domingo, 27 de febrero de 2011

INVENTARI ÍNTIM/ INVENTARIO ÍNTIMO- TRADUCCIÓN Y APOSTILLA DE PERE BESSÓ


Damunt de la branca dels pins, la set dels armaris: la tija arrencada
del subsòl, la pedra enderrocant-se als dits del cel.
Cada gest és una fondalada en la memòria, —el camí dels arrels
té focs incerts, repeus encallats en l’aigua
de les palpebres: campanes líquides on la memòria s’alimenta
de les sobralles de les ombres.



INVENTARI ÍNTIM/ INVENTARIO ÍNTIMO- TRADUCCIÓN Y APOSTILLA DE PERE BESSÓ


Querido André:

Un poema a beneficio de inventario que merecería alguna acotación o apostilla. Quizás en otro momento me encuentre menos cochambroso y pueda matizar sobremanera los matices que difieren del inventario doméstico al personal; más aún, al íntimo, lírico por esencia; quizás pueda entonces hablar de los ojos y dientes de la memoria. Ahora sólo puedo decirte, amigo, que es uno de tus poemas notables. Y observo que tras la noche aparece un símbolo que antes habías, acaso, dejado de lado: la puerta. Tendré que volver a releerte, pero si no me lo niegas tú, es éste un símbolo inusitado. No como las ventanas, alacenas o armarios de pared que siempre están tan presentes en tu poesía, no como las luciérnagas, el sexo desafiante de la soledad o los guacales, cestillas que nosotros no conocemos acá, pero presiento hermosas en su desnudez. Parafraseando tu poema, este domingo todo se me volvió arena pastosa a los ojos. Y por ello, antes que envolverme en los rastrojos de puta vieja y vender el alma, prefiero dejarlo acá. Ya te comentaré, pero la lírica pseudo hagiográfica ataca de nuevo.

Un abrazo.
Pere Bessó



INVENTARI ÍNTIM



with night approaching
we all become vulnerable
everything seems to move slower
as time drifts apathetically…
A LIFE ONCE LOST


Damunt de la branca dels pins, la set dels armaris: la tija arrencada
del subsòl, la pedra enderrocant-se als dits del cel.
Cada gest és una fondalada en la memòria, —el camí dels arrels
té focs incerts, repeus encallats en l’aigua
de les palpebres: campanes líquides on la memòria s’alimenta
de les sobralles de les ombres.
Sovint és necessari etiquetar els somnis:
mastegar certs espessors, desfer les paraules en les rajoles,
triturar la versemblança de les finestres, repensar el pudor de la gespa;
de sobte u es queda desarmat davant de les aigües de la idiotesa:
—la ventúria dels espills com alquimista trasnitat,
la gàbia decadent dels ulls,
la incoherència de les portes com a símbol abastable,
l’escalfred dels sospirs en cistelles sèpia de llunes: el temps
mossega l’aroma de les randes profanades, —la nit diürna
sostinguda en les genives, el suor assedegat d’arnes.
Tot el temps ha sigut de recollir la ferralla acumulada
en els xuclamels, armar compulsivament el desencert del zodíac,
llevar la pelleringa que resta en la granera,
guarden silenci, estupefacte, de les ales rovellades, penajdes
de les parets plurals de les intempèries del pànic.
Entre fer i desfer el desvetlament, la roba destintada de la serradura,
pense en els llampecs inestroncables dels encreuats,
davall de tota la meua anèmia acumulada: la pols deslliurada de les òlibes,
l’hivernacle de l’armari de paret sense dents,
la tassa de café oblidada en les formigues, les dents
imprevisibles de la claredat, sucre feroç de l’esperma aglutinada,
en l’inventari mercenari de les escales amb els seus escalons obscurs,
a punt de ser eucaliptus desfullat, simple cella envaïda
pels desajustes del mirall: (quan estic a prop dels teus braços,
també ve la pedra visceral dels minuts,
el balafiament de la inclemència, les aigües sense rumb, espills
viscerals sense càbales, escarnis sense vaselina. Tot es torna pastosa
sorra als ulls: cadires de feridor aguait, tamborinets de pixum erràtic,
monòlegs d’humides estampetes,
setmanes en flascons de nitroglicerina, inodors de respiració llunyana.
Al capdavall, res no resta en l’oblit: la foguera espellegada com un follet
en bicicleta; els arxius, recòndits en l’ànima aspra: urbanitat
per a acaronar els despertadors, estesos, en l’alé.)

