Imagen FB de Pere Bessó
A LA VORERA DEL MÓN
Soy todo el hombre
El hombre herido por quién sabe quién
Vicente Huidobro
El hombre herido por quién sabe quién
Vicente Huidobro
Torne a l’home per a morir enmig de tots
els homes.
I en aquesta vocació de lava, abandó, dogmes, confusions,
el cràter de la ferida que discorre com un ull pobre
en les voreres del món.
Dels meus peus, l’asfalt colpejant sempre la història innombrable,
el temps que ens porta cansades malenconies,
sense que el vent bufe i desfaça la veu ja degollada en el camí.
Una set de cendra mossega els ocells niats al pit.
Un udol remot mulla la boca al punt d’enfosquir
entre la mala herba de remots urinaris.
Al capdavall, no sé qui és a l’altre costat de la nit amb les seues fúries.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
I en aquesta vocació de lava, abandó, dogmes, confusions,
el cràter de la ferida que discorre com un ull pobre
en les voreres del món.
Dels meus peus, l’asfalt colpejant sempre la història innombrable,
el temps que ens porta cansades malenconies,
sense que el vent bufe i desfaça la veu ja degollada en el camí.
Una set de cendra mossega els ocells niats al pit.
Un udol remot mulla la boca al punt d’enfosquir
entre la mala herba de remots urinaris.
Al capdavall, no sé qui és a l’altre costat de la nit amb les seues fúries.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ
AL BORDE DEL MUNDO
Soy todo el hombre
El hombre herido por quién sabe quién
Vicente Huidobro
El hombre herido por quién sabe quién
Vicente Huidobro
Vuelvo al hombre para morir en medio de
todos los hombres.
Y en esa vocación de lava, abandono, dogmas, confusiones,
el cráter de la herida que discurre como un ojo pobre
en las orillas del mundo.
De mis pies, el asfalto golpeando siempre la historia innumerable,
el tiempo que nos trae cansadas melancolías,
sin que el viento sople y deshaga la voz ya degollada en el camino.
Una sed de ceniza muerde los pájaros anidados en el pecho.
Un alarido remoto moja la boca al punto de oscurecer
entre la maleza de remotos urinarios.
Al cabo, no sé quién está al otro lado de la noche con sus furias.
.
Del libro “Huidobro redivivo”, 2019
Y en esa vocación de lava, abandono, dogmas, confusiones,
el cráter de la herida que discurre como un ojo pobre
en las orillas del mundo.
De mis pies, el asfalto golpeando siempre la historia innumerable,
el tiempo que nos trae cansadas melancolías,
sin que el viento sople y deshaga la voz ya degollada en el camino.
Una sed de ceniza muerde los pájaros anidados en el pecho.
Un alarido remoto moja la boca al punto de oscurecer
entre la maleza de remotos urinarios.
Al cabo, no sé quién está al otro lado de la noche con sus furias.
.
Del libro “Huidobro redivivo”, 2019
©André Cruchaga
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