jueves, 8 de noviembre de 2012

NOTA INTRODUCTORIA AL POEMARIO "TABERNA" PERE BESSÓ

Imagen tomada de la red




NOTA INTRODUCTORIA
 AL POEMARIO "TABERNA"
POR PERE BESSÓ

Querido André:


Aplaudo fervientemente los breves poemas en prosa que contienen tu poemario “Taberna” (alguno de cuyos poemas ya conocía). Esa mayor brevedad, claro es, en comparación con los anteriores, permite una lectura más concentrada y de mayor intensidad, dado que evita que el lector pueda desparramarse en el bosque de símbolos y esa economía de los mismos permite la ensoñación en línea, en tiempo real, mientras se lee. Una aprehensión, pues, la del lector, del contenido lírico lineal y continua. Esa progresión de la ‘captura de lectura’ in situ y ‘pantalla total’ -independientemente de la vuelta atrás cuantas veces se desee y vuelta a empezar- se ve favorecida por una mayor contención de las figuras del aparato retórico-formal con que ornas la escritura.

En efecto, veamos las principales: la metáfora A [encrucijada] de B [espejo], determinativa, de ambos planos, real y simbólico, y que se repite en las primera línea si bien, por un lado, pluralizando a la vez que marcando la indeterminación del plano real [espejos, vs el espejo] y, por otro, integrándola en una nueva metáfora de mayor extensión, intención y complejidad sintáctica y semántica: ‘cada cuerpo es una encrucijada de espejos...’

Tal metáfora copulativa y sumativa, referencial del cuerpo A [cuerpo] ‘es’ a [encrucijada] de b [espejo], tan del gusto de André Cruchaga: las metáforas complejas que tantas veces he advertido y estudiado como uno de sus rasgos de estilo, con el símil de las matrioskas rusas que sólo tras un sucesivo desnudamiento se llega a la metáfora-muñeca matriz o nuclear. Añádase, además, a la complejidad de la métafora copulativa y sumativa señalada la estructura locativa ‘hacia la piedra’ complementada, a su vez, con la subordinación del adjetivo adverbial oracional ‘donde se erosionan las manos’ y aun podríamos señalar el papel de la construcción de pasiva refleja.  Pero mejor quedemos en el rol que juega en la lectura la distorsión semántica, absolutamente controlada en su voladura: véase frente a la lógica de ‘la mano que lanza la piedra al espejo para erosionarlo…’, lo que daría a todo un comentario de actores/sujetos que no compete en este comentario necesariamente escueto.

El lector gozará de la ‘animación’ de la virtud –piedad- o de la búsqueda de complicidad del yo lírico con esa forma pronominal inclusiva de la primera persona del plural –nos-, del mismo modo que asociara, quiera que no, la ‘montaña’ o ‘la ladera’ del poema a Juan de Yepes y sus Cántico espiritual uOda en la vida retirada

Nuestro poeta, André Cruchaga, sigue con  su trabajo de manufactura de estilo en el código de escritura: la subversión de la sintaxis y dotación de mayor ‘libertad’ permite, una vez más, por ejemplo, el desplazamiento calificativo y, por ende, la ruptura de sistema: la ladera oscura de una tabernavs  la ladera de una taberna oscura (y ni siquiera entro al estudio de la metáfora según la cual a la ‘montaña’ le llega asociada  una ‘taberna en su costado’. Porque en el ámbito de las asociaciones más o menos imprevistas (pero que guardan la ‘logicidad lírica interna del poema’), nuestro poeta es capaz de jugar a tres bandas: la lluvia del cielo/la espuma del mar/ la baba del caracol, subsumiéndolas finalmente en la carambola de la feliz e inesperada metáfora: ‘la espuma recién llovida de los caracoles’…

En fin, señalemos la función expresiva de la nominalización de los adverbios (el ayer, el ahora), marcadores del eje temporal conformado por el par de oposición -pasado/presente- junto a la sugestión de la mirada –en encrucijada, en clave- marcada por el juego de oposición ahora en el par de antónimos: ‘insomnio/sueños’, en cuya dialéctica del poema se funden realidad e irrealidad o ensueño, pues que, en todo caso, habrá que recordar que en el poeta no hay diferencia de substancia, discontinuidad o abuso de frontera…   




CRUÏLLA DE L’ESPILL



Cada cos és una cruïlla d’espills, cap a la pedra
on s’erosionen les mans;
només la pietat pot salvar-nos del penya-segat, l’aigüavés fosc
d’una taverna,  l’escuma acabada de ploure dels caragols.
Entre un ahir i un ara, les nits dedicades a l’insomni,
i aqueixa manera de mirar, en clau, els propis somnis…

Baratària, 19.VIII.2012




ENCRUCIJADA DEL ESPEJO



Cada cuerpo es una encrucijada de espejos, hacia la piedra
donde se erosionan las manos;
sólo la piedad puede salvarnos del acantilado, la ladera oscura
de una taberna,  la espuma recién llovida de los caracoles.
Entre un ayer y un ahora, las noches dedicadas al insomnio,
y esa forma de mirar, en clave, los propios sueños…

Barataria, 19.VIII.2012