PICADA D’ABSOLUTS DESTRUÏTS
Veremos que somos nada salvo el reflejo de nuestra mirada
Fadwa Souleimane
No som res enmig de l’arc del cel que
es difumina en la sendera:
tan aviat com enfosqueix, la llum
perd la seua fisonomia, encara que creme
en el pètal invisible de l’alè. O en
aquella nuesa tocable
de l’olor, o en aquell arbre de
tebiesa de l’ocell al seu niu.
A cada hora que transcorre, els
múltiples noms del silenci
que s’amunteguen en les dents de llet
dels somnis consumits.
Després ens ve la pàgina inversa de
les crineres dels carrers,
els ulls amb certa timidesa de crim,
els somriures derrotats dels
horitzons cecs de les lluernes,
la ciutat o el país que un vol
embolicat en l’arqueologia
de la gebrada de les estàtues
fuetejades pel vendaval del vertigen.
A l’ombra dels somnis, preferesc
amollar la boca a les sinagües
bailables de l’ull enmig de
l’entrecuix de la gota al vas
de la història d’aigües dels peixos
amb la seua baralla d’espines llegides.
A l’oïda de la foscor que escup la
memòria,
la picada dels absoluts destruïts, la
tornada als reflexos
del buit, al no-res radiant en el seu
estat d’evaporació.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en
català per PERE BESSÓ
.
PICOTEO DE ABSOLUTOS DESTRUIDOS
Veremos que somos nada salvo el reflejo de nuestra mirada
Fadwa Souleimane
Somos nada en medio del arco iris que
se difumina en el sendero:
tan pronto oscurece, la luz pierde su
fisonomía, aunque arda
en el pétalo invisible del aliento. O
en aquella desnudez tocable
del olor, o en aquel árbol de tibieza
del pájaro en su nido.
En cada hora que transcurre, los
múltiples nombres del silencio
que se agolpan en los dientes de
leche de los sueños consumidos.
Después nos viene la página inversa
de las crines de las calles,
los ojos con cierta timidez de
crimen,
las sonrisas derrotadas de los
horizontes ciegos de las luciérnagas,
la ciudad o el país que uno quiere
envuelto en la arqueología
de la escarcha de las estatuas
fustigadas por el vendaval del vértigo.
A la sombra de los sueños, prefiero
arrojar la boca a las enaguas
bailables del ojo en medio de las
entrepiernas de la gota en el vaso
de la historia de aguas de los peces
con su trifulca de espinas leídas.
Al oído de la oscuridad que escupe la
memoria,
el picoteo de los absolutos
destruidos, la vuelta a los reflejos
del vacío, a la nada radiante en su
estado de evaporación.
.
Del libro: ‘Fuego de llaves
invisibles’, 2021
©André Cruchaga
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