sábado, 24 de abril de 2021

ESCORÇA INABASTABLE DEL NO-RES│ CORTEZA INASIBLE DE LA NADA

 

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ESCORÇA INABASTABLE DEL NO-RES

 

 

Silencio. Aquí se ha hecho ya de noche,

ya tras el cementerio se fue el sol;

aquí se está llorando a mil pupilas;

no vuelvas; ya murió mi corazón.

César Vallejo

 

 

En aquest bosc del món, les mateixes fosses de la nit,

i la soledat dissolta en els objectes, l’escorça inaprehensible del no-res,

entre audiències de miratge. Ací vivim fabulant rotunds

camins de sols banyats per pupil•les cegues.

Ací la missa polsant dels automatismes abstractes, l’assetjament

de la pell amb els seus codis de color envellit, el cor de la floridura

per decret, l’esplendor de l’almanac de les anèmies.

Tot acaba en un ferment de pertorbats espais imaginaris.

Sobrevivim als àngels de pedra dels malsons de l’instant,

L’embriaguesa de les oïdes petrifica, o rebrega les finestres.

Ací, amb absoluta bondat s’amaga l’alegria, la respiració inodora

de l’alba, o el crim compulsiu que té rostre de pandèmia.

Al meu cor premen els cantons de totes les tenebres:

ja no hi ha extrems ni punts intermedis en aquest temps que ens disloca

com un dic arrossegat per la desraó.

Ja no hi ha retorn suficient per a deturar el revòlver de llum

que s’apaga, ni un mocador per a embolicar amb estima les paraules.

Tot expirà sabent que l’abandó ens marca els passos.

.

. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ

.

 

CORTEZA INASIBLE DE LA NADA

 

 

Silencio. Aquí se ha hecho ya de noche,

ya tras el cementerio se fue el sol;

aquí se está llorando a mil pupilas;

no vuelvas; ya murió mi corazón.

César Vallejo

 

 

En este bosque del mundo, las mismas cárcavas de la noche,

y la soledad disuelta en los objetos, la corteza inasible de la nada,

entre audiencias de espejismo. Aquí vivimos fabulando rotundos

caminos de soles bañados por pupilas ciegas.

Aquí la misa pulsante de los automatismos abstractos, el acoso

de la piel con sus códigos de color envejecido, el corazón del moho

por decreto, el esplendor del almanaque de las anemias.

Todo acaba en un fermento de perturbados espacios imaginarios.

Sobrevivimos a los ángeles de piedra de las pesadillas del instante,

la embriaguez de los oídos petrifica, o estruja las ventanas.

Aquí, con absoluta bondad se oculta la alegría, la respiración inodora

del alba, o el crimen compulsivo que tiene rostro de pandemia.

En mi corazón pulsan las esquinas de todas las tinieblas:

ya no hay extremos ni puntos intermedios en este tiempo que nos disloca

como un dique arrastrado por la sinrazón.

Ya no hay retorno suficiente para detener el revólver de luz

que se apaga, ni un pañuelo para envolver con cariño las palabras.

Todo expiró a sabiendas que el abandono nos marca los pasos.

.

Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021

©André Cruchaga


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