Baratària, 25.II.2011



INVENTARIO ÍNTIMO



with night approaching
we all become vulnerable
everything seems to move slower
as time drifts apathetically…
A LIFE ONCE LOST


Sobre la rama de los pinos, la sed de los armarios: el tallo arrancado
del subsuelo, la piedra desmoronándose en los dedos del cielo.
Cada gesto es una hondonada en la memoria, —el camino de las raíces
tiene fuegos inciertos, repisas encalladas en el agua
de los párpados: campanas líquidas donde la memoria se alimenta
del desecho de las sombras.
A menudo hay necesidad de etiquetar los sueños:
masticar ciertas espesuras, deshacer las palabras en las baldosas,
triturar la apariencia de las ventanas, repensar el pudor del césped;
de pronto uno queda desarmado frente a las aguas de la idiotez:
—el ventarrón de los espejos como alquimista trasnochado,
la jaula decadente de los ojos,
la incoherencia de las puertas como símbolo aprehensible,
el escalofrío de los suspiros en guacales sepia de lunas: el tiempo
muerde el aroma de los encajes profanados, —la noche diurna
sostenida en las encías, el sudor sediento de polillas.
Todo el tiempo ha sido de recoger la chatarra acumulada
en los chupamieles, armar compulsivamente el desatino del zodíaco,
quitar la piltrafa que queda en la escoba,
guardan silencio, estupefacto, de las alas oxidadas, colgadas
de las paredes plurales de la intemperies del pánico.
Entre hacer y deshacer el desvelo, la ropa desteñida del aserrín,
pienso en los relámpagos irrestañables de los crucigramas,
bajo toda mi anemia acumulada: el polvo desprendido de las lechuzas,
el invernadero de la alacena sin dientes,
la taza de café olvidada en las hormigas, los dientes
imprevisibles de la claridad, feroz azúcar del esperma aglutinado,
en el mercenario inventario de las escaleras con sus peldaños oscuros,
a punto de ser eucalipto deshojado, simple ceja invadida
por los desajustes del espejismo: (cuando estoy próximo a tus brazos,
también viene la piedra arraigada de los minutos,
el derroche de la inclemencia, las aguas sin rumbo, viscerales
espejos sin cábalas, escarnios sin vaselina. Todo se vuelve pastosa
arena en los ojos: sillas de hiriente espera, taburetes de errática
orina, monólogos de húmedas estampillas,
semanas en frascos de nitroglicerina, inodoros de lejana respiración.
Al final, nada queda en el olvido: la hoguera desollada como un duende
en bicicleta; los archivos, recónditos en el alma: áspera urbanidad
para acariciar los despertadores, extensos, en el aliento.)

Barataria, 25.II.2011

miércoles, 9 de febrero de 2011

HOSTILITATS/ HOSTILIDADES-TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DEL POETA PERE BESSÓ


Pere Bessó, poeta, crítico y traductor español



HOSTILITATS/ HOSTILIDADES-TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DEL POETA PERE BESSÓ



Una vez más el amigo André Cruchaga vuelve al poema trasunto de pesadilla, en donde lo personal e íntimo -o sencillamente doméstico- se baraja con el descrédito y desencanto dolido de la queja por el devenir poco venturoso del País y Patria. Y, sin embargo, aun siendo un texto con no poca denuncia no es un poema social al uso. Entiendáseme bien: no es un poema de realismo social o cívico, no bajo esa etiqueta. Entre otras cosas, porque André es beligerante ante el principio de uso -abuso- de lengua conversacional o reducción precaria de los recursos estilísticos y/o formales. No hay concesión alguna en este sentido, y tampoco se avendría aquélla con una estética tan personal como difícil, en escritura que tan pronto combina la reflexión clasicista como el trallazo surrealista de las metáforas aparentemente nacidas de una escritura automática. Ojo, aunque no es el propósito de esta apostilla, habría que apuntalar con mucho cuidado qué hay de surrealismo y qué de impostura del mismo (manierismo o subterfugio) en los poemas salmódicos de André Cruchaga, y más aún cuando el poeta desdobla la voz del poema en una voz certera y entera (autor/lector) y la media voz, más de recitado al oído, como una escuchita o de ti para mí (autor/oídor), entre paréntesis, y que el poeta distingue en el interior del poema en una práctica que ya le es habitual.

