sábado, 23 de junio de 2012

CANTÓ DEL FUM/ESQUINA DEL HUMO, TRADUCCIÓN Y COMENTARIO INTERIOR DEL POEMA: PERE BESSÓ

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CANTÓ DEL FUM/ESQUINA DEL HUMO
TRADUCCIÓN Y COMENTARIO INTERIOR DEL POEMA: PERE BESSÓ




CANTÓ DEL FUM




És un vel de despulles que aleteja en aquest temps de boques ardents. Fuig, ací, de la frivolitat desvetlada en raïms giratoris. Miratge? ¿Naufragi? És la vigília que embolcalla com una platja les meues temples, les meretrius de la negror als ràfecs, cabelleres flotants despreses de la carn. Estic cec de fils oscilants, cec de trafegar espills en vòmit, cec de tanta ardorosa eloqüència i, tanmateix, inútil, cec darrere d'un alberg de roques, ¡tanta vena trencada en el cànter estroncat del destí, l'ombra atroç que s'embolica en el cerç! ¡Naveguem en el somni o la fantasia, en alguna rosa de sucre, o en l'ardent canelobre de l'Ereb? Després de tantes mans agòniques, qui pot dir-ho, qui aleshores en el cos sense roba dels dies, qui la imatge en l'albada dels cantons, la sal implacable dels penyals. A estones només el suplici amb nosaltres. La pedra perenne al llavi. El bosc gris esclata als ulls, respira sense cap neutralitat al tronc del pit, dins dels ràfecs immensos dels sentits, cos de granit que s'espeña en el batec. Déu amb mi, el seu cresol de molses, les panderetes de l'arbre del badall, allà on també grinyolen el martell i les culleres, el còdol sense treva de les monedes, l'ombra del brufol girant com un fantasma al son barroc de la pluja. Vida, no em dónes més ulls aombrats, ni la llum a ran de terra de les caretes, ni les estacions en redons enigmes…

Baratària, 21VI.2012



He aquí, querido Andre, un nuevo poema de entre los que últimamente nos tienes acostumbrados. Desde el intimismo lírico, la corriente de conciencia con su punto de arranque de trasfondo surrealista, con toda una carga bien abastada de recursos formales y figuras de pensamiento. Desde lo más visible como la interrogación y exclamación retóricas o la expresividad del epíteto a la metáfora varia y de mayor complejidad o las secuencias enumerativas, atravesando el territorio de la prosopopeya o la referència mítica...
Con tal material y tejido no nos habrá de extrañar la vena y aporte de músculo del poeta, aunque no haya intención alguna de enseñorearse en ello. De la aparente paradoja inicial al recurso de la imprecación o el vocativo final.
En efecto, es digna de estudio la enunciación y aserto con que principia el texto:


'Es un velo de despojos que aletea en este tiempo de ardientes bocas'

Más allá de la metáfora A de B, 'velo de despojos', indiciaria en ambos planos real y simbólico de la Muerte; de la animación 'aletea' o del epíteto 'ardientes bocas', hay que destacar cómo nos encontramos al primer tajo de lectura con la conmoción que nos ofrece ese par contrastivo: 'velo de despojos [Muerte]/ardientes bocas [Vida]'.

Para acabar con la petición del poeta, laso de tal lid:

'Vida, no me des más ojos ensombrecidos, ni la lumbre al ras del suelo de las máscaras, ni las estaciones en redondos enigmas…'

De idéntico interés a la hora del estudio formal y de significación, pues el lector pasa de la tercera persona a la primera persona de desbordante lirismo. Así si nos detenemos un tanto y, repuestos de la emoción, buscamos la raíz del ornato, pronto descubriremos el equilibrio de la connotación mediante el adjetivo atributivo 'ojos ensombrecidos' frente al epíteto 'redondos enigmas'; la metáfora desarrollada y compleja 'la lumbre a ras del suelo de las máscaras' (en donde nuevamente el poeta juega con la conmoción en el lector de la denotación en par de oposición 'lumbre/máscaras'); la gradatio ascendente y clímax final mediante la enumeración acumulativa bien ordenada ( y, por tanto, para el asentimiento sin mayor dificultad, frente a la práctica común del poeta en el tratamiento de la acumulación caótica de elementos...)

Pere Bessó
Mislata, Valencia, 23.VI.2012




ESQUINA DEL HUMO




Es un velo de despojos que aletea en este tiempo de ardientes bocas. Huyo, aquí, de la frivolidad desvelada en racimos giratorios. ¿Espejismo? ¿Naufragio? Es la vigilia que envuelve como una playa mis sienes, las meretrices de la negrura en los aleros, flotantes cabelleras desprendidas de la carne. Estoy ciego de filos oscilantes, ciego de trasegar espejos en vómito, ciego de tanta ardorosa elocuencia y sin embargo inútil, ciego tras un albergue de rocas, ¡tanta vena rota en el cántaro trunco del destino, la sombra atroz que se enreda en el cierzo! ¡Navegamos en el sueño o la fantasía, en alguna rosa de azúcar, o en el ardiente candelabro del Erebo? Después de tantas manos agónicas quién puede decirlo, quién entonces en el cuerpo sin ropa de los días, quién la imagen en la alborada de las esquinas, la sal implacable de los peñascos. A ratos sólo el suplicio con nosotros. La piedra perenne en el labio. El bosque gris estalla en los ojos, respira sin ninguna neutralidad en el tronco del pecho, dentro de los aleros, inmensos de los sentidos, cuerpo de granito que se despeña en el pálpito. Dios conmigo, su candil de musgos, las panderetas del árbol del bostezo, allí donde también rechinan el martillo y las cucharas, el guijarro sin tregua de las monedas, la sombra del búho girando como un fantasma al son barroco de la lluvia. Vida, no me des más ojos ensombrecidos, ni la lumbre al ras del suelo de las máscaras, ni las estaciones en redondos enigmas…

Barataria, 21VI.2012