sábado, 17 de abril de 2010

SOLILOQUI DEL FRED-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Escriure sempre és una raresa. Llegir també és una raresa.
Enraonar amb sinceritat és una raresa
Valen més els meus gossos que les pústules de certes mirades.
Fotografía de: Juan Antonio García López








SOLILOQUI DEL FRED
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó





Escribir poesía es abrirse camino en uno mismo.
MARINA TSVETÁIEVA






Escriure sempre és una raresa. Llegir també és una raresa.
Enraonar amb sinceritat és una raresa
Valen més els meus gossos que les pústules de certes mirades.
Als meus gossos sempre els done el benefici del dubte:
Ells saben que hi ha lleialtat mútua i no afecte immerescut.
Llevat d’excepcions, un es torna serpent en niu de serpents.
També en les exèquies ese veuen bèsties amb muntura.
L’absurd ens dóna les fotografies del contrasentit.
Pobre l’oblit que es torna drassana de rovell.
Pobres els pobres de consciència, els que floten en llavis aliens.
Quan escolte la paraula amor pense en les mosques damunt de les llandes
De soda. Quan em parlen de Déu, pense en els cementeris:
És la paraula més dubtosa que conec en els fetus.
La meua poesia té molt a veure amb Aristófanes, però no amb tots
Els clàssics. Hi ha cares com fondes que inspiren llàstima,
Per molt respectables que siguen les fondes.
Molts viuen a l’infern i des d’ací destil·len verí.
Alguns són aliacrans i tarántules.
D’altres senzillament esquelets. D’altres senzillament cementeris.
Quan un escriu mosseguen les paraules.
La Santíssima Trinitat manté a flot molts llençols bruts.
Sovint el florit cerebral legitima les consciències fosques.
Als cantons cecs de les estaules, les ovelles cegues.
S’esdevé que només el viatge al més enllà és memorable.
S’esdevé una pèrdua de temps parlar de la felicitat entre certs
Eixams d’avispes.
Des de la poesia veig els xiulits agonitzants dels espills.
La contrarietat no sempre és la contrarietat dialèctica.
—Vosté i jo coneixem la hipocresia que ens envolta. De les setmanes
Inconfortables de verí.
A la llum de la llum ens depreden la intel·ligència i mosseguen el segó
De Sant Antoni del Mont, i el Crist blau de les benandances.
A la llum de la llum trenquen la gola.
A la llum de la llum el guant vessat damunt de les ninetes.
A les fosques és més horrible la tenebra de l’ànima.
No sé si el silenci a taula és millor que el de la trona.
No sé si la nit pot engolir-se la llàgrima falsa dels malfactors.
Espere que la raó siga la immaculada algun dia, no el ferment
De l’esquizofrènia, no l’oïda de les agulles,
No el hip hop de l’ombra estrafalària, no la ronya en els dies feliços,
No la mala llet dels criminals investits de frac,
No el rèptil obrint les venes, no el pus loquaç declarant
La guerra contra el paisatge sa dels jardins…
Baratària, 17.IV.2010








