Imagen FB de Pere Bessó
SOSPITA
…entre dos luces pueden
verse aún
jirones de las sombras que llevamos.
Carlos Pujol
jirones de las sombras que llevamos.
Carlos Pujol
Sospite de la paret emblanquinada del
desvetlament i de la flassada groga
del fred, també del centre sagrat del pany
i de l’espelma del plany en els seus límits inevitables de foscor.
Quan llig el descens de la cendra, sorgeix la visió invisible
de l’absurd i aquesta forma distorsionada de la realitat, quasi obsessiva
bevent-se a glops l’alegria.
Al voltant hi ha boires de dol i records del buit ardent
del fred, també del centre sagrat del pany
i de l’espelma del plany en els seus límits inevitables de foscor.
Quan llig el descens de la cendra, sorgeix la visió invisible
de l’absurd i aquesta forma distorsionada de la realitat, quasi obsessiva
bevent-se a glops l’alegria.
Al voltant hi ha boires de dol i records del buit ardent
en l’angoixa i cerimònies d’un claustre
circular.
A estones queden en l’indefinit, els forats de vidre de la pluja,
aquesta dèria de buscar-te en la umbrel·la d’aigua de la irrealitat.
Sí, de sobte manotejada entre les fulles desordenades del pàlpit.
També en la broma de les noves, en els mesos rugats
de fèretres i funeràries, i en l’argot amnèsic, pútrid, feraç
dels somnis que colpegen aquesta nit d’absències.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
A estones queden en l’indefinit, els forats de vidre de la pluja,
aquesta dèria de buscar-te en la umbrel·la d’aigua de la irrealitat.
Sí, de sobte manotejada entre les fulles desordenades del pàlpit.
També en la broma de les noves, en els mesos rugats
de fèretres i funeràries, i en l’argot amnèsic, pútrid, feraç
dels somnis que colpegen aquesta nit d’absències.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
SOSPECHA
…entre dos luces pueden
verse aún
jirones de las sombras que llevamos.
Carlos Pujol
jirones de las sombras que llevamos.
Carlos Pujol
Sospecho de la pared encalada del desvelo
y de la cobija amarilla
del frío, también del centro sagrado de la cerradura
y de la candela del llanto en sus límites inevitables de oscuridad.
Cuando leo el descenso de la ceniza, surge la visión invisible
del absurdo y esa forma distorsionada de la realidad, casi obsesiva
bebiéndose en sorbos la alegría.
Alrededor hay brumas enlutadas y recuerdos del vacío ardido
en la congoja y ceremonias de un claustro circular.
A ratos quedan en lo indefinido, los agujeros de vidrio de la lluvia,
esa manía de buscarte en la sombrilla de agua de la irrealidad.
Sí, de pronto manoteo entre las hojas desordenadas del pálpito.
También en la bruma de las noticias, en los meses arrugados
de féretros y funerarias, y en la jerigonza amnésica, pútrida, feraz
de los sueños que golpean en esta noche de ausencias.
.
Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
del frío, también del centro sagrado de la cerradura
y de la candela del llanto en sus límites inevitables de oscuridad.
Cuando leo el descenso de la ceniza, surge la visión invisible
del absurdo y esa forma distorsionada de la realidad, casi obsesiva
bebiéndose en sorbos la alegría.
Alrededor hay brumas enlutadas y recuerdos del vacío ardido
en la congoja y ceremonias de un claustro circular.
A ratos quedan en lo indefinido, los agujeros de vidrio de la lluvia,
esa manía de buscarte en la sombrilla de agua de la irrealidad.
Sí, de pronto manoteo entre las hojas desordenadas del pálpito.
También en la bruma de las noticias, en los meses arrugados
de féretros y funerarias, y en la jerigonza amnésica, pútrida, feraz
de los sueños que golpean en esta noche de ausencias.
.
Del libro: Umbral de la sospecha, 2020.
©André Cruchaga
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