HISTÒRIA CIRCULAR DEL PARADÍS
Correr una
vez más en medio de la noche al vertedero.
Sumergirme
hasta el cuello en la
montaña
hedionda que emana gas y moscas.
Buscarte y
rebuscarte frenético y a tientas entre el
caldo de
grasas y vísceras podridas, de vinagre y de bilis,
de orines y
cebolla, de entrañas
maceradas,
de amoniaco, de sangre.
Carmela
Greciet
De
les temples al coll els estranys abocadors de l’esperança.
Davant
de mi, no-res més, la història circular del vinagre, els tambors
de
món de les mosques, l’anatomia de colps de les ombres
i
aquestes mans d’insomni amb vels que juguen a falsos paradísos.
Quede
absort davant de les ales saquejades de la innocència.
Atrapat
en l’esfinx corba dels ulls, quasibé com a ritual d’ocell
perseguit
en la idolatria negra del crim.
Una
set de brases fervent al pit i, tanmateix, mai no cessa
el
seu ofici, mai no deixen de descompondre’s les vísceres,
mai
la temptativa de la fugida en embulls d’estàtues esgarrifoses.
De
quina matèria és fet la sotsobra i el terror d’ànimes en la terra,
les
pupil•les dorments de la llengua d’aigua dels ulls.
Més
enllà de la cendra sedentària dels analgèsics, una flama
de
flors cremades apareix atrapada en la gola com un baf
de
fuites letals: una sagnia de vòmits corona les meues paraules.
. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en
català per PERE BESSÓ
.
.
HISTORIA CIRCULAR DEL PARAÍSO
Correr una
vez más en medio de la noche al vertedero.
Sumergirme
hasta el cuello en la
montaña
hedionda que emana gas y moscas.
Buscarte y
rebuscarte frenético y a tientas entre el
caldo de
grasas y vísceras podridas, de vinagre y de bilis,
de orines y
cebolla, de entrañas
maceradas,
de amoniaco, de sangre.
Carmela
Greciet
De
las sienes al cuello los extraños vertederos de la esperanza.
Frente
a mí, nada más, la historia circular del vinagre, los tambores
de
mundo de las moscas, la anatomía de golpes de las sombras
y
estas manos de insomnio con velos que juegan a falsos paraísos.
Quedo
absorto frente a las alas saqueadas de la inocencia.
Atrapado
en la esfinge curva de los ajos, casi como ritual de pájaro
perseguido
en la idolatría negra del crimen.
Una
sed de brasas ferviente en el pecho y sin embargo nunca cesa
su
oficio, nunca dejan de descomponerse las vísceras,
nunca
la tentativa de la fuga en marañas de estatuas escalofriantes.
De
qué materia está hecha la zozobra y el terror de almas en la tierra,
las
pupilas durmientes de la lengua de agua de los ojos.
Más
allá de la ceniza sedentaria de los analgésicos, una llama
de
flores quemadas aparece atrapada en la garganta como un vaho
de
fugas letales: una sangría de vómitos corona mis palabras.
.
Del libro: ‘Fuego de llaves
invisibles’, 2021
©André Cruchaga
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