miércoles, 9 de febrero de 2011

HOSTILITATS/ HOSTILIDADES-TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DEL POETA PERE BESSÓ


Pere Bessó, poeta, crítico y traductor español



HOSTILITATS/ HOSTILIDADES-TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DEL POETA PERE BESSÓ



Una vez más el amigo André Cruchaga vuelve al poema trasunto de pesadilla, en donde lo personal e íntimo -o sencillamente doméstico- se baraja con el descrédito y desencanto dolido de la queja por el devenir poco venturoso del País y Patria. Y, sin embargo, aun siendo un texto con no poca denuncia no es un poema social al uso. Entiendáseme bien: no es un poema de realismo social o cívico, no bajo esa etiqueta. Entre otras cosas, porque André es beligerante ante el principio de uso -abuso- de lengua conversacional o reducción precaria de los recursos estilísticos y/o formales. No hay concesión alguna en este sentido, y tampoco se avendría aquélla con una estética tan personal como difícil, en escritura que tan pronto combina la reflexión clasicista como el trallazo surrealista de las metáforas aparentemente nacidas de una escritura automática. Ojo, aunque no es el propósito de esta apostilla, habría que apuntalar con mucho cuidado qué hay de surrealismo y qué de impostura del mismo (manierismo o subterfugio) en los poemas salmódicos de André Cruchaga, y más aún cuando el poeta desdobla la voz del poema en una voz certera y entera (autor/lector) y la media voz, más de recitado al oído, como una escuchita o de ti para mí (autor/oídor), entre paréntesis, y que el poeta distingue en el interior del poema en una práctica que ya le es habitual.

Pareciera que André se subsumiese en la violencia estructural de la sociedad y acomodase, por tanto, como en su momento hiciera la vanguardia más viotriólica, Dadá, con la consigna "destruye, destruye, destruye", y ello le permite desde el inicio dos líneas de la letra de Sex Pistols, padres putativos del punk, que, sin embargo, muestran un lirismo en estado puro, sin más aditamento, dos auténticos versos paralelísticos que incluyen la anáfora verbal y a la vez paronomásica. Dos líneas o versos en los que el símbolo recurrente es el agua. Agua y mar en donde el poeta se hunde, ahoga y perece. Y es acá en donde André nos concierta y es capaz de llevarnos a Fra Luis de León de la mano, ésta es de calibre, de los Sex Pistols, por mucho que éstos, la banda, no hubieran leído nunca al de Belmonte, cuando escribía aquello -cierto es, en clave amorosa- del verso final del soneto: "el puerto desespero, el hondo pido".

Y si Gaston Bachelard escribía su 'Psicoanális del agua' para avanzar en los entresijos del yo colectivo y su asunción cultural y de clave antropológica, André tomará el símbolo del agua y lo llevará al límite. Un mero adiestramiento de disposición en columnas y fijación de su campo asociativo, tal que en pizarra y aula, nos mostrará un léxico, unas metáforas cuyo plano real/simbólico tiene que ver con el agua y la mar:
-rio crecido a golpe de párpados (metáfora a medio camino de la pura y la clásica A de B, con su hipérbole o exageración incluida: la abundancia de lágrimas o los ojos vidriosos...)
-el trajinar diario de los zapatos nos baña (un eufemismo exagerado, una vez más, de la exudación)
-los diques de la memoria; los espasmos de las aguas; los diversos hundimientos en el mar proceloso de la existencia precaria; alfabetos de estiajes; motines de espuma; aguaceros de las abejas; cangrejos de las rocas; piratería de las conflagraciones; embriaguez con los sudores de la Patria (rica en connotaciones disfemísticas); trozos de servilletas de las nubes (capaz de recordar la imaginería de Char y Magritte al unísomo); bracear entre memorables excrementos (eufemismo, por el contrario, que ya es nadar en la mierda, en pura coloquialidad antipoética); beber la carcoma del brebaje (de nuevo la erosión y destrucción, pero también del pesimismo al nihilismo: da-da-dá...); las llaves del orgasmo (con sus fluidos líquidos)...

Acabaré, pues, los nueve últimos versos son estremecedores por su diseño de radiografía social sin aditivos, pero resueltos con la maestría a que nos tiene acostumbrados el poeta:

Junto al País nos hundimos en medio de tantas hostilidades:
elevamos la violencia a santuario; bajamos hasta el sótano
donde los ideólogos, rezan el Padre Nuestro e inventan rascacielos
sexuales, modismos, dogmas, laberintos publicitarios.
Ante tanto numen, uno no sabe el destino de este País:
es probable que vos y yo sigamos consumiendo cifras macroeconómicas,
minutos de luciérnagas,
y hasta ese vecindario de tijeras de la historia…

Y la ironía o acaso sarcasmo con que finaliza el poeta su texto. Una certera figura de pensamiento que lo redondea. Un jo del poeta que se desdobla y ya es también el tú del lector, en todo caso, devocional, confesional, acólito del amigo Cruchaga, capaz de visualizar plásticamente el contraste entre las cifras macroeconómicas y el detalle minúsculo de los minutos de las luciérnagas, dos coordenadas en que situar las tijeras de la Historia que hace posible reducir la sociedad a esa zona y ámbito de proximidad que es para cualquier lector el vecindario.