Pareciera que André se subsumiese en la violencia estructural de la sociedad y acomodase, por tanto, como en su momento hiciera la vanguardia más viotriólica, Dadá, con la consigna "destruye, destruye, destruye", y ello le permite desde el inicio dos líneas de la letra de Sex Pistols, padres putativos del punk, que, sin embargo, muestran un lirismo en estado puro, sin más aditamento, dos auténticos versos paralelísticos que incluyen la anáfora verbal y a la vez paronomásica. Dos líneas o versos en los que el símbolo recurrente es el agua. Agua y mar en donde el poeta se hunde, ahoga y perece. Y es acá en donde André nos concierta y es capaz de llevarnos a Fra Luis de León de la mano, ésta es de calibre, de los Sex Pistols, por mucho que éstos, la banda, no hubieran leído nunca al de Belmonte, cuando escribía aquello -cierto es, en clave amorosa- del verso final del soneto: "el puerto desespero, el hondo pido".

Y si Gaston Bachelard escribía su 'Psicoanális del agua' para avanzar en los entresijos del yo colectivo y su asunción cultural y de clave antropológica, André tomará el símbolo del agua y lo llevará al límite. Un mero adiestramiento de disposición en columnas y fijación de su campo asociativo, tal que en pizarra y aula, nos mostrará un léxico, unas metáforas cuyo plano real/simbólico tiene que ver con el agua y la mar:
-rio crecido a golpe de párpados (metáfora a medio camino de la pura y la clásica A de B, con su hipérbole o exageración incluida: la abundancia de lágrimas o los ojos vidriosos...)
-el trajinar diario de los zapatos nos baña (un eufemismo exagerado, una vez más, de la exudación)
-los diques de la memoria; los espasmos de las aguas; los diversos hundimientos en el mar proceloso de la existencia precaria; alfabetos de estiajes; motines de espuma; aguaceros de las abejas; cangrejos de las rocas; piratería de las conflagraciones; embriaguez con los sudores de la Patria (rica en connotaciones disfemísticas); trozos de servilletas de las nubes (capaz de recordar la imaginería de Char y Magritte al unísomo); bracear entre memorables excrementos (eufemismo, por el contrario, que ya es nadar en la mierda, en pura coloquialidad antipoética); beber la carcoma del brebaje (de nuevo la erosión y destrucción, pero también del pesimismo al nihilismo: da-da-dá...); las llaves del orgasmo (con sus fluidos líquidos)...

Acabaré, pues, los nueve últimos versos son estremecedores por su diseño de radiografía social sin aditivos, pero resueltos con la maestría a que nos tiene acostumbrados el poeta:

Junto al País nos hundimos en medio de tantas hostilidades:
elevamos la violencia a santuario; bajamos hasta el sótano
donde los ideólogos, rezan el Padre Nuestro e inventan rascacielos
sexuales, modismos, dogmas, laberintos publicitarios.
Ante tanto numen, uno no sabe el destino de este País:
es probable que vos y yo sigamos consumiendo cifras macroeconómicas,
minutos de luciérnagas,
y hasta ese vecindario de tijeras de la historia…

Y la ironía o acaso sarcasmo con que finaliza el poeta su texto. Una certera figura de pensamiento que lo redondea. Un jo del poeta que se desdobla y ya es también el tú del lector, en todo caso, devocional, confesional, acólito del amigo Cruchaga, capaz de visualizar plásticamente el contraste entre las cifras macroeconómicas y el detalle minúsculo de los minutos de las luciérnagas, dos coordenadas en que situar las tijeras de la Historia que hace posible reducir la sociedad a esa zona y ámbito de proximidad que es para cualquier lector el vecindario.

