viernes, 5 de agosto de 2011

MONÒLEG EN L'INSOMNI/MONÓLOGO EN EL INSOMNIO-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN DE PERE BESSÓ


Ah, dolent vol de volences despoblades: amargs llits
del cuc en la sang, batalles de sanglot cremant,
ser la cendra en aquests focs recòndits, ombra de la fartada,
mort duradera al meu alé, cega tirada a la foguera;...
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MONÒLEG EN L'INSOMNI/MONÓLOGO
EN EL INSOMNIO-COMENTARIO
 Y TRADUCCIÓN DE PERE BESSÓ



Casi nada, amigo André, tomar el impulso desde la cita del gran poeta valenciano en castellano del s. XX. Un poeta amigo de la generación del 27, sobre todo de Cernuda, García Lorca y el joven Dalí, cuando aún era republicano, amigo de Arturo Serrano Plaja o el pintor Ramón Gaya y tanta otra gente que aún parece que fuera hoy cuando todas las tardes un jovencísimo Pere Bessó iba a la calle Taquígrafo Martí para aprovechar las dos horas que tenía de descanso entre tarde y noche en el instituto San Vicente Ferrer, al lado de su casa. Tenía yo apenas 22 años ye inexorablemente iba todas las tardes que me lo permitía el horario de un curso y medio, más de un año pues, a pasarle a máquina (entonces no había ordenadores aquí) al dictado en un pluma olivetti su voluminosa Crónica General, además de Valentín y otras historias de su Dietario... Tuve el privilegio de ser una especie de secretario y de gozar todas las anécdotas que le iban surgiendo al recordar, por ejemplo, sus amores con un inglesito Kennet, en una cama de Luis XIV en un Museo Bretón, gracias a la complicidad de la tía del inglés que sobornó y bien al guarda de noche del museo. Juan era así de decadente. Imagínate la de anécdotas que conocí, de sus conversaciones con Antonio Machado cuando la II República trasladó su capitalidad de Madrid a Valencia, sus mítines junto a Cernuda vestidos con el mono azul, en la época que Cernuda militó en el PCE [Partido Comunista Español] y había de llevarse El Mono Azul, que fue el título, además, de una revista poética y de combate, en la época, repito, en que los poetas, como Miguel Hernández, tomaban partido y se "proletarizaban"...
Y podría estar así durante páginas y ahora veo que debería recogerlo, pues aún me funciona la memoria. He de decirte, además, que era tío de un gran poeta y amigo ya ido, me refiero a César Simón, que deberás leer, si no lo has hecho ya. Un poeta fuera de moda y ocasión. Muy, muy interesante...
Te envío la traducción y esta digresión. No podrás decir que tu escritura no genera rendimiento. Y mucho más cuando tú eres consciente, como Juan Gil-Albert, de que uno siempre escribe de sí mismo hacia fuera, desde el pálpito de la sangre, luego vendrá el rumor del mundo. En realidad, esta obviedad no está reñida con la solidaridad que hemos de tener hacia los demás, pero eso es harina de otro costal y merecería la pena comentar con un vinito de postcena, después de haber acotado los lindes del tema y, más aún, los errores palmarios de la mala con(s)ciencia a la hora de encarar el verdadero compromiso del hombre que anida en el poeta, y no al revés...

Un abrazo del Pere.




MONÒLEG EN L'INSOMNI




Escucho entre mi sangre y oigo el vasto
rumor del mundo,…
JUAN GIL-ALBERT




(Ah, dolent vol de volences despoblades: amargs llits
del cuc en la sang, batalles de sanglot cremant,
ser la cendra en aquests focs recòndits, ombra de la fartada,
mort duradera al meu alé, cega tirada a la foguera;
ser l'estret llit de la llengua, l'aflicció dolorosa del somni,
l'aliment fúnebre del corc.
Camine junt al desdeny de l'ànsia, junt a la llum dolenta
de les quatre parets del vol: porte sense meréixer aquesta ferida
que m'ha nascut de tant aspirar el desvetlament;
en l'insomni tota la meua set s'ha tornat darrera, tota la meua set
davant de l'absència de les paraules; el llim de la llengua gemega
adolorit, terra adins, on s'amaga l'espina.
Em subjuguen totes les abelles baixades de l'arbre de la nit,
la ressecor plena al meu olfacte, la dolçor minvada
a falta de tendresa: travesse els rius invisibles de l'olfacte,
cada campanada acovardeix aquest cuc que porte dins,
la veu rugosa de les pedres, la porfia de l'arcà cap a l'abandó.
En quin sossec puc advertir aquests arcans, sense escopinades,
després de baixar sense compayonia a la perennitat,
al centre del meu cos soterrat als ventalls del crepuscle?
El fullatge de la nit té arenes bellugadisses, ahirs
de fullaraca, equipatges que sempre lligà la sal amb nyuc cec,
tendreses que mai no endeviní amb els meus ulls cecs.
Quan mire el somni que passa a les fosques junt a l'oblit,
tota fugacitat es torna eterna reverència en el meu alé;
quan la brisa arriba, cegada per les meues cremors diàries,
l'espina salta del costat, la pols de la letargia es fa certa.
Ara em lliure a l'alat mutisme del meu insomni:
a les fosques la memòria trafegant silogismes, desencerts doctrinals
dels meus malsons, feina que torna submisa la meua juguesca.
A les fosques arribe a la sang somorgollada dels ocells;
és tant el desvetlament que es tornen presó els meus fantasmes.
A les fosques aquest gemec de la pena, vaixells i trens destrossats,
la claror ensebolida dels meus somnis,
aquest turment que fa més gran la ferida, perllongada
bufanda de l'enruna, atroç racó dels meus anhels.
A prop de mitjanit, no conserve res d'aquest món: se n'ha anat
tota llum; i apareix, sempre, l'afany del rovell,
les Set Cabretes a comptagotes, l'espiga morta de la respiració.
Res no és més cert que la llavor plantada d'aquesta ferida;
quant batec aletargiat a les palpebres, quant fred,
quanta llengua al voltant del meu hostalatge, dents fosques
de l'alfabet, el meu mateix firmament.
la meua mateixa set fera, a les fosques com un crit ensagnat!)


Baratària, 04.VIII.2011





MONÓLOGO EN EL INSOMNIO




Escucho entre mi sangre y oigo el vasto
rumor del mundo,…
JUAN GIL-ALBERT




(Ah, doliente vuelo de querencias despobladas: amargos cauces
del gusano en la sangre, batallas de quemante sollozo,
ser la ceniza en estos fuegos recónditos, sombra del hartazgo,
duradera muerte en mi aliento, ciego apego a la hoguera;
ser el estrecho cauce de la lengua, la cuita dolorosa del sueño,
el alimento fúnebre de la carcoma.
Camino junto al desdén del ansia, junto a la luz doliente
de las cuatro paredes del vuelo: llevo sin merecer esta herida
que me ha nacido de tanto aspirar el desvelo;
en el insomnio toda mi sed se ha vuelto postrera, toda mi sed
ante la ausencia de las palabras; el limo de la lengua gime
dolorido, tierra adentro, donde se oculta la espina.
Me subyugan todas las abejas bajadas del árbol de la noche,
la resequedad plena en mi olfato, la dulzura menguada
a falta de ternura: atravieso los ríos invisibles del olfato,
cada campanazo, amedrenta, este gusano que llevo dentro,
la voz rugosa de las piedras, la porfía del arcano hacia el abandono.
¿En qué sosiego puedo advertir estos arcanos, sin escupitajos,
después de bajar sin compañía a la perennidad,
al centro de mi cuerpo soterrado en los abanicos del crepúsculo?
El follaje de la noche tiene arenas movedizas, ayeres
de hojarasca, equipajes que siempre amarró la sal con nudo ciego,
ternuras que nunca adiviné con mis ojos ciegos.
Cuando miro el sueño que pasa a oscuras junto al olvido,
toda fugacidad se vuelve eterna reverencia en mi aliento;
cuando la brisa llega, cegada por mis quemaduras diarias,
la espina salta del costado, el polvo del letargo se hace cierto.
Ahora me rindo al alado mutismo de mi insomnio:
a oscuras la memoria trasegando silogismos, desatinos doctrinales
de mis pesadillas, faena que vuelve sumisa mi porfía.
A oscuras llego a la sangre sumergida de los pájaros;
es tanto el desvelo, que se vuelven cárcel mis fantasmas.
A oscuras este gemido de la pena, barcos y trenes destrozados,
la claridad enterrada de mis sueños,
esta tortura que hace más grande la herida, prolongada
bufanda del escombro, atroz rincón de mis anhelos.
Casi a la medianoche, no conservo nada de este mundo: se ha ido
toda luz; y aparece, siempre, el afán de la herrumbre,
las Siete Cabritas a cuentagotas, la espiga muerta de la respiración.
Nada es más cierto que la semilla plantada de esta herida;
¡cuánto latido aletargado en los párpados, cuánto frío,
cuánta lengua en derredor de mi hospedaje, dientes oscuros
del alfabeto, mi propio firmamento.
Mi propia sed torva, a oscuras como un grito ensangrentado!)

Barataria, 04.VIII.2011