sábado, 27 de octubre de 2012

RECORDE EL VERS DE L’AROMA DE LES TEUES CAMES/ RECUERDO EL VERSO DEL AROMA DE TUS PIERNAS. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN PERE BESSÓ

Imagen tomada de la red




RECORDE EL VERS DE L’AROMA DE LES TEUES CAMES/ RECUERDO EL VERSO DEL AROMA DE TUS PIERNAS. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN PERE BESSÓ





Una vez más, André Cruchaga vuelve a las huellas del (des)amor en la vigilia de los fuegos y las sombras de ceniza. Y siempre, siempre, aunque sea desde la lejanía más inclemente, nos llega el tren de mercancías con el erotismo de unas piernas tan largas (y húmedas) como un río. Si para Juan de Yepes –mi Amado, las montañas…-, para nuestro poeta:

esa montaña insondable donde nutro de recuerdos mi memoria y así con la perennidad del asombro construyo acequias para enterrar cualquier miseria o agonía al trasluz del candil de medianoche tu cuerpo hondo reposando en mis sienes

Un asombro, pues, en André Cruchaga que le alcanza al trasiego, vísperas del trance. Una iluminación de ‘(des)amor a lo humano’ con idéntico afán de delicadeza. Qué si no la evocación tan clásica del candil en la media noche del cuerpo hondo…

Respecto del ordenamiento formal del poema, sólo incidiré en el trabajo digno del orfebre, capaz de bombardear de complejas imágenes selectivas la ‘mirada’ del lector. La metáfora de género próximo, tal cual la describió Víctor Bodini, para los clásicos del Siglo de Oro castellano, tiene su realce desde el propio título: ‘el aroma de tus piernas’. Nada descabellado pues someter al rigor del deseo lo que se calla por cuanto dice.  Pero que ese jardín de las delicias merezca ser recordado en un verso, qué alto goce, merecedor de un buen endecasílabo o alejandrino… Y, por acabar, es que hay versos que huelen a rosas. A rosas negras.  


  

RECORDE EL VERS DE L’AROMA DE LES TEUES CAMES





En la set del poema, l’aroma arrancat a les teues  cames el tren en la jornada fugaç del paisatge: és tota vivència el cristall de vagons entre les diverses formes del foc entre el batec i la fulgència dels ulls entre la boca i l’ombra que deixen els rails al seu pas —jo ací percaçant l’ungla amarga de la distància el buit que s’obri de bestreta als límits, tornes? L’espera és llarga a l’hora en què el rellotge fa sonar els seus ferros ferradures en el past del poema el riu de les teues cames es penja de la tinta damunt del quadern el camí escarlata la carn que mossega la saliva sovint no resta cap altre llit raonable més que aqueix dia que s’abasta a sí mateix en el silenci les matinades captives en l’esmalt de l’albada aqueixa muntanya insondable on nodrisc de records la meua memòria i així amb la perennitat de la sorpresa gran bastisc céquies per a soterrar qualsevol misèria o agonia al besllum del cresol de mitjanit el teu cos pregon reposant en les meues temples, dorms? no sé si dorms sota la gravetat d’una brasa absorta en la porta penjant de la boira sota un silenci greu que traça la matinada o és el vers la semença d’un altre univers: des de la flaire dissolem l’òrbita de la tinta el camí fragorós que tracen les abelles en la rima del fornall vingueu ací amb mi llavors en aquesta absència de cavalls lliures damunt del còdol encara hi ha aguaits de tendresa i un espill dibuixat en la set per a no veure més que la febrilitat del camí el bronze sense absurd d’estàtues o alguna cosa pareguda amb tanta fam és una relíquia el somni mentre dormim així que  el rosegó de l’ocell que siga la prova per a la taula compartida: mai no tingué l’avui tants somriures com l’alba com ara aqueixa veu que ix sobirana de la boca a la cerca del seu mateix  rumb només sent quan enmig de la nit escric el poema
  
Baratària, 12.X.2012





RECUERDO EL VERSO DEL AROMA DE TUS PIERNAS





En la sed del poema, el aroma arrancado a tus piernas el tren en la jornada fugaz del paisaje: es toda vivencia el cristal de vagones entre las distintas formas del fuego entre el pálpito y el brillo de los ojos entre la boca y la sombra que dejan los rieles a su paso —yo aquí siguiendo la uña amarga de la distancia el vacío que se abre anticipado a los límites ¿vuelves? La espera es larga a la hora en que el reloj hace sonar sus fierros herraduras en el pasto del poema el río de tus piernas se cuelga de la tinta sobre el cuaderno el camino escarlata la carne que muerde la saliva a menudo no queda otro lecho razonable sino ese día que se basta así mismo en el silencio las madrugadas cautivas en el esmalte de la alborada esa montaña insondable donde nutro de recuerdos mi memoria y así con la perennidad del asombro construyo acequias para enterrar cualquier miseria o agonía al trasluz del candil de medianoche tu cuerpo hondo reposando en mis sienes ¿duermes? no sé si duermes bajo la gravedad de una brasa ensimismada en la puerta colgante de la niebla bajo un silencio grave que traza la madrugada o es el verso la semilla de otro universo: desde el aroma disolvemos la órbita de la tinta el camino fragoroso que trazan las abejas en la rima de la fragua venid aquí conmigo entonces a esta ausencia de caballos sueltos sobre el guijarro aún hay atisbos de ternura y un espejo dibujado en la sed para no ver sino la febrilidad del camino el bronce sin absurdo de estatuas o algo parecido con tanta hambre es una reliquia el sueño mientras dormimos y pues el mendrugo del pájaro que sea la prueba para la mesa compartida: jamás tuvo el hoy tantas sonrisas como el alba como esa voz que sale soberana de la boca en busca de su propio derrotero sólo oye cuando a mitad de la noche escribo el poema

Barataria, 12.X.2012