SOLILOQUIO DEL FRÍO








Escribir poesía es abrirse camino en uno mismo.
MARINA TSVETÁIEVA







Escribir siempre es una rareza. Leer también es una rareza.
Platicar con sinceridad es una rareza
Valen más mis perros que las pústulas de ciertas miradas.
A mis perros siempre les doy el beneficio de la duda:
Ellos saben que hay lealtad mutua y no afecto inmerecido.
Salvo excepciones, uno se vuelve serpiente en nido de serpientes.
También en los funerales se ven bestias con montura.
El absurdo nos da las fotografías del contrasentido.
Pobre el olvido que se vuelve astillero de herrumbre.
Pobres los pobres de conciencia, los que flotan en labios ajenos.
Cuando escucho la palabra amor pienso en las moscas sobre las latas
De soda. Cuando me hablan de Dios, pienso en los cementerios:
Es la palabra más dudosa que conozco en los fetos.
Mi poesía tiene que ver mucho con Aristófanes, pero no con todos
Los clásicos. Hay caras como mesones que inspiran lástima,
Con todo y lo respetable que son los mesones.
Muchos viven en el infierno y desde ahí destilan veneno.
Algunos son alacranes y tarántulas.
Otros simplemente esqueletos. Otros simplemente cementerios.
Cuando uno escribe muerden las palabras.
La Santísima Trinidad mantiene a flote muchas sábanas sucias.
A menudo el moho cerebral legitima las conciencias oscuras.
En las esquinas ciegas de los establos, las ovejas ciegas.
Resulta que sólo el viaje al más allá es memorable.
Resulta una pérdida de tiempo hablar de la felicidad entre ciertos
Enjambres de avispas.
Desde la poesía veo los silbidos agonizantes de los espejos.
La contrariedad no siempre es la contrariedad dialéctica.
—Usted y yo sabemos de la hipocresía que nos rodea. De las semanas
Inconfortables de veneno.
A la luz de la luz nos depredan la inteligencia y muerden el afrecho
De San Antonio del Monte, y el Cristo azul de las bienandanzas.
A la luz de la luz rompen la garganta.
A la luz de la luz el guante derramado sobre las pupilas.
A oscuras es más horrible la tiniebla del alma.
No sé si el silencio en la mesa sea mejor que el del púlpito.
No sé si la noche pueda tragarse la lágrima falsa de los malhechores.
Espero que la razón sea la inmaculada algún día, no el fermento
De la esquizofrenia, no el oído de las agujas,
No el hip hop de la sombra estrafalaria, no la sarna en los días felices,
No la mala leche de los criminales investidos de frac,
No el reptil abriendo las venas, no el pus locuaz declarando
La guerra contra el sano paisaje de los jardines…
Barataria, 17.IV.2010
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Querido Cru:
La palabra es me-m-o-ra-ble. Un poema memorable, que te envío en su traducción al catalán, pero ya. Que la vida de la gran poeta rusa te abra el camino, los surcos del escribir el tal poema es algo genial, porque del frío térmico se llega -tal como le ocurrió a ella- al frío existencial (y no sólo por el periodo histórico que le tocó vivir). Sólo que tú escribes y te abres camino como otros se abren las venas. Lo tuyo es desangrarse en las nieves de la escritura, como creación y a la vez descreimiento, tal es tu grado de exigencia en la poesía y de vaciamiento. Pero no es memorable, tu poema, por la riqueza con que tratas las referencias más o menos explícitas que te conforman. Algún día se habrá de hablar al referirse al poeta Cruchaga de la presencia/ausencia de Dios, no sólo como agonía sino como encuadramiento cultural, más que como sombra o presentimiento. Así, por ejemplo, bueno es que uno se encuentre con las bienandanzas y bienaventuranzas , y de paso, se recurra a la técnica de las salves, los psalmos que necesitan la sonoridad narcotizante de los elementos (en tu caso también estructuras más complejas, casi ideogramas) repetitivos: tal cual los paralelismos. Bueno es que uno se sienta sugerido por el bíblico Job (no es la primera vez que aparece esta referencia en tus poemas) acompañado de su única compañía leal, los perros que le lamen las llagas y pústulas. Un poema que daría mucho más juego a la hora de perderse en extrapolaciones, pero ése es otro faenar posterior. Te apunto, sin embargo, que en éste la presencia del Mal también tiene sus apuntes, pero no un mal tradicional católico que habita en el inferus, sino acá mismo con toda una legión bestial de demonios muy en la línea de bestiario humanizado, que incluso puede vestir de frac, con toda su jerarquía de poder (y de veneno) frente al sano jardín (la prersencia lejana del edén y de la consciencia inmaculada, si quieres), Así, los reptiles (serpientes), escorpiones o lacranes, tarántulas, avispas y sus venenos mayores y mayores que nos habitan este mundo que vuelves a aparear con la visión del cementerio en esta suerte de automoribundia quevedesca que supone no pocas veces, el proceso de la escritura tuya. Y, por no perder el hilo, no entraré en la referencia concreta de Aristófanes y sus avispas, porque ello supondría haber de hablar de otro de tus materiales bien productivos para la escritura: la crítica social por el sentido y abuso de los " jueces atenienses" de tu nación... Y, como siempre, mi amigo Cru, la crudez y filtro negro de tus humores, ay. Tan sólo como ejemplo:

Cuando me hablan de Dios, pienso en los cementerios:
Es la palabra más dudosa que conozco en los fetos.

