DE BELL NOU
LA NIT REVISCUDA
La noche, la noche, de nuevo la
noche
Ahora quisiera ser un junco de
los lagos
Ahmet Hashim
Perdem la noció del temps, no així l’illa de les cremades.
La nit corroeix les cordes de cendra de la terra: es gasta la vida
en tot açò que transcorre i resta al nu, sense paratges, el futur;
la por en la pell, reviu el bé i el mal,
mentre el so de l’espina dansa com una pedra en les vísceres.
Damunt del crit es buiden les ales, la ràbia pregona de l’infern,
el fred cec d’un destí que s’ageganta fins a buidar-nos.
Al voltant de la nostra veu entretallada entre les dents, l’esquinçall
de pols desprès dels ossos, la fossa sense escales, ni sabates.
Des d’aquest evangeli nàufrag, em trobe enmig de gossos de granit.
Res no té sentit en el núvol mòlt de les intempèries, res quan
les falàcies han recobrat vida i un queda a mercè d’eternitats
del paper empacament successiu de les perversitats.
La nit de bell nou després de dècades d’insomni i immolacions.
La nit de bell nou i no tornes a la promesa feta en la boca,
ni a la mossegada que un dia desvestí l’inhòspit de las setmanes.
.
. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
.
DE NUEVO LA
NOCHE REVIVIDA
La noche, la noche, de nuevo la
noche
Ahora quisiera ser un junco de
los lagos
Ahmet Hashim
Perdemos la noción del tiempo, no así la isla de las quemaduras.
La noche corroe las cuerdas de ceniza de la tierra: se gasta la vida
en todo esto que transcurre y queda al desnudo, sin parajes, el futuro;
el miedo en la piel, revive el bien y el mal,
mientras el sonido de la espina danza como una piedra en las vísceras.
Sobre el grito se vacían las alas, la rabia profunda del infierno,
el frío ciego de un destino que se agiganta hasta vaciarnos.
Alrededor nuestro la voz entrecortada entre los dientes, el jirón
de polvo desprendido de los huesos, la fosa sin escaleras, ni zapatos.
Desde este evangelio náufrago, estoy entre perros de granito.
Nada tiene sentido en la nube molida de las intemperies, nada cuando
las falacias han cobrado vida y uno queda a merced de eternidades
del papel empaque sucesivo de las perversidades.
La noche otra vez después de décadas de insomnio e inmolaciones.
La noche otra vez y no vuelves a la promesa hecha en la boca,
ni al mordisqueo que un día desvistió lo inhóspito de las semanas.
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Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021
©André Cruchaga
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