En quin plat posarem el nostre menjar, després que incauten la taula?
—Ni tan sols el bacinet i l’excusat són opció hui en dia, per a alcoholitzar
aquesta agonia, en un petit País d’ombres, en aquest vilatge global on tot
sucumbeix: el vol, gota rere gota, és hui una invenció de la tristesa.
Imagen tomada de Miswallpapers.net
ECOLOGIA DEL MANICOMI/ ECOLOGÍA DEL MANICOMIO. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN DEL POETA PERE BESSÓ
Querido André:
Ecología del manicomio es un excelente ejemplo de poema en prosa acorde a los tiempos críticos a que nos aboca este nuevo desorden del capitalismo global, globalización del mercado, pero no de los derechos humanos. ¿Puede hoy el poeta alzar voz lírica de modo potente e inequívoco para denunciar esta crisis que ya no es maladie du siècle sino crisis civilizatoria, como un nuevo milenarismo con sus propios demonios y pecados? Más allá de la función social histórica del poema-panfleto en línea agit-prop vanguardista, puede el poeta considerar válidos para el poema de intensidad lírica los mecanismos de denuncia social, política, cívica? Esa es la pregunta que a tenor del texto que he traducido y comento puedo responder con aplomo y gozosamente, pues, como decía Neruda, sí, siempre que aflore y se salvaguarde lo sustantivo del hecho poético. Y cómo lo logra el poeta Cruchaga? Muchos son los mecanismos que podemos desbrozar como figuras de estilo, muchos que en otras ocasiones he ido apuntando, desde la metáfora, la gradatio, acumulación, la interrogación retórica, el quiasmo, epíteto o metonimia, hipérbole, apóstrofe, quiasmo, ruptura o desplazamiento de sistema y un largo etc pero donde el maestro impone la gravedad de la escritura es en el tratamiento de los tropos de pensamiento que desde la ironía a la falsa paradoja o el juego de contradicciones a través de un humor negro que no nos libra del pasmo. Desde el propio título podemos 'leer' el contraste que suman dos sustantivos en apariencia lejanos: ecología como disciplina de la razón avanzada que nos lleva al equilibrio y a la armonía con la natura, frente al lugar de la demencia, de lo insano, de la desarmonía de la mente. En efecto, el mundo globalizado como un todo de locura, el manicomio. Ya en el interior del poema esa paradoja sin aparente solución tiene su desarrollo. Pues que, lejos de aplicar los principios y leyes de la ecología que permitan 'ordenar' este desafuero universal que se da en la metáfora de 'manicomio', el poeta denuncia los grandes males y carencias de la sociedad actual en la aldea global. Sin embargo, desde el humor negro no vacila en arriesgarse por la pendiente irreconciliable del sarcasmo:
Deberá esperar la noche para guardar el semen, no sea que también se hipoteque en los bancos para formar nuevas especies. Debemos ocultar nuestros jadeos, amor, para que no seamos sospechosos de vivir en la opulencia y tengamos, también, que renunciar a nuestros genitales.
Fuerte, ¿no?
Un riguroso y poderoso alegato y denuncia de la crisis desde un trasfondo lírico -passez-moi le mot- sin necesidad de análisis concienzudo y pormenorizado de las contradicciones del sistema. Un poema que evidencia las gotas seminales de luz entre las umbrías sábanas que se avanzan al reino de las sombras. No en vano, el poema lleva como acápite dos versos esclarecedores del maestro Enrique Lihn, una de las voces más certeras y propias del animal de fondo que es el poeta, si lo es.
Pere Bessó.
Valencia, 25.IV.2012
ECOLOGIA DEL MANICOMI
La realidad es el único libro que nos hace sufrir /
La realidad es la única película que nos quita el sueño…
ENRIQUE LIHN
De què ens serveix, amor, guardar els nostres atifells, si al capdavall, també els expropiarà el Fons Monetari Internacional: els espills, el desvetlament. Tampoc no podem triar l’aire sense pagar per ell, tampoc la mort no és la solució a tota aquesta depredació mortífera. En quin plat posarem el nostre menjar, després que incauten la taula? —Ni tan sols el bacinet i l’excusat són opció hui en dia, per a alcoholitzar aquesta agonia, en un petit País d’ombres, en aquest vilatge global on tot sucumbeix: el vol, gota rere gota, és hui una invenció de la tristesa. Cada vegada, amor, ens acostem a l’hora zero, a la cendra enrauquida al llençol, a les caigudes de les titles en l’ecologia de la Bíblia amb les seues claus d’un altre món que no coneixem. (Devem pensar, potser, en àngels i campanes salvadores, en aqueixos regnes blaus de les hipoteques invertides?) On anirà apacible, el somriure damunt de la cullera florida, buida, adobada de tanta pobresa, quan el nou ordre ens ofereix grans deliris, sense desvetlar les funeràries sinistres que ens sotgen? Tem, amor, que l’epazote, ni la llimonada, ens lleven aquest alifac de vertigen. Haurà d’esperar la nit per a guardar el semen, no siga que també s’hipoteque als bancs per a formar noves espècies. Devem amagar els nostres panteixos, amor, per a no ser sospitosos de viure en l’opulència i hàgem, també, de renunciar als nostres genitals. El pànic inunda aquesta condició d’estimar-te, ni tan sols d’acostar-me amb l’espiga en les mans…
Baratària, 21.IV.2012
ECOLOGÍA DEL MANICOMIO
La realidad es el único libro que nos hace sufrir /
La realidad es la única película que nos quita el sueño…
ENRIQUE LIHN
De qué nos sirve, amor, guardar nuestros aperos, si al final, también los expropiará el Fondo Monetario Internacional: los espejos, el desvelo. Tampoco podemos elegir el aire sin pagar por él, tampoco la muerte es la solución a toda esta depredación mortífera. ¿En qué plato pondremos nuestra comida, después que incauten la mesa? —Ni siquiera la bacinica y el retrete son opción hoy en día, para alcoholizar esta agonía, en un pequeño País de sombras, en esta aldea global donde todo sucumbe: el vuelo, gota a gota, es hoy una invención de la tristeza. Cada vez, amor, nos acercamos a la hora cero, a la ceniza enronquecida en la sábana, a las caídas de la tildes en la ecología de la Biblia con sus llaves de otro mundo que no conocemos. (¿Debemos pensar, acaso, en ángeles y campanas salvadoras, en esos reinos azules de las hipotecas invertidas?) A dónde irá apacible, la sonrisa sobre la cuchara enmohecida, vacía, curtida de tanta pobreza, cuando el nuevo orden nos ofrece grandes delirios, sin desvelar las funerarias siniestras que nos acechan? Temo, amor, que el epazote, ni la limonada, nos quite esta dolama de vértigo. Deberá esperar la noche para guardar el semen, no sea que también se hipoteque en los bancos para formar nuevas especies. Debemos ocultar nuestros jadeos, amor, para que no seamos sospechosos de vivir en la opulencia y tengamos, también, que renunciar a nuestros genitales. El pánico inunda esta condición de amarte, de acercarme siquiera con la espiga en las manos…
Barataria, 21.IV.2012
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