vida. Rumian sin rumbo las
paredes de la casa; el goteo de la sangre solo me dice que tengo rota el alma y
los ojos como el tráfico detenido con exceso de bocinas amarillas: sin los
puntos cardinales no sé quién soy, ni qué sombras ladean mi aliento. Hay
demasiada pesadez en el ciempiés de la oscuridad, muchas tentaciones en esta
hiena de la corrosión, súbitas moscas que no cantan como el gallo o un canario,
candiles de saliva en lo alto del trajín. A estás horas, el aguijón del reloj
se adentra como un pedazo de piano en mis costillas, mientras pienso en la
extraña estación de tu pecho. Hasta un pocillo de café me resulta dantesco.
.
De ‘Camino disperso’, 2021
©André Cruchaga