COMENTARIO Y TRADUCCIÓN- PERE BESSÓ
Querido André:
Tu poema, “una hoja del periódico inédito para escribir los sueños”...
Estas vacaciones han debido de serte provechosas, pues no sólo te habrán proporcionado un respiro, que siempre se agradece sino que, demás, te has traído material que ahora, poco a poco, va dando sus frutos. Como este poema en donde la descripción de la Naturaleza tan distinta a la de San Salvador invita al recogimiento y la reflexión, sí, pero también al destello visionario del paisaje total, en que integras el encuentro con la oculta anatomía espiritual de los seres anónimos, pero hermandos en ese frío, helor. nieve y café negro hirviendo. Resulta, pues, curioso, cómo en la cuna de los mormones y de un capitalismo casi casi calvinista, pasado por la lluvia y el aguanieve en los ojos, puedas haber tenido todavía tiempo para seguir manteniendo tus constantes líricas: has visto ciervos, cuervos, gaviotas, bosques, iceberg y granizos, sí, pero también has visto -desde el sueño o la vigilia- los pechos entelados de vida de las muchachas mientras los perros le lamen los guantes a la nieve...
Un poema cruchaguiano donde el descriptivismo visionario incita a detener el tiempo por breves instantes, invita a la danza de las cucharas en la taza o vaso de café humeante y a cerrar los ojos e imaginarse en el paseo por esas calles con animales gélidos, con paso perezoso o a todo pasto, pero en silencio, como embebiéndose del perfume abrigado del aliento. Un poema cuya altura, en suma, lleva a las colinas armoniosas de las hojas de hierba del frondoso bosque de Walt Whitman...
Un abrazo, amigo, junto a mi felicitación (y envidia).
A las puertas de unas Navidades mediterráneas, pero con el frío que llegó como un zumbido del Norte.
Pere Bessó.
18 Diciembre 2010
WEST JORDAN
Huésped es el que ha de partir, al alba.
FINA GARCÍA MARRUZ
Tot sembla harmonia a South Valley, Best Buy, Kohl's,
Lowe's, Ross, Sam's Club, Sears Grand i Target, —cada dia ha sigut
Un periòdic inèdit per a escriure els somnis.
(Algú podrà dir que són somnambulismes del consum,
Dimonis del capitalisme),
Però passa que sóc viatger de búfals sense fatiga: irremeiable
Ràfega de pergamins i poeta d'estranyeses.
Així que el meu sossec es troba en la pell eriçada de les paraules,
En la calabruixa i en l'iceberg; en l'ebullició de les voravies.
De sobte em recolze en el coixí de l'aurora. La llanterna
Del xiuxueig reconstrueix la memòria,
En la roda inconclusa del sol, en el dia nocturn del cel.
En creuar el carrer, he d'afonar les meues sabates als promontoris
De neu, en aqueix blanc espés de gavines.
Ací em deixaria créixer la barba fins als genolls per a suportar
El fred sense esbargir d'escriure en el meu quadern de notes.
L'aigua forma parets on no es banyen els ànecs ni les burilles
Queden a mercé en les voravies. Aquesta part de la ciutat sembla
Una molsa blanca als meus ulls.
He vist animals gèlids caminant pels carrers
I vellards prenent café negre cremats per llençols muts.
Pose els meus ulls en els corbs: i llardegen els estaules i formigues
Devoren el pixum de la lluna,
Punxen amb el ventall de les seues ales negres, en contrast amb els arbres
Dentats de blanc. De sobte al lluny un cèrvol,
batega als armaris blancs dels canons.
De sobte tremolen les dents davant de tanta església enlairant-se
Fins al cel dels mormons, amb mestissatge i sincretisme.
Allà el dia trencat per les faules. El dia sense anatomies certes.
El dia sense fulles i els gossos llepant els guants de la neu.
Només en les xemeneies resten els mocadors. Vacil•la el somriure
Davant de les parpelles gelades, —davant de la saliva patinant
En la llengua. Queden intactes els predis erms de l'herba,
I la dansa de les culleres dins del got bullint de café.
Mentre els esquirols fugen a través del fil de les branques sense fulles,
Els semàfors omplin de llums la fila de carros.
A ningú no li resulta cridanera aquesta penombra quotidiana. A ningú no li fa
Que les noies entelen els seus pits amb aquest paisatge
Enfarinat. A ningú no li fa la lluna subterrània penjada de la finestra.
A ningú no li fa entrar i eixir dels inodors,
I mastegar l'insomni sense llevar-se els guants i l'alfabet
En gotes de fred. A ningú no li fa ja creuar el somni en gòndoles
I menjar abrigats de cap a peus.
West Jordan, Utah, diciembre de 2010
WEST JORDAN
Huésped es el que ha de partir, al alba.
FINA GARCÍA MARRUZ
Todo parece armonía en South Valley, Best Buy, Kohl's,
Lowe's, Ross, Sam's Club, Sears Grand y Target, —cada día ha sido
Un periódico inétido para escribir los sueños.
(Alguien podrá decir que son sonambulismos del consumo,
Demonios del capitalismo),
Pero sucede que soy viajero de búfalos sin fatiga: irremediable
Ráfaga de pergaminos y poeta de extrañezas.
Así que mi sosiego está en la piel erizada de las palabras,
En el granizo y en el iceberg; en la ebullición de las aceras.
De pronto me recuesto en la almohada de la aurora. La linterna
Del susurro reconstruye la memoria,
En la rueda inconclusa del sol, en el día nocturno del cielo.
Al cruzar la calle, debo hundir mis zapatos en los promontorios
De nieve, en ese blanco espeso de gaviotas.
Aquí dejaría crecer mi barba hasta las rodillas para soportar
El frío sin derramar de escribir en mi cuaderno de notas.
El agua forma paredes donde no se bañan los patos ni las colillas
Quedan a merced en las aceras. Esta parte de la ciudad, parece
Un musgo blanco en mis ojos.
He visto animales gélidos caminando por las calles
Y ancianos tomando café negro quemados por sábanas mudas.
Pongo mis ojos sobre los cuervos: merodean los establos y hormigas,
Devoran la orina de la luna,
Punzan con el abanico de sus alas negras, en contraste con los árboles
Dentados de blanco. De pronto en la distancia un ciervo,
Late en los armarios blancos de los cañones.
De pronto tiritan los dientes frente a tanta iglesia elevándose
Hasta el cielo de los mormones, con mestizaje y sincretismo.
Allá el día roto por las fábulas. El día sin anatomías ciertas.
El día sin hojas y los perros lamiendo los guantes de la nieve.
Sólo en las chimeneas se quedan los pañuelos. Vacila la sonrisa
Frente a los párpados helados, —frente a la saliva patinando
En la lengua. Quedan intactos los predios baldíos de la yerba,
Y la danza de las cucharas dentro del vaso hirviente de café.
Mientras las ardillas huyen a través del filo de las ramas sin hojas,
Los semáforos llenan de luces la fila de carros.
A nadie le es extraña esta penumbra cotidiana. A nadie le importa
Que las muchachas empañen sus senos con este enharinado
Paisaje. A nadie le importa la luna subterránea colgada de la ventana.
A nadie le importa entrar y salir de los inodoros,
Y masticar el insomnio sin quitarse los guantes y el alfabeto
En gotas de frío. A nadie le importa ya, cruzar el sueño en góndolas
Y comer abrigados de pies a cabeza.
West Jordan, Utah, diciembre de 2010
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