martes, 27 de diciembre de 2011

VÍVID L'AIRE/ VÍVIDO EL AIRE, TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ





VÍVID L'AIRE/ VÍVIDO EL AIRE, TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ


Amigo André:

Un canto exultante a la vida, al aire que respiramos, vemos y tocamos. Un aire que sentimos como un orgasmo nacido del viento. Qué imagen más atrevida y sorprendente con su lógica y que hemos de asentir de todas todas: el orgasmo del aire es viento que arrastra nuestros cuerpos. Un aire que resplandece en nuestros ojos extraviados. Un aire, suma expresividad que echa humo, un aire, pues, hogar y por el tiro de la chimena. Un aire que es renuevo de la naturaleza, trueno y relámpago, pero también sudor y raíz. Un aire que es plenitud en su origen, espuma, mar, sal enfebrecida. Un aire, en suma, hálito que toca fondo y nos eleva a la más alta pasión de la llama hasta subsumirnos en las brasas del cuerpo hecho Uno. Qué maravillosa recreación de la comunión y reconversión del aire que se vuelve caricia en las manos sudorosas que nos respiran!
Un poema, amigo, donde saboreamos la sal más dulce del aliento suavemente agitado.
Un abrazo.
Pere Bessó




VÍVID L'AIRE




Vívid l'aire desfet en les mans, el sexe nascut del vent, plantat en el cos de les ninetes. En la branca nua del sucre, el fruit recollit de la brasa; pres l'ull en les lluernes, l'orgasme amb el seu repic de campanes: cruix abstret el bategament de la sang, el fumeral obert del pany. Cremat l'amagatall de llampecs, assaboresc, assaborim, l'essència renovellada de l'arrelament. Al capdavall, la suor és ànima bessona de la rosada, la sal la febre del mar i l'escuma; l'alé un arc de sucre sobre el clam dels arrels de l'escuma. Hem de trobar-nos sempre en gràcia d'aquesta profunda carn, carn al fin d'espessos pergamins per a escriure en els encaixos d'aquest parentesc embriac: toquem fons embolicats en un únic cos, en un únic centímetre de l'apogeu, en un únic verd de peixos bracejant replets d'aire. L'aire és el nostre monument a la frescor, després de tindre la fam en la brasa…




VÍVIDO EL AIRE





Vívido el aire deshecho en las manos, el sexo nacido del viento, plantado en el cuerpo de las pupilas. En la rama desnuda del azúcar, el fruto recogido de la brasa; prendido el ojo en las luciérnagas, el orgasmo con su redoble campanas: cruje ensimismada la palpitación de la sangre, la chimenea abierta de la cerradura. Quemado el escondrijo de relámpagos, saboreo, saboreamos, la esencia renovada del arraigo. Después de todo, el sudor es alma gemela del rