sábado, 17 de abril de 2010

SOLILOQUI DEL FRED-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Escriure sempre és una raresa. Llegir també és una raresa.
Enraonar amb sinceritat és una raresa
Valen més els meus gossos que les pústules de certes mirades.
Fotografía de: Juan Antonio García López








SOLILOQUI DEL FRED
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó





Escribir poesía es abrirse camino en uno mismo.
MARINA TSVETÁIEVA






Escriure sempre és una raresa. Llegir també és una raresa.
Enraonar amb sinceritat és una raresa
Valen més els meus gossos que les pústules de certes mirades.
Als meus gossos sempre els done el benefici del dubte:
Ells saben que hi ha lleialtat mútua i no afecte immerescut.
Llevat d’excepcions, un es torna serpent en niu de serpents.
També en les exèquies ese veuen bèsties amb muntura.
L’absurd ens dóna les fotografies del contrasentit.
Pobre l’oblit que es torna drassana de rovell.
Pobres els pobres de consciència, els que floten en llavis aliens.
Quan escolte la paraula amor pense en les mosques damunt de les llandes
De soda. Quan em parlen de Déu, pense en els cementeris:
És la paraula més dubtosa que conec en els fetus.
La meua poesia té molt a veure amb Aristófanes, però no amb tots
Els clàssics. Hi ha cares com fondes que inspiren llàstima,
Per molt respectables que siguen les fondes.
Molts viuen a l’infern i des d’ací destil·len verí.
Alguns són aliacrans i tarántules.
D’altres senzillament esquelets. D’altres senzillament cementeris.
Quan un escriu mosseguen les paraules.
La Santíssima Trinitat manté a flot molts llençols bruts.
Sovint el florit cerebral legitima les consciències fosques.
Als cantons cecs de les estaules, les ovelles cegues.
S’esdevé que només el viatge al més enllà és memorable.
S’esdevé una pèrdua de temps parlar de la felicitat entre certs
Eixams d’avispes.
Des de la poesia veig els xiulits agonitzants dels espills.
La contrarietat no sempre és la contrarietat dialèctica.
—Vosté i jo coneixem la hipocresia que ens envolta. De les setmanes
Inconfortables de verí.
A la llum de la llum ens depreden la intel·ligència i mosseguen el segó
De Sant Antoni del Mont, i el Crist blau de les benandances.
A la llum de la llum trenquen la gola.
A la llum de la llum el guant vessat damunt de les ninetes.
A les fosques és més horrible la tenebra de l’ànima.
No sé si el silenci a taula és millor que el de la trona.
No sé si la nit pot engolir-se la llàgrima falsa dels malfactors.
Espere que la raó siga la immaculada algun dia, no el ferment
De l’esquizofrènia, no l’oïda de les agulles,
No el hip hop de l’ombra estrafalària, no la ronya en els dies feliços,
No la mala llet dels criminals investits de frac,
No el rèptil obrint les venes, no el pus loquaç declarant
La guerra contra el paisatge sa dels jardins…
Baratària, 17.IV.2010