Pere Bessó
Mislata, 9 febrero 2011



HOSTILITATS



i wanna drown drown under the water
going down down under the sea.
SEX PISTOLS



Al peu de l’amagatall, els buits consumats de les portes,
les espigues trencades de l’aire, el sabor de les hostilitats com riu
crescut a colp de palpebres.
Ens banya el tragí diari de les sabates amb els seus símbols,
—en l’espasme de les aigües s’afonen les campanes, les arestes
de les ungles, els dics de la memòria amb les seues penitenciaries
assotades per l’alfabet dels estiatges;
ens hem acostumat a caminar entre motins d’escuma:
sovint és la claror diària del crepuscle,
amb tots els seus botins i sutures,
amb el xàfec de les abelles, galtes insípides de la gespa,
albergues per als crancs de les roques, astres retallats
en la pirateria de les conflagracions;
(tu i jo ens hem embriagat amb els suors de la Pàtria:
en la posta, els portals, en el vell joc dels capells de vimet,
en cada esquerda, ara en desús,
en els tricicles verds de les branques de ronya,
en els trossos de tovalloles dels núvols,
en el llençol desvetlat dels botxins que no cessen en el seu ofici;
ens afonem en l’espill rasurat del jo: bracegem entre
memorables excrements, aprenentatges triturats en les parets,
pissarres de sòrdides lliçons
on ens donen a beure el corc del beuratge.
Despertem en els fulls enfonsats de la mutilació: així de senzill,
per molt que posem en ordre o en activació les claus
de l’orgasme. El llit deixà de ser un paradís celest, sobretot
quan la respiració s’ompli de rellotges.)
—Hi ha dies que no són tan ràpids com els e-mails: en aquesta por,
es té pressa quan el gall canta al coixí
u voldria, de sobte, controlar les claus de l’eco,
El manoll de gespa sense disfresses,
assaciar la fam del tigre en els mugrons,
pujar a la terrassa de les devocions, fer terrorisme en els porus
fins a afeitar el cotxe bomba de les pol•lucions.
Junt al País ens afonem enmig de tantes hostilitats:
elevem la violència a santuari; baixem fins al soterrani
on els ideòlegs, resen el Pare Nostre i inventen gratacels
sexuals, modismes, dogmes, laberints publicitaris.
Davant tant numen, no se sap el destí d’aquest País:
és probable que tu i jo continuem consumint xifres macroeconòmiques,
minuts de lluernes,
i àdhuc aqueix veïnat de tisores de la història…

Baratària, 05.II.2011




HOSTILIDADES




i wanna drown drown under the water
going down down under the sea.
SEX PISTOLS




Al pie del escondrijo, los vacíos consumados de las puertas,
las espigas rotas del aire, el sabor de las hostilidades como río
crecido a golpe de párpados.
Nos baña el trajinar diario de los zapatos con sus símbolos,
—en el espasmo de las aguas se hunden las campanas, las aristas
de las uñas, los diques de la memoria con sus penitenciarias
azotadas por el alfabeto de los estiajes;
nos hemos acostumbrado a caminar entre motines de espuma:
a menudo es la claridad diaria del crepúsculo,
con todos sus botines y suturas,
con el aguacero de las abejas, mejillas insípidas del césped,
albergues para los cangrejos de las rocas, astros cercenados
en la piratería de las conflagraciones;
(sos y yo nos hemos embriagado con los sudores de la Patria:
en la posta, los portales, en el viejo juego de los sombreros de mimbre,
en cada grieta, ahora en desuso,
en los triciclos verdes de las ramas de jiote,
en los pedazos de servilletas de las nubes,
en la sábana desvelada de los verdugos que no cesan en su oficio;
nos hundimos en el espejo rasurado del yo: braceamos entre
memorables excrementos, aprendizajes triturados en las paredes,
pizarras de sórdidas lecciones
donde nos dan a beber la carcoma del brebaje.
Despertamos en los folios hundidos de la mutilación: así de simple,
por más que pongamos en orden o en activación las llaves
del orgasmo. La cama dejó de ser un paraíso celeste, sobre todo
cuando la respiración se llena de relojes.)
—Hay días que no son tan rápidos como los e-mails: en este miedo,
uno tiene prisa cuando el gallo canta en la almohada
uno quisiera, de pronto, controlar las llaves del eco,
El manojo de césped sin disfraces,
saciar el hambre del tigre en los pezones,
subir a la terraza de las devociones, hacer terrorismo en los poros
hasta afeitar el cochebomba de las poluciones.
Junto al País nos hundimos en medio de tantas hostilidades:
elevamos la violencia a santuario; bajamos hasta el sótano
donde los ideólogos, rezan el Padre Nuestro e inventan rascacielos
sexuales, modismos, dogmas, laberintos publicitarios.
Ante tanto numen, uno no sabe el destino de este País:
es probable que vos y yo sigamos consumiendo cifras macroeconómicas,
minutos de luciérnagas,
y hasta ese vecindario de tijeras de la historia…

Barataria, 05.II.2011