Pere Bessó
Mislata, 9 febrero 2011



HOSTILITATS



i wanna drown drown under the water
going down down under the sea.
SEX PISTOLS



Al peu de l’amagatall, els buits consumats de les portes,
les espigues trencades de l’aire, el sabor de les hostilitats com riu
crescut a colp de palpebres.
Ens banya el tragí diari de les sabates amb els seus símbols,
—en l’espasme de les aigües s’afonen les campanes, les arestes
de les ungles, els dics de la memòria amb les seues penitenciaries
assotades per l’alfabet dels estiatges;
ens hem acostumat a caminar entre motins d’escuma:
sovint és la claror diària del crepuscle,
amb tots els seus botins i sutures,
amb el xàfec de les abelles, galtes insípides de la gespa,
albergues per als crancs de les roques, astres retallats
en la pirateria de les conflagracions;
(tu i jo ens hem embriagat amb els suors de la Pàtria:
en la posta, els portals, en el vell joc dels capells de vimet,
en cada esquerda, ara en desús,
en els tricicles verds de les branques de ronya,
en els trossos de tovalloles dels núvols,
en el llençol desvetlat dels botxins que no cessen en el seu ofici;
ens afonem en l’espill rasurat del jo: bracegem entre
memorables excrements, aprenentatges triturats en les parets,
pissarres de sòrdides lliçons
on ens donen a beure el corc del beuratge.
Despertem en els fulls enfonsats de la mutilació: així de senzill,
per molt que posem en ordre o en activació les claus
de l’orgasme. El llit deixà de ser un paradís celest, sobretot
quan la respiració s’ompli de rellotges.)
—Hi ha dies que no són tan ràpids com els e-mails: en aquesta por,
es té pressa quan el gall canta al coixí
u voldria, de sobte, controlar les claus de l’eco,
El manoll de gespa sense disfresses,
assaciar la fam del tigre en els mugrons,
pujar a la terrassa de les devocions, fer terrorisme en els porus
fins a afeitar el cotxe bomba de les pol•lucions.
Junt al País ens afonem enmig de tantes hostilitats:
elevem la violència a santuari; baixem fins al soterrani
on els ideòlegs, resen el Pare Nostre i inventen gratacels
sexuals, modismes, dogmes, laberints publicitaris.
Davant tant numen, no se sap el destí d’aquest País:
és probable que tu i jo continuem consumint xifres macroeconòmiques,
minuts de lluernes,
i àdhuc aqueix veïnat de tisores de la història…

Baratària, 05.II.2011




HOSTILIDADES




i wanna drown drown under the water
going down down under the sea.
SEX PISTOLS




Al pie del escondrijo, los vacíos consumados de las puertas,
las espigas rotas del aire, el sabor de las hostilidades como río
crecido a golpe de párpados.
Nos baña el trajinar diario de los zapatos con sus símbolos,
—en el espasmo de las aguas se hunden las campanas, las aristas
de las uñas, los diques de la memoria con sus penitenciarias
azotadas por el alfabeto de los estiajes;
nos hemos acostumbrado a caminar entre motines de espuma:
a menudo es la claridad diaria del crepúsculo,
con todos sus botines y suturas,
con el aguacero de las abejas, mejillas insípidas del césped,
albergues para los cangrejos de las rocas, astros cercenados
en la piratería de las conflagraciones;
(sos y yo nos hemos embriagado con los sudores de la Patria:
en la posta, los portales, en el viejo juego de los sombreros de mimbre,
en cada grieta, ahora en desuso,
en los triciclos verdes de las ramas de jiote,
en los pedazos de servilletas de las nubes,
en la sábana desvelada de los verdugos que no cesan en su oficio;
nos hundimos en el espejo rasurado del yo: braceamos entre
memorables excrementos, aprendizajes triturados en las paredes,
pizarras de sórdidas lecciones
donde nos dan a beber la carcoma del brebaje.
Despertamos en los folios hundidos de la mutilación: así de simple,
por más que pongamos en orden o en activación las llaves
del orgasmo. La cama dejó de ser un paraíso celeste, sobre todo
cuando la respiración se llena de relojes.)
—Hay días que no son tan rápidos como los e-mails: en este miedo,
uno tiene prisa cuando el gallo canta en la almohada
uno quisiera, de pronto, controlar las llaves del eco,
El manojo de césped sin disfraces,
saciar el hambre del tigre en los pezones,
subir a la terraza de las devociones, hacer terrorismo en los poros
hasta afeitar el cochebomba de las poluciones.
Junto al País nos hundimos en medio de tantas hostilidades:
elevamos la violencia a santuario; bajamos hasta el sótano
donde los ideólogos, rezan el Padre Nuestro e inventan rascacielos
sexuales, modismos, dogmas, laberintos publicitarios.
Ante tanto numen, uno no sabe el destino de este País:
es probable que vos y yo sigamos consumiendo cifras macroeconómicas,
minutos de luciérnagas,
y hasta ese vecindario de tijeras de la historia…

Barataria, 05.II.2011

domingo, 6 de febrero de 2011

FULLA DEL DUBTE/ HOJA DE LA DUDA-TRADUCCIÓN CON APOSTILLA POR PERE BESSÓ

i ha vents que s’aferren al trajecte de la ferida: formen la seua mateixa
túnica de miratges, ombra en l’atri del pit.
En el seu estany, la nuesa es cobreix de teranyines, papallones
progressives esmunyint-se en el corral de la veu.



FULLA DEL DUBTE/ HOJA DE LA DUDA-TRADUCCIÓN CON APOSTILLA POR PERE BESSÓ



Un poema precioso, André, en la linea de tu trabajo de años. Bella tu hoja de la duda, frente a la imposible hoja de ruta infalible para el poeta. Y, como dices, mejor deshojarse en la fría duda que tener que soportar el tránsito con agujeros y alfileres.

Todo un poema de reflexión en el que vuelves a los motivos tan caros: el ámbito de la calle frente al doméstico o el interior de ti mismo. Si algo me llama la atención en éste es la combinación de la fiebre y las lámparas. ¿Quién no ha tenido un achaque o ha pasado jornadas enfermo y ha leído, dormitado, ensoñado o ha cultivado pesadillas a la luz de una lívida lamparilla de la mesita de noche? Quien no lo recuerde, olvida tu aviso para navegantes, 'a grandes altares, grandes tinieblas'. He ahí el sarcasmo que nace de la inteligencia, que no de la complacencia o filosofía de la consolación. Sigue, afortunadamente, habiendo un rebelde en la voz de André Cruchaga.

Pere Bessó.

Mislata,Valencia, 6 Febrero 2011.








FULLA DEL DUBTE




En ese mundo natural, sólo las latas y la paciencia
traen fecha de vencimiento.
RENÉ RODAS