SOLILOQUIO DEL FRÍO








Escribir poesía es abrirse camino en uno mismo.
MARINA TSVETÁIEVA







Escribir siempre es una rareza. Leer también es una rareza.
Platicar con sinceridad es una rareza
Valen más mis perros que las pústulas de ciertas miradas.
A mis perros siempre les doy el beneficio de la duda:
Ellos saben que hay lealtad mutua y no afecto inmerecido.
Salvo excepciones, uno se vuelve serpiente en nido de serpientes.
También en los funerales se ven bestias con montura.
El absurdo nos da las fotografías del contrasentido.
Pobre el olvido que se vuelve astillero de herrumbre.
Pobres los pobres de conciencia, los que flotan en labios ajenos.
Cuando escucho la palabra amor pienso en las moscas sobre las latas
De soda. Cuando me hablan de Dios, pienso en los cementerios:
Es la palabra más dudosa que conozco en los fetos.
Mi poesía tiene que ver mucho con Aristófanes, pero no con todos
Los clásicos. Hay caras como mesones que inspiran lástima,
Con todo y lo respetable que son los mesones.
Muchos viven en el infierno y desde ahí destilan veneno.
Algunos son alacranes y tarántulas.
Otros simplemente esqueletos. Otros simplemente cementerios.
Cuando uno escribe muerden las palabras.
La Santísima Trinidad mantiene a flote muchas sábanas sucias.
A menudo el moho cerebral legitima las conciencias oscuras.
En las esquinas ciegas de los establos, las ovejas ciegas.
Resulta que sólo el viaje al más allá es memorable.
Resulta una pérdida de tiempo hablar de la felicidad entre ciertos
Enjambres de avispas.
Desde la poesía veo los silbidos agonizantes de los espejos.
La contrariedad no siempre es la contrariedad dialéctica.
—Usted y yo sabemos de la hipocresía que nos rodea. De las semanas
Inconfortables de veneno.
A la luz de la luz nos depredan la inteligencia y muerden el afrecho
De San Antonio del Monte, y el Cristo azul de las bienandanzas.
A la luz de la luz rompen la garganta.
A la luz de la luz el guante derramado sobre las pupilas.
A oscuras es más horrible la tiniebla del alma.
No sé si el silencio en la mesa sea mejor que el del púlpito.
No sé si la noche pueda tragarse la lágrima falsa de los malhechores.
Espero que la razón sea la inmaculada algún día, no el fermento
De la esquizofrenia, no el oído de las agujas,
No el hip hop de la sombra estrafalaria, no la sarna en los días felices,
No la mala leche de los criminales investidos de frac,
No el reptil abriendo las venas, no el pus locuaz declarando
La guerra contra el sano paisaje de los jardines…
Barataria, 17.IV.2010
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Querido Cru:
La palabra es me-m-o-ra-ble. Un poema memorable, que te envío en su traducción al catalán, pero ya. Que la vida de la gran poeta rusa te abra el camino, los surcos del escribir el tal poema es algo genial, porque del frío térmico se llega -tal como le ocurrió a ella- al frío existencial (y no sólo por el periodo histórico que le tocó vivir). Sólo que tú escribes y te abres camino como otros se abren las venas. Lo tuyo es desangrarse en las nieves de la escritura, como creación y a la vez descreimiento, tal es tu grado de exigencia en la poesía y de vaciamiento. Pero no es memorable, tu poema, por la riqueza con que tratas las referencias más o menos explícitas que te conforman. Algún día se habrá de hablar al referirse al poeta Cruchaga de la presencia/ausencia de Dios, no sólo como agonía sino como encuadramiento cultural, más que como sombra o presentimiento. Así, por ejemplo, bueno es que uno se encuentre con las bienandanzas y bienaventuranzas , y de paso, se recurra a la técnica de las salves, los psalmos que necesitan la sonoridad narcotizante de los elementos (en tu caso también estructuras más complejas, casi ideogramas) repetitivos: tal cual los paralelismos. Bueno es que uno se sienta sugerido por el bíblico Job (no es la primera vez que aparece esta referencia en tus poemas) acompañado de su única compañía leal, los perros que le lamen las llagas y pústulas. Un poema que daría mucho más juego a la hora de perderse en extrapolaciones, pero ése es otro faenar posterior. Te apunto, sin embargo, que en éste la presencia del Mal también tiene sus apuntes, pero no un mal tradicional católico que habita en el inferus, sino acá mismo con toda una legión bestial de demonios muy en la línea de bestiario humanizado, que incluso puede vestir de frac, con toda su jerarquía de poder (y de veneno) frente al sano jardín (la prersencia lejana del edén y de la consciencia inmaculada, si quieres), Así, los reptiles (serpientes), escorpiones o lacranes, tarántulas, avispas y sus venenos mayores y mayores que nos habitan este mundo que vuelves a aparear con la visión del cementerio en esta suerte de automoribundia quevedesca que supone no pocas veces, el proceso de la escritura tuya. Y, por no perder el hilo, no entraré en la referencia concreta de Aristófanes y sus avispas, porque ello supondría haber de hablar de otro de tus materiales bien productivos para la escritura: la crítica social por el sentido y abuso de los " jueces atenienses" de tu nación... Y, como siempre, mi amigo Cru, la crudez y filtro negro de tus humores, ay. Tan sólo como ejemplo:

Cuando me hablan de Dios, pienso en los cementerios:
Es la palabra más dudosa que conozco en los fetos.

Bueno. mi amigo, ya me cuentas.
Un abrazo, por la amistad y el poema.
Pere Bessó