Bueno. mi amigo, ya me cuentas.
Un abrazo, por la amistad y el poema.
Pere Bessó

sábado, 10 de abril de 2010

COM EL COR DE BOIRA DELS MATINS- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Com el Cor de boira dels matins, aquest riu del cerç a la gola,
—el cos de la boira girada al meu rostre, el gris dels carrers
I les ombres dels galls i les carretes grogues del pols.
Damunt de les voreres hi ha tants dies amuntegats de tristesa, dies cansats de sal,
Deshabitats paraigües de soledat, números sense abric penjant de les ninetes.

Ilustración tomada de la red








COM EL COR DE BOIRA DELS MATINS
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó







…véante mis ojos, muérame yo luego.
SANTA TERESA DE ÁVILA

Pasa un silencio por la línea exacta
donde termina el día,y la luz se deshace iluminando
pequeños universos interiores.
RAFAEL GUILLÉN






Com el Cor de boira dels matins, aquest riu del cerç a la gola,
—el cos de la boira girada al meu rostre, el gris dels carrers
I les ombres dels galls i les carretes grogues del pols.
Damunt de les voreres hi ha tants dies amuntegats de tristesa, dies cansats de sal,
Deshabitats paraigües de soledat, números sense abric penjant de les ninetes.
El paper es torna un calendari fugitiu.
Història fins al coll dels mobles, cos en ciutats sense llavis.
Cada mà sembla un badall fet de l’alé, ombres clavades al coll,
Llibres que esperen l’arna del temps i moren de fatiga.
Ens hem tornat el femer públic de la nit, ens abriga la pústula
De la mort, les fotografies movedisses de la mentida,
Aqueix cansament posseït del pensament.
Ens tornàrem de sobte el port ancorat de la saliva en drassanes de rovell.
Ens tornàrem l’adjetiu en desús, l’arbre sense arrels del cel,
La ciutat perduda en l’albir de l’alfabet. —Ens tornàrem vocabulari d’un altre cos.
La teranyina del somni a les parets, el bisturí sense analgèsics, el sigil de l’escalpel,
El cendrer borrós de la consciència.
Els ulls es cansen en les sabates. Inútils conversacions en la taula de la nit.
Part de la memòria es veu en la serpent de la pell, aqueixa gastada música de la vida,
Aqueixa ferida profunda de les finestres en l’aire.
[Perdérem la brúixola i la roba interior de l’hospitalitat. Perdérem les certeses, l’aire
Del coixí, el mapamundi dels ulls. Perdérem el somriure i els dies blancs
De les dents. Descaminàrem el present en gotes de nitroglicerina.]
La ferida mossega com peixos els albellons. Aquesta casa morta del xiquet amb cavalls.
Aquests apagats ulls de les formigues. La boca en el gris dels gemecs.
Sempre davant de la transparència, les hores fugaces de la gebrada, el fòsfor tallat
Dels anhels, l’eructe fosc dels còdols, —la fel petrificada de la malesa.
Sempre als lliris de les temples, el fil de les mortalles, la pedra de les agulles de cap a la carn.
Davant de la nineta dels records, les escates afonades de les estrelles,
Aquesta ombra del sudari dels anys. La innocència soscavada dels pètals. El vestíbul
De les àmfores trencades. La mòmia de l’angúnia s’ha tornat pergamí d’esquelets.
Refilets freds de l’aurora on es trenquen les lluernes.
—No sé si un dia serem, després d’aquesta severitat de crines, testics d’aquesta suor
Decrèpita, o simple fusta apilada al pit. No sé si serem, el mos del fred
Als capells de l’aire. —Aquest fil cec de caragols desmaiats.
Al midó dels ganivets, els gossos mosseguen el cor del matí.
Lladruga el clot de la cambra, salten l’estrep de les llànties apagades. Davanty de la llunyania,
El cor esberla la ventalla dels mesos, la molsa dels rierols,
I aquesta gota d’alfabet al·lucinada en la ferida del sospir.
Baratària, 09.IV.2010








