miércoles, 24 de marzo de 2021

ENTREM DE BELL NOU AL NAUFRAGI│ ENTRAMOS DE NUEVO AL NAUFRAGIO

 

Imagen FB de Pere Bessó




ENTREM DE BELL NOU AL NAUFRAGI

 

 

…hay gentes que vacilan insomnes

como recién salidas de un naufragio de sangre.

Federico García Lorca

 

 

Ara hem de parlar a l’oïda, quasibé en silenci: la foscor

que plana té molts tentacles: nosaltres només tenim

certesa del mal, de la hipnosi col•lectiva i el somni permanent,

propi de somnàmbuls: després vindran, en despertar, naufragis

de sang, i morts per l’eclipsi col•lectiu, les histèries extraviades

com la consciència que respira a les fosques com una fotografia de tile.

Ací sempre passa el mateix i mai no se renuncia a l’absurd:

la raó sembla ser un muntó de fulles seques tirades a la intempèrie,

un quadre d’Honorat de Balzac atrapat en el temps.

I és difícil oblidar o liquar les disfresses per a eixir del laberint.

Les mateixes boques de sempre ens ofeguen amb les mateixes traces:

ací és abominable la pietat i prohibida tota ruta d’escapament.

No sé si la paraula amor podrà salvar-nos de la penúria, de l’hivern

de cadenes que s’acosta, si podrem aprender ràpid de la fel

i de totes les parcel.les d’alegria que ens furten.

Hi ha un idol ferotge que no dissimula els seus plats de rebotiga.

Tampoc la seua rancúnia d’imaginari amenaçant, ni el seu alè de pedra.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

 

ENTRAMOS DE NUEVO AL NAUFRAGIO

 

 

…hay gentes que vacilan insomnes

como recién salidas de un naufragio de sangre.

Federico García Lorca

 

 

Ahora tenemos que hablar al oído, casi en silencio: la oscuridad

que se cierne tiene muchos tentáculos: nosotros solo tenemos

certidumbre del mal, de la hipnosis colectiva y el sueño permanente,

propio de sonámbulos: luego vendrán, al despertar, naufragios

de sangre, y muertos por el eclipse colectivo, las histerias extraviadas

como la conciencia que respira a oscuras como un fotografía de tile.

Aquí siempre pasa lo mismo y nunca se renuncia al absurdo:

la razón parece ser un montón de hojas secas tiradas a la intemperie,

un cuadro de Honorato de Balzac atrapado en el tiempo.

Y es difícil olvidar o licuar los disfraces para salir del laberinto.

Las mismas bocas de siempre nos ahogan con las mismas mañas:

aquí es abominable la piedad y prohibida toda ruta de escape.

No sé si la palabra amor pueda salvarnos de la penuria, del invierno

de cadenas que se avecina, si podremos aprender rápido de la hiel

y de todas las parcelas de alegría que nos roban.

Hay un ídolo feroz que no disimula sus platos de trastienda.

Tampoco su encono de imaginario amenazante, ni su aliento de piedra.

.

Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021

©André Cruchaga


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