lunes, 15 de julio de 2019

DEN FÖRLORADE RÖSTEN

© Pintura de Joan Mitchell





DEN FÖRLORADE RÖSTEN




Hur skulle man säga allt som borde vara halo
Runt rösten förlorad av sitt djup
Vicente Huidobro




I mitten av jorden full av nätter, rösten av förlusten som mognar i trädets mörka bark. Inför vingens mörka öde lever man bara genom att förtära hunger: Brottets sprickor i munnen sedan gryningen, medan den djupa smaken av sorg.  Drömmen, oåtkomlig, här, är den förälskelse som är bråket  i munnen. Den blodiga skuggan av fötter. Den långa kärleken, trött i sitt skrik, kanten av hat som invaderar naketheten.

Hur är man ett moln av fåglar mellan etervalv och hål med mörk konvulsion. Bara i fallet, jag ler ett ögonblick i en tår, dämpar näsdukar som stenens rynkor.

Från boken "Estación Huidobro", 2019
© André Cruchaga




VOZ EXTRAVIADA




Cómo decir todo lo que debiera ser aureola
En torno de la voz perdida por su propia hondura
Vicente Huidobro




En medio de la tierra colmada de noches, la voz del extravío que madura en la corteza oscura del árbol. Ante el destino tenebroso del ala, se vive apenas devorando el hambre: el crimen crepita en la boca desde que amanece, mientras lo hondo tiene sabor a tristeza. El sueño, inaccesible, aquí, es el pálpito sumido en el cieno. La sombra ensangrentada de los pies. El largo amor cansado en su grito, el filo de odio que invade la desnudez.

Cómo ser nube de pájaros entre bóvedas de éter y huecos de oscura convulsión. Por si acaso, le sonrío un instante a una lágrima, mudo de pañuelos como las arrugas pétreas de la intemperie.

Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga
© Pintura de Joan Mitchell

domingo, 14 de julio de 2019

ULLERES DE L'ABSOLUT

Imagen FB de Pere Bessò





ULLERES DE L'ABSOLUT




Los ataúdes debieran tener remos: como que son
las barcas del Leteo.
Vicente Huidobro




Tot just el riu que es vessa al coixí, i discorre horitzontal
en la seua pupil·la cega. Cap a la fossa d’ombres, l’èxode exhalat
del sutge i la fusta benèvola que abriga les cendres.
Sempre un altre regne s’inclina davant dels nostres ulls com un pit.
I hi ha dol en la creació que s’extingeix.
I hi ha nits plenes com un taüt complet de món.
I hi ha barques solitàries que brillen, lleus, damunt de l’aigua esponjada.
I hi ha un allà per a l’Esperança que mai no acaba en oblit.
La nit i les seues ulleres tremolen en l’absolut de la deshora.
Sovint se sent la tebior del cos que canvia el seu designi.
O el silenci que respira l’alé.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




OJERAS DEL ABSOLUTO




Los ataúdes debieran tener remos: como que son
las barcas del Leteo.
Vicente Huidobro




Apenas el río que se derrama en la almohada, y discurre horizontal
en su pupila ciega. Hacia la fosa de sombras, el éxodo exhalado
del hollín y la madera benévola que arropa las cenizas.
Siempre otro reino se inclina frente a nuestros ojos como un seno.
Y hay luto en la creación que se extingue.
Y hay noches plenas como un ataúd completo de mundo.
Y hay barcas solitarias que brillan, leves, sobre el agua esponjada.
Y hay un allá para la Esperanza que nunca acaba en olvido.
La noche y sus ojeras tiemblan en el absoluto de la deshora.
A menudo se siente la tibieza del cuerpo que cambia su designio.
O el silencio que respira el aliento.
.
Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

sábado, 13 de julio de 2019

PÈRDUA

Imagen FB de Pere Bessò





PÈRDUA




…nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar
Vicente Huidobro




Cada vegada em perc en el riu de llits mutilats, en el seu límit
de sonoritat buida, en el serpenteig que mossega la terra.
Ningú no sap que el destí udola en les seues arestes cegues, en el seu harem
ple de pamflets, en el seu ego d’atrezzo.
Ningú no veu les tapisseries mossegant-nos els ulls,
ni la línia subterrània que mossega els sospirs als carrers.
Vosté potser ho sap i simula un altres somnis, mentre
al veí li arriba el cansament de l’infern
i no sap si la malenconia és d’esquerres de dretes o de centre.
O només s’ha de lamentar la misèria de la incertesa.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ




EXTRAVÍO




…nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar
Vicente Huidobro




Cada vez me extravío en el río de cauces mutilados, en su límite
de sonoridad hueca, en el serpenteo que muerde la tierra.
Nadie sabe que el destino aúlla en sus aristas ciegas, en su harem
lleno de panfletos, en su ego de utilería.
Nadie ve las tapicerías mordiéndonos los ojos,
ni la línea subterránea que muerde los suspiros en las calles.
Usted seguramente lo sabe y simula otros sueños, mientras
al vecino le llega el cansancio del infierno
y no sabe si la melancolía es de derecha o izquierda o de centro.
O sólo hay que lamentar la miseria de la incertidumbre.
.
Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga

viernes, 12 de julio de 2019

LABERINT

Imagen FB de Pere Bessò





LABERINT




El aliento entrecortado va pasando entre los hilos
y empieza a caer la noche.
Vicente Huidobro




Una alena d’ombres talla els fils de la son, mentre emmudeix sense cap indulgència l’orina nascuda dels cantons del temps. Quan cau la nit en la gola barrotada de flegmes, els laberints es validen en el darrer desastre. No sé si em pertanyen aquestes cansades hores del presagi, l’ull balb de les paraules mentre dorm, la glossa de sal tangible als meus ossos. L’alé de genolls és una altra intempèrie de boires davant dels assassins que es bressolen en la seua fera impunitat. (“Comença la fi del món i aquest zumzeig d’hores envellides.”) És un temps marcat per tantes perplexitats i masmorres.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





LABERINTO




El aliento entrecortado va pasando entre los hilos
y empieza a caer la noche.
Vicente Huidobro




Una lezna de sombras corta los hilos del sueño, mientras enmudece sin ninguna indulgencia la orina nacida de las esquinas del tiempo. Cuando cae la noche en la garganta trancada de flemas, los laberintos se validan en el postrer desastre. No sé si me pertenecen estas cansadas horas del presagio, el ojo aterido de las palabras mientras duermo, la glosa de sal tangible en mis huesos. El aliento de rodillas es otra intemperie de brumas frente a los asesinos que se columpian en su fiera impunidad. (“Empieza el fin del mundo y ese zumbido de horas envejecidas.”) Es un tiempo marcado por tantas perplejidades y mazmorras.
.
Del libro “Estación Huidobro”, 2019
©André Cruchaga