COMO EL CORAZÓN DE NIEBLA DE LAS MAÑANAS








…véante mis ojos, muérame yo luego.
SANTA TERESA DE ÁVILA

Pasa un silencio por la línea exacta
donde termina el día,y la luz se deshace iluminando
pequeños universos interiores.
RAFAEL GUILLÉN







Como el Corazón de niebla de las mañanas, este río del cierzo en la garganta,
—el cuerpo de la niebla vuelta a mi rostro, el gris de las calles
Y las sombras de los gallos y las carretas amarillas del pulso.
Sobre las aceras hay tantos días acumulados de tristeza, días cansados de sal,
Deshabitados paraguas de soledad, números sin abrigo colgando de las pupilas.
El papel se convierte en un calendario fugitivo.
Historia hasta el cuello de los muebles, cuerpo en ciudades sin labios.
Cada mano parece un bostezo fiero del aliento, sombras clavadas en el cuello,
Libros que esperan la polilla del tiempo y mueren de fatiga.
Nos hemos convertido en el vertedero público de la noche, nos abriga la pústula
De la muerte, las fotografías movedizas de la mentira,
Ese cansancio poseso del pensamiento.
Nos volvimos de pronto el puerto anclado de la saliva en astilleros de herrumbre.
Nos volvimos el adjetivo en desuso, el árbol sin raíces del cielo,
La ciudad perdida en el albedrío del alfabeto. —Nos volvimos el vocabulario de otro cuerpo.
La telaraña del sueño en las paredes, el bisturí sin analgésicos, el sigilo del escalpelo,
El cenicero borroso de la conciencia.
Los ojos se cansan en los zapatos. Inútiles conversaciones en la mesa de la noche.
Parte de la memoria se ve en la serpiente de la piel, esa gastada música de la vida,
Esa herida profunda de las ventanas en el aire.
[Perdimos la brújula y la ropa interior de la hospitalidad. Perdimos las certezas, el aire
De la almohada, el mapamundi de los ojos. Perdimos la sonrisa y los días blancos
De los dientes. Extraviamos el presente en gotas de nitroglicerina.]
La herida muerde como peces los calcañales. Esta casa muerta del niño con caballos.
Estos apagados ojos de las hormigas. La boca en el gris de los gemidos.
Siempre frente a la transparencia, las horas fugaces de la escarcha, el fósforo cortado
De los anhelos, el eructo oscuro de los guijarros, —la hiel petrificada de la maleza.
Siempre en los lirios de las sienes, el filo de las mortajas, la piedra de los alfileres en la carne.
Frente a la pupila de los recuerdos, las escamas hundidas de las estrellas,
Esta sombra del sudario de los años. La inocencia socavada de los pétalos. El vestíbulo
De las ánforas quebradas. La momia de la angustia se ha vuelto pergamino de esqueletos.
Trinos fríos de la aurora donde se rompen las luciérnagas.
—No sé si un día seremos, después de esta severidad de crines, testigos de este sudor
Decrépito, o simple madera acumulada en el pecho. No sé si seremos, el mordisco del frío
En los sombreros del aire. —Este hilo ciego de caracoles desmayados.
En el almidón de los cuchillos, los perros muerden el corazón de la mañana.
Ladra el hoyo de la habitación, saltan el estribo de las lámparas apagadas. Frente a la lejanía,
El corazón quiebra la celosía de los meses, el musgo de los arroyos,
Y esta gota de alfabeto alucinada en la herida del suspiro.
Barataria, 09.IV.2010
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Querido Cru: Te devuelvo el poema que he recibido hoy mismo sábado. Es un poema en tu línea de investigación del comezón y desasosiego propios, en el que es difícil establecer las piedrahitas entre el territorio del alma y los terrenos del sentido. Permíteme, pues, que me quede en algo que siempre te apunto: la dislocación efectiva del código de la lengua, tan de esmero en el poema, lleva a la creación de un mundo muy marcado, y no me refiero sólo a la apropiación del lenguaje, sino en la línea del au-delà. Una realidad autónoma del poema que te transubstancia.
Veamos, ya desde el primer verso: "Como el Corazón de niebla de las mañanas, este río del cierzo en la garganta," y no tengo más remedio para explicar lo inefable que acudir a la retórica. Así pues, metido en harina, ese primer verso da para un capítulo de tesina. Y no te sonrojes. Sé lo que digo. Si establecemos niveles, el primero es la fijación de una estructura comparativa compleja: "Como B, A". Y desentrañemos elementos que interiorizan esta aparente comparación translógica, transracional, y no esencialmente postsurrealista: si en el plano A (pongamos que real) tenemos una estructura de base metafórica con "río de cierzo", en el plano B (pongamos que simbólico) tenemos su correspondiente "corazón de niebla". De entrada pues, en este desglose de chatarrero, el mío, advierto dos elementos de la naturaleza absolutamente necesarios para comprender la belleza dura del poema desde su inicio: la niebla y el cierzo. Curiosos estos dos referentes tan empáticos a tu poesía, y que se explican por sí mismos en su aparatosidad simbólica. Pero no menos curioso y atractivo resulta observar el otro polo de ambas metáforas insertas, me refiero al que forja la estructura que, en un principio, situaba: 'corazón' y 'garganta', las dos referencias del sentimiento (por sinécdoque) y, por ende, lo no tangible frente al sentido (por lo mismo). Pero aún hay mucho más, querido Cru: si en el plano B situamos el eje temporal (las mañanas), en el plano A queda (bien que como metonímia) la garganta seca [y la voz sigilosa] del poeta.
Pero en este entramado de isotopías, analogías y correspondencias, hay lugar para hablar de la necesidad del poeta de remarcar la expresividad con la falsa paradoja, la hipérbole o el quiasmo (lo que merecería mucha más extensión y dedicación a lo que ahora alcanza).
Y si para Verlaine -y remato- llovia en la villa como llovía/lloraba dentro del corazón, para ti poeta sirva su estructura y la lógica de la similitud y comparación de la estructura simbólica, a partir de la metáfora clásica y más que lexicalizada (y amortizada):