Hi ha vents que s’aferren al trajecte de la ferida: formen la seua mateixa
túnica de miratges, ombra en l’atri del pit.
En el seu estany, la nuesa es cobreix de teranyines, papallones
progressives esmunyint-se en el corral de la veu.
És millor desfullar-me en el fred del dubte que haver de suportar
El trànsit amb forats i agulles de cap.
La febre dóna voltes al voltant de les llànties: així també
M’adone que les ares teixen grans tenebres, bulliments
d’espuma, llet fosca on s’inclina la lloança.
En l’estació morta de les escales, l’abisme té desnivells
d’acordions,
i subasthes on la foguera exorcitza els dies de la setmana;
encara que no es crega, els malls són necessaris per a enderrocar
les marees crescudes dels segles empedreïts i els brúfols negres
de l’idioma: les trenes són singulars rèptils,
en presència de la carn escorxada dels xiprers.
Encara m’alimente de caragols i lluernes: —per bé que cause
alarma, m’inquieta l’esmai en les clarors,
o si es vol, el resplendor en les sales dels aeroports,
on tot el món vol eixir a les terrasses de les falgueres
invisibles. De sobte, és certa la brisa blava que es penja de la llengua,
del cel lunar del sucre, de la foguera que esclata en la gola?
—Tots els dies del calendari són difícils d’entendre;
hui mateix quan les xicones caminen pels carrers de la ciutat
enmig de bestiaris,
de fissures i bagatel•les, d’aigües desconegudes embrutant el dia.
Hui podem inventar qualsevol cosa: d’ençà que els equívocs
nutrisquen la vida ciutadana; que la vida ciutadana estiga sempre en litigi,
i abunde pertot arreu la sospita
de l’almoina del cec en els vidents.
Quan cremem, caduquem en la vareta màgica del temps;
ens ompli el carrer amb els seus versos de granit, el colofó de la història
no advertida, la civada del florit en l’olfacte,
les veritats que mai no arriben a ser-ho enmig de la malesa,
el mèrit dels mugrons per als ulls sense brúixola, el fil dels reixats de fil d’aram
sobre el pa covat per a albergues:
tot excés és dubte. Tot somni damunt de pedra és dubte. Tota paraula
és una escala on l’alfabet tira els seus daus per a provar
la sort del ziga-zaga en les ninetes.
Sovint esl tabals de la saliva no serveixen per a alçar el desig,
Sinó per a festejar la càries declamada per les llànties…

Baratària, 30.I.2010




HOJA DE LA DUDA




En ese mundo natural, sólo las latas y la paciencia
traen fecha de vencimiento.
RENÉ RODAS






Hay vientos que se aferran al trayecto de la herida: forman su propia
túnica de espejismos, sombra en el atrio del pecho.
En su estanque, la desnudez se cubre de telarañas, progresivas
Mariposas resbalando en el traspatio de la voz.
Es mejor deshojarme en el frío de la duda, a tener que soportar
El tránsito con agujeros y alfileres.
La fiebre da vueltas alrededor de las lámparas: así también
Me doy cuenta que los altares tejen grandes tinieblas, ebulliciones
de espuma, lecha oscura donde se inclina la alabanza.
En la estación muerta de las escaleras, el abismo tiene desniveles
de acordeones,
y subastas donde la hoguera exorciza los días de la semana;
aunque no se crea, las almádanas son necesarias para derribar
las mareas crecidas de los siglos empedernidos y los búhos negros
del idioma: las trenzas son singulares reptiles,
en presencia de la carne desollada de los cipreses.
Todavía me alimento de caracoles y luciérnagas: —aunque cause
alarma, me inquieta el desmayo en las claridades,
o si se quiere, el resplandor en las salas de los aeropuertos,
donde todo mundo quiere salir a las terrazas de los helechos
invisibles. De pronto ¿es cierta la brisa azul que se cuelga de la lengua,
del cielo lunar del azúcar, de la hoguera que estalla en la garganta?
—Todos los días del calendario son difíciles de entender;
hoy mismo cuando las muchachas caminan por la calles de la ciudad
en medio de bestiarios,
de fisuras y bagatelas, de aguas desconocidas ensuciando el día.
Hoy podemos inventar cualquier cosa: de ahí que los equívocos,
nutran la vida ciudadana; que la vida ciudadana esté siempre en litigio,
y abunde por doquier la sospecha
de la limosna del ciego en los videntes.
Cuando ardemos, caducamos en la varita mágica del tiempo;
nos llena la calle con sus versos de granito, el colofón de la historia
no advertida, la avena del musgo en el olfato,
las verdades que nunca llegan a serlo en medio de la maleza,
el mérito de los pezones para los ojos sin brújula, el filo de las alambradas
sobre el pan incubado para albergues:
todo exceso es duda. Todo sueño sobre piedra es duda. Toda palabra
es una escalera donde el alfabeto tira sus dados para probar
la suerte del zigzag en las pupilas.
A menudo los tambores de la saliva no sirven para levantar el deseo,
Sino para regocijar la caries declamada por las lámparas…

Barataria, 30.I.2010