Josep Mir, Pere Bessó, Elvira Quintero y Ángela Moreno Gutiérrez
HISTORIA DE UNA TERTULIA Y UN POEMA: "TABERNA", POR EL POETA PERE
BESSÓ
Querido André: Esta
foto tiene, además de su historia y protagonismo, un refrendo, el de la
amistad, a pesar de la distancia, a través de tu poema. Quiero que poseas
algunos datos que muestren la importancia de la imagen, pese a lo que no puede
de sí contextualizar. Era sábado y ese fin de semana coincidía con que Ángela
bajaba de Reus a Mislata y, a través de Emilio (email) me había manifestado su
deseo de que nos viéramos, saludable práctica para conversar de poesía y otros
efímeros (en una de esas charlas en "El Cafetal" de Mislata le hablé
por vez primera de ti y de la importancia de que conectara contigo, ya ves).
Coincidía con el hecho de la estancia de la poeta colombiana Elvira Alejandra
Quintero -la Aleja de alguna de mis traducciones- en nuestra ciudad. Así que
aproveché la ocasión para que Ángela la tratara. Ya en Valencia y realizadas
las gozosas presentaciones, nos encaminamos desde la parada del metro de la
calle Játiva, junto a la Estación de la RENFE, maravilla modernista,
hacia la Lonja y la zona de baretos y tugurios, pues deseaba que
conocieran ambas un rincón -Xènia- en donde podríamos compartir
charla, poemas, libros dedicados y vinitos de la Font de la Figuera
con tomatitos en aceite, a la manera que se conservan en tinajas a lo
largo del Mediterráneo, desde acá, a Túnez, Sicilia, Grecia o Istambul... El
azar quiso que en un cruce de semáforos próximo al edificio Octubre, patrimonio
de la catalanidad de Valencia, nos encontrásemos con Josep Mir, uno de los
poetas que conforma conmigo un buen pedazo de la historia de las tertulias de
La Forest d'Arana. De nuevo presentaciones, una primera parada en
terraza de calleja peatonal y la entrega de Mir de tres poemarios
dedicados de un antiguo premio de la Fiesta de Elx, que acababa de adquirir,
pues a él ya no le quedaban ejemplares. Ni qué decir tiene que habrá de
volver a comprar de nuevo ejemplares de su propio poemario. Cruel destino el
del poeta! Una hora y media más tarde estábamos detrás de la Lonja, en la plaza
de Lope de Vega, y de camino al lugarcillo del 'Xènia', en donde nos
atendió Iulia, una gozada de propietaria, de origen italiano, pero establecida
acá y que habla el catalán valenciano como los ángeles. Allí, tras el consabido
ritual, acabamos tomando 'esgarrat' y jamón, además de unas olivas del
piquillo que eran de glorificar. Del 'esgarrat' -hilos de bacalao y
tiras de pimiento asado con su adobe de aceite, sólo te diré que te emplazo a
probarlo cuando vengas por acá. Más tarde, seguiríamos, a las cuatro de la
tarde, no lejos de allí en un antiguo ultramarinos reconvertido,
un escondite regentado por un italiano afincado también acá que tiene
buenos vinos hispanos, lusos e itálicos. Allí saboreamos la improvisada
sobremesa. Cuando nos despedimos, a media tarde todos regresamos, como dejó escrito
Berceo, cada 'quisqui a su lugar'. Elvira, alborozada, a casa de su hija
en Alboraya, una localidad cercana, famosa por su 'orxata' o leche de chufas, y
nosotros tres a Mislata, con una certeza absoluta: desde entonces y por
edad, a Pere Bessó le acompañarían en el reconocimiento poético Josep Mir,
unos años más joven que yo y, por fin, una jovencísima dulzor -por hacer
bueno el dicho que nohay dos sin tres...- Ángela/Àngels
Moreno.
TAVERNA
A
Pere Bessó, Ángela Moreno Gutiérrez,
Elvira
Alejandra Quintero, Josep Mir
Al voltant de la plaça s’albira també
el joc de les paraules el relleu del poema sobre l’antull de la saliva: aplega
l’erecció del vent en les fulles mediterrànies les virtuts de l’alfabet en els
poders de l’aire vosaltres inalienables amb els poders descreguts de les
enfiladisses al punt de jugar a la rigorositat dels somnis —en l’omnipresència
també aprenc la lliçó del vi la copa de vi en la despulla del text les blanques
recompenses de la mà que encara conserve en la fusta del paper dia redó el llit
trastornat de la llum en l’afany de defensar el foc de les hortènsies quan el
cel canvia a la rebel·lia fèrtil de la llum:
el poema es torna tempesta en l’anàfora de la botella desenterrada de les caves
del territori dels somnis: aquesta verema en hàbit com en deia en Francisco de
Quevedo ens dóna un paisatge de carrers i temps tots els cellers del vers en la
tinta cremada de la cal·ligrafia tots els calendaris de colp en l’espiga del
riure tots els dies fugitius de fotografies — tu Ángela Pere Elvira Josep i
l’aforisme del fullatge en els trens que viren al sens fi de les paraules les
claus de les parpelles tirades en la fulla de la set en l’ardor viu dels temps
transcorreguts del riu que puja errant per l’escalera del joc d’andanes
impossibles —enmig del balafiament de la tinta naixent de la tasca de l’aigua
encantada la ciutat errant dels solcs i les bugaderies del sintagma de les
estrelles i el ferment de la ranera a comptegotes de la fruïció dels raïms un
dia és tan sols l’eternitat del poema la immolació perpètua sobre les branques
de l’ebriesa potser la certesa que encara respirem el moment efímer del gra de
l’alba
Baratària, 04.XI.2012
TABERNA
A
Pere Bessó, Ángela Moreno Gutiérrez,
Elvira
Alejandra Quintero, Josep Mir
Alrededor de la plaza se vislumbra
también el juego de las palabras el relieve del poema sobre el antojo de la
saliva: viene la erección del viento en las hojas mediterráneas las virtudes
del alfabeto en los poderes del aire vosotros inalienables con los
poderes descreídos de las enredaderas al punto de jugar a la
rigurosidad de los sueños —en la omnipresencia también aprendo la
lección del vino la copa de vino en el despojo del texto las blancas
recompensas de la mano que aún conservo en la madera del papel día redondo el
cauce trastornado de la luz en el afán de defender el fuego de las hortensias
cuando el cielo cambia a la rebeldía fértil de
la luz: el poema se vuelve tempestad en la anáfora de la botella desenterrada
de las cavas del territorio de los sueños: esta vendimia en
hábito como decía don Francisco de Quevedo nos da un paisaje de calles y tiempo
todas las bodegas del verso en la tinta quemada de la caligrafía todos los
calendarios de golpe en la espiga de la risa todos los días fugitivos de
fotografías — vos Ángela Pere Elvira Josep y el aforismo del
follaje en los trenes que viran al sinfín de las palabras
las llaves de los párpados tiradas en la hoja de la sed en el ardor vivo de los
tiempos transcurridos del río que sube errante por la escalera del juego de
andenes imposibles —en medio del derroche de la tinta naciente de la labor
del agua encantada la ciudad errante de los surcos y las
lavanderías del sintagma de las estrellas y el fermento del estertor
a cuentagotas de la fruición de los racimos un día es solo la
eternidad del poema la inmolación perpetua sobre las ramas de la embriaguez
acaso la certeza de que todavía respiramos el momento efímero
del grano del alba
Barataria, 04.XI.2012