domingo, 14 de octubre de 2012

ÒPERA/ ÓPERA, TRADUCCIÓN PERE BESSÓ

Imagen tomada de la red





ÒPERA/ ÓPERA, TRADUCCIÓN PERE BESSÓ





Querido André:
Sólo un apunte, cómo te gusta agitar la conciencia de quien tiene el gozo de leerte. Una vez más pareciera que te regodeas con el bombardeo no ya de ‘la palabra en libertad’ sino de la ‘palabra-mortero’ o ‘palabra-carcasa’, en tu texto mismo crecen como semillas sin arancel palpándose sin tregua en las ramazón de los poros. En efecto, las palabras -incontable presente en la mitad del sueño- cobran corporeidad y substancian la realidad del afán: todas las manos nos caben en los colores felinos del deseo. La caricia del ronroneo en el poema.  






ÒPERA




Continue l’empremta del dia no pas de la nit el dia amb aqueix lletreig de la rima suau generalment l’alfabet crema en la flama dels porus el de l’òpera tatuada en el llibre de les gavines així líquida en els sentits de l’èxtasi cada vegada acace una forma: el llindar que sense dubte aclimata els sentits aquells llavis de tinta rutilant potser les aigües de la llum en la memòria irreflexives en la tempesta que gira al voltant de la ferida destructiva en l’àspid de l’avidesa mentre allà damunt de la taula les mans alades de les paraules les sempre dites les que mai no s’havien dit en la interrogant dels lòbuls les parpelles espesses de l’horitzó els braços assedegats de l’enigma nupcial baralla de cel i deliri fogata on em lliure a la gespa del foc i no és sobrer quan la veu s’ompli d’impossibles quan cadascú toca la clau de la surrealitat el llumí en ple bosc de la profusió urgent del somni en el retaule car la prodigalitat d’haver-hi reviscut els jardins i aqueix veler travessant la gola de les aigües vessades en la boca —direu que la pluja traspassa el cor i l’arquitectura els efectes escènics i el maquillatge Dafne o Eurídice parlem de Madame Butterfly Il trovatore y Otello de la nineta líquida al voltant de la brasa quan aquesta es conjuga en la remor de les illades enmig d’aquests missatges infinits bufa el temps crema les gotes de finestres  del batec el cristall de la sorpresa i els peixos com infants en la rutina de les lluernes anem enmig de reixats i fantasmes en començar tot just la nit en l’oceà pregon de les cabòries retornem intactes del viatge dels espills l’alé té la mateixa roba de la inclemència un i un altre entre reflectors se congreguen en l’alberg de les paraules: perquè s’hi fa incomptable el present a la meitat del somni el nèctar dels ecos a doll el firmament com un cant perenne on les semences poden palpar-se sense treva al brancall dels porus totes les mans ens caben en els colors felins del desig

Baratària, 05.X.2012





ÓPERA




Sigo el rastro del día no de la noche el día con ese deletreo de la rima leve generalmente el alfabeto arde en la flama de los poros el de la ópera tatuada en el libro de las gaviotas así líquida en los sentidos del éxtasis cada vez persigo una forma: el umbral que sin duda aclimata los sentidos aquellos labios de tinta rutilante quizás las aguas de la luz en la memoria irreflexivas en la tormenta que gira alrededor de la herida destructiva en el áspid de la avidez mientras allí sobre la mesa las manos alígeras de las palabras las siempre dichas las que nunca se habían dicho en la interrogante de los lóbulos los párpados espesos del horizonte los brazos sedientos del enigma nupcial mezcla de cielo y delirio fogata donde me entrego al césped del fuego y no es para menos cuando la voz se llena de imposibles cuando cada quien toca la llave de la surrealidad el fósforo en pleno bosque de la profusión urgente del sueño en el retablo pues la prodigalidad de haber revivido los jardines y ese velero atravesando la garganta de las aguas derramadas en la boca —diréis que la lluvia traspasa el coro y la arquitectura los efectos escénicos y el maquillaje Dafne o Eurídice hablamos de Madame Butterfly Il trovatore y Otello de la pupila líquida alrededor de la brasa cuando ésta se conjuga en el murmullo de los ijares en medio de estos mensajes infinitos sopla el tiempo quema las gotas de ventanas del latido el cristal del asombro y los peces como niños en la rutina de las luciérnagas vamos en medio de verjas y fantasmas apenas empieza la noche en el océano profundo de las cavilaciones regresamos intactos del viaje de los espejos el aliento tiene la misma ropa de la inclemencia uno y otro entre reflectores se congrega en el albergue de las palabras: porque allí se vuelve incontable el presente a la mitad del sueño el néctar de los ecos a raudales el firmamento como un canto perenne donde las semillas pueden palparse sin tregua en la ramazón de los poros todas las manos nos caben en los colores felinos del deseo