"lluvia de lágrimas":

Il pleure dans mon coeur
Comme il pleut sur la ville;

La diferencia esencial radica en tu trabajo de orfebre: Verlaine partía del hallazgo que suponía interiorizar para desvelar la naturaleza oculta (las correspondencias de Baudelaire). Y tú amigo Cruchaga, en el aspecto retórico-formal, te devaneas, agitas, corrompes, repedazas, descuartizas y recompones. Dicho de otro modo, el tuyo es un trabajo de filigranas: tratar de comprender, como primer paso, para reinventar el mundo. Afirmación que sólo es posible si matizamos: desde el poema. Eres de los que de matriz escéptica, creen, sin embargo, que sólo del mundo nos salva la poesía (sic).
Un abrazo.
Pere Bessó

viernes, 9 de abril de 2010

FOSCOR DEL FLORIT-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Ací hi ha flocadures de memòria als testos penjats de la paret.
Hi ha pors als malsons interminables de les finestres,
Laberints on creix la lava del silenci, —consciència de la pols
Garberada al galop dels ecos.
Les fotografíes es fan lleus en un got de saliva.
Autor: Zdzislaw Beksinski








FOSCOR DEL FLORIT
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó







The change thence to the sight here, and to the subtle air breathed by
beings like us who walk this sphere,
The change onward from ours to that of beings who walk other spheres.
WALT WHITMAN
THE WORLD BELOW THE BRINE








