martes, 21 de mayo de 2019

DARRER HORITZÓ

Imagen FB de Pere Bessó





DARRER HORITZÓ




Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que ver
Vicente Huidobro




Després de veure la ferida en l’espill i desfets els embolics,
un és la pròpia veu més enllà de la mort.
En la penúltima estació del rumor, comença el vol.
Sagnen la llengua de l’espill en l’ombra i el vol providencial:
Els ulls veuen el solc del dolor on llaure el destí;
i ací, el guaret d’ulleres de la llavor,
i ací dins, el buit de la tomba o la guitarra de pedra del sens fi
del cos, la boca del vent tremolant en el meu vessament.
Sé que nasc en cada somni que deixa d’amagar-se.
Calle, potser, perquè és el meu darrer horitzó el que em veu,
més enllà de la fulla que cau com un pit famolenc.
Puge al rostoll del cos desitjat: s’obrin els mesos a meitat
del desvetlament, com les sabates que criden en la seua verema.
Quan ja han envellit els trens,
el núvol de la trinxera deixa de ser camp de batalla i crit.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





HORIZONTE ÚLTIMO




Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que ver
Vicente Huidobro




Después de ver la herida en el espejo y deshechos los enredos,
uno es la propia voz más allá de la muerte.
En la penúltima estación del rumor, comienza el vuelo.
Sangran la lengua del espejo en la sombra y el vuelo providencial:
Los ojos ven el surco del dolor donde labro el destino;
y ahí, el barbecho de ojeras de la semilla,
y ahí, dentro, el hueco de la tumba o la guitarra de piedra del sinfín
del cuerpo, la boca del viento temblando en mi derramamiento.
Sé que nazco en cada sueño que deja de ocultarse.
Callo, tal vez, porque es mi horizonte último el que me ve,
más allá de la hoja que cae como un pecho hambriento.
Subo al rastrojo del cuerpo deseado: se abren los meses a mitad
del desvelo, como los zapatos que gritan en su vendimia.
Cuando ya han envejecido los trenes,
el nubarrón de la trinchera deja de ser campo de batalla y grito.
.
Del libro “Huidobro redivivo”, 2019
©André Cruchaga