sábado, 17 de abril de 2021

PELEGRÍ D’EPÍLEGS MÚLTIPLES│ PEREGRINO DE EPÍLOGOS MÚLTIPLES

 

Imagen Pinterest



PELEGRÍ D’EPÍLEGS MÚLTIPLES

 

 

crece mi tumba de la que naceré de nuevo

déjame resucitar y ser un pájaro

Nenad Trajković

 

 

Era molsa el fullatge dels dies invisibles, i irreversible la tomba

de la respiració arrugada per l’amargor del martiri secular.

Al profund de la nafra la febre sotmesa al judici final de l’ànima.

Des del costat sagnant, tornes a les Croades del cor.

Per a mi cada dia és un nou somni lliurat als braços;

d’aquesta manera, es refà el cicle de la vida que a estones és estany

de les més malèvoles foscors. En la subversió del foc,

un ocell fa el miracle: el rampell és incontenible en el vent.

Deixa’m ser de bell nou, l’ull i el seu edèn, no la funerària, sí el niu

consagrat, la història que sobreviu a aquest llarg desvetlament d’atifells.

Rep el meu cos cec, després de sobreviure a tant escarni.

Deixa’m trasbalsar la mel i desfer els terbolins del pellingot.

Sóc un pelegrí amb múltiples epílegs, una babel amb sabates

gastades, o el simple badall d’orfandats a la boca d’un infant.

Ostatge he sigut de laboriosos silencis i espectrals dols de finestres.

Ja de tornada, sé el meu alfabet, el nou temps de set a la gola.

.

.

PEREGRINO DE EPÍLOGOS MÚLTIPLES

 

 

crece mi tumba de la que naceré de nuevo

déjame resucitar y ser un pájaro

Nenad Trajković

 

 

Era musgo el follaje de los días invisibles, e irreversible la tumba

de la respiración arrugada por lo amargo del martirio secular.

En lo profundo de la llaga la fiebre sometida al juicio final del alma.

Desde el costado sangrante, vuelves a las Cruzadas del corazón,

Para mí cada día es un nuevo sueño entregado a los brazos;

de esta manera, se rehace el ciclo de la vida que a ratos es estanque

de las más aviesas oscuridades. En la subversión del fuego,

un pájaro hace el milagro: el arrebato es incontenible en el viento.

Déjame ser de nuevo, el ojo y su edén, no la funeraria, sí el nido

consagrado, la historia que sobrevive a ese largo desvelo de aperos.

Recibe mi cuerpo ciego, después de sobrevivir a tanto escarnio.

Déjame trasegar la miel y deshacer los torbellinos del andrajo.

Soy un peregrino con múltiples epílogos, una babel con zapatos

gastados, o el simple bostezo de orfandades en la boca de un niño.

Rehén he sido de laboriosos silencios y espectrales duelos de ventanas.

Ya de regreso, sé mi alfabeto, el nuevo tiempo de sed en la garganta.

.

Del libro: ‘Fuego de llaves invisibles’, 2021

©André Cruchaga