miércoles, 24 de marzo de 2021

EM RESIGNE ALS OBLITS PERMESOS│ ME RESIGNO A LOS OLVIDOS PERMITIDOS

 

Imagen FB de Pere Bessó



EM RESIGNE ALS OBLITS PERMESOS

 

 

Tal vez este presente ubicuo sea lo bastante

real y entusiasta, aunque no pueda contarme

a qué espero ya.

Dorothea Tanning

 

 

Ara em resigne als ossos de sal dels oblits permesos,

i a aquestes aigües sempre inusitades del riu d’Heràclit.

Potser la dolçor serà una substància estúpida entre pantans diversos,

o només una altra mentida prou convincent en aquest present movedís.

A l’ala de sucre dels ocells, hi ha trossos de febre

i agitades paraules: les paraules les espigues de les quals es duen temps i destí.

Potser, tot, només serà un somni demorat en el catecisme de portes

i pulsacions sacsades per ecos de constants inferns.

O la introspecció més pobra davant de tantes paradoxes.

De vegades ric només enmig d’inflamades pues d’ulls furibunds.

O a sota, fins al fum per a encendre’m d’oradors de lloses.

Tot és incert quan el present és nit i no hi ha un paraigües

per a fer callar la pluja, ni el dur dia de cristalls grocs.

—Ací, sona el silenci de la boira, el ponent de les ombres,

i aquell rostre de silenci en la pregària de desglaç de les lluernes.

Després de tot l’humà res no puc contar-me, ni vulga donar-li

una altra categoria al zodíac, als dies d’amargor de la puresa.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

ME RESIGNO A LOS OLVIDOS PERMITIDOS

 

 

Tal vez este presente ubicuo sea lo bastante

real y entusiasta, aunque no pueda contarme

a qué espero ya.

Dorothea Tanning

 

 

Ahora me resigno a los huesos de sal de los olvidos permitidos,

y a esas aguas siempre inusitadas del río de Heráclito.

Tal vez la dulzura sea una sustancia estúpida entre pantanos diversos,

o solo otra mentira lo bastante convincente en este presente movedizo.

En el ala de azúcar de los pájaros, hay pedazos de fiebre

y agitadas palabras: las palabras cuyas espigas llevan tiempo y destino.

Tal vez, todo, solo sea un sueño demorado en el catecismo de puertas

y pulsaciones sacudidas por ecos de constantes infiernos.

O, la introspección más pobre frente a tantas paradojas.

A veces río solamente en medio de inflamadas púas de ojos furibundos.

O bajo hasta el humo para encenderme de oradores de losas.

Todo es incierto cuando el presente es noche y no hay un paraguas

para acallar la lluvia, ni el duro día de cristales amarillos.

—Aquí, suena el silencio de la bruma, el poniente de las sombras,

y aquel rostro de silencio en la oración de deshielo de las luciérnagas.

Después de todo lo humano nada puedo contarme, ni quiera darle

otra categoría al zodíaco, a los días de amargor de la pureza.

.

Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021

©André Cruchaga


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