Ací hi ha flocadures de memòria als testos penjats de la paret.
Hi ha pors als malsons interminables de les finestres,
Laberints on creix la lava del silenci, —consciència de la pols
Garberada al galop dels ecos.
Les fotografíes es fan lleus en un got de saliva.
Toque el pantà i afone sense desmesura els meus dits.
En alguna pedrenyera cavalca el cel del florit, La collita dels ports
Gastats, el paquet de morts a la butxaca, el cometa
Que mai no tocaren els xiquets, llinda on xiula l’infinit.
Ací hi ha esbalaïment de llavis submergits, cavitat de mesos enfebrits.
Hi ha rovell en la fugida ossuda de les celles,
En aquests telons de ferro deshabitat.
En un moment pense en el meu País. El meu país és dolorós: allò que té
ho endureix la cendra, les fotos sèpia del buit, la mort com un riu
Crivellat, la pedra damunt de la taula.
Sovint és necessari netejar del tot la consciència, el sentit
Bestial del sutze, els ulls del crim als cellers dels ulls,
Aquest temps de profètica indiferència, per molt que s’invoque la llum,
la bona llum samaritana als carrers.
Molts riem o xiulem davant dels turistes; i llancem dolços damunt del
Destrellat dels miratges. —Hem de triar entre el buit
I l’oblit, entre ballar o badallar; o, deixar-se dur pel món
De les girafes. De tota manera es fa agra la llet de les cabres
I la fotosíntesi dels cabdells a les paneres del País.
Però fa igual al capdavall envellir en la nostàlgia, —descendir
A les fosques dents de la lascívia, comerciar amb la memòria,
Mossegar xiulits amb salsa de granit, llevar-li la raó als enigmes.
De sobte es veu el Paradís als teulats, el carrer de Crist al tinter
De l’escuma, la flauta dels borinots al voltant de la tassa de café,
Els ecologistes ofegats en el seu mateix fracàs,
L’hòstia romana insadollable als punyals, combregant entre grans
Ornaments. Al davant meu hi ha conspiracions i infàmies: el mateix
Plat de menja de l’angoixa, els mateixos plans de Seguretat Nacional,
El perbocament al caragol dels hangars,
Les entropessades dels curuls,
La vella avinguda obscena de les eugues castrades, les parets
Amb espectres de la tribu, el mal d’ull de la història a punt de no mirar.
En un moment pense en el meu País, —necessite antídots contra el crit.
Un crucifix per a restaurar els barris,
Un altre infern pera abastir l’eternitat de la sal,
Una compresa de té bord per al pit, una altra soledat desclavada
De mosques, una corda per a donar el salt mortal als rellotges.
Sovint pense en el meu País, aquest riure darrere de la malesa,
Aquesta lluïssor fosca del blanc i negre…
Baratària, 30.III.2010









OSCURIDAD DEL MOHO








The change thence to the sight here, and to the subtle air breathed by
beings like us who walk this sphere,
The change onward from ours to that of beings who walk other spheres.
WALT WHITMAN
THE WORLD BELOW THE BRINE







Hay aquí flecos de memoria en los tiestos colgados de la pared.
Hay miedos en las pesadillas interminables de las ventanas,
Laberintos donde crece la lava del silencio, —conciencia del polvo
Hacinado en el galope de los ecos.
Las fotografías se vuelven leves en un vaso de saliva.
Toco el pantano y hundo sin desmesura mis dedos.
En algún pedernal cabalga el cielo del moho, La cosecha de los puertos
Gastados, el paquete de muertos en el bolsillo, el cometa
Que nunca tocaron los niños, umbral donde silba el infinito.
Hay aquí pasmo de labios sumergidos, cavidad de meses enfebrecidos.
Hay herrumbre en la huida huesuda de las cejas,
En estos telones de hierro deshabitado.
En un momento pienso en mi País. Mi país es doloroso: lo que tiene
Lo endurece la ceniza, las fotos sepia del vacío, la muerte como un río
Acribillado, la piedra encima de la mesa.
A menudo es necesario limpiar completa la conciencia, el sentido
Bestial del hollín, los ojos del crimen en las bodegas de los ojos,
Este tiempo de profética indiferencia, por más que se invoque la luz,
La Buena luz samaritana en las calles.
Muchos reímos o silbamos frente a los turistas; y lanzamos dulces sobre
El sin sentido de los espejismos. —Uno tiene que escoger entre el vacío
Y el olvido, entre bailar o bostezar; o, dejarse llevar por el mundo
De las jirafas. De cualquier manera se torna agria la leche de las cabras
Y la fotosíntesis de los repollos en los canastos del País.
Pero da igual a fin de cuentas envejecer en la nostalgia, —descender
A los oscuros dientes de la lascivia, comerciar con la memoria,
Morder chufles con salsa de granito, quitarle la razón a los enigmas.
Uno de pronto ve el Paraíso en los tejados, la calle de Cristo en el tintero
De la espuma, las flauta de los moscardones alrededor de la taza de café,
Los ecologistas ahogados en su propio fracaso,
La hostia romana insaciable en los puñales, comulgando entre grandes
Ornamentos. Hay frente a mí, conspiraciones e infamias: el mismo
Plato de comida de la congoja, los mismos planes de Seguridad Nacional,
El vómito en el caracol de los hangares,
Los traspiés de los curules,
La vieja avenida obscena de las yeguas castradas, las paredes
Con espectros de la tribu, el mal de ojo de la historia a punto de no mirar.
En un momento pienso en mi País, —necesito antídotos contra el grito.
Un crucifijo para restaurar los barrios,
Otro infierno para alcanzar la eternidad de la sal,
Una compresa de epazote para el pecho, otra soledad desclavada
De moscas, una cuerda para darle el salto mortal a los relojes.
A menudo pienso en mi País, esta risa detrás de la maleza,
Este brillo oscuro del blanco y negro…
Barataria, 30.III.2010



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Querido Cru:
Una vez más el sentimiento desolado de la visión de la Patria, que en este poema llamas País, aparece con todos tus condimentos ya celebrados. Algún día hablaremos sin prisas de cuánto hay de escritura automática y herencia del surrealismo y cuánto hay de expresionismo, tocado con las claves indigenistas (que no sólo se reducen al lenguaje*).
Ese día que espero que sea pronto, muy pronto, habremos de desvelar la lectura de los clásicos, los de acá, los de allí como otro de los elementos que informan, a no dudar, tu poesía. Y, claro es, la materia nutriente de los clásicos latinos por encima -o debajo- de todos ellos. Sin embargo, esto es -hede suponer a estas alturas- terreno común y sabido. Lo que no estará de más es reseñar las huellas y claves de tu oficio. El largo y ancho de tu retórica, del esquema incluso del poema como marco y encuadre para ubicar la escritura y la voz. A esto último me atreveré con un buen vaso de vino, contigo y frente a ti, solos o acompañados de buenos catadores -catadoras, también- de tu poesía. No lo dudes.
-----*Tu poesía, querido André, me lleva, en ocasiones, a la deriva del léxico indígena. Hoy por ejemplo, la "compresa de epazote" [para el dolor de pecho, garganta o estómago, ¿verdad?]. He debido buscar por mis diccionarios, enciclopedias y lexicones en no pocas ocasiones. Hoy lo tuve fácil, como primera entrada he sabido el origen de la voz náhuatl. Pero más cosas curiosas, esa voz significa "hierba del zorrillo", lo que me ha llevado a recordar tratamientos de herbolarios y la herboristería natural/mágica. Casi, casi, me he dejado llevar por un texto que hace ya muchos años leí del asceta Fray Luís de Granada, y de cómo los canes purgan a la busca de determinadas hierbas. Así nos aconsejaba para el alma. Curioso, pues, lo de la compresa de epazote, que en mi lengua recibe los nombres de "te borde", "te falso" y similares...
Ya te iré adelantando cosas de mis averiguaciones.
Un abrazo.
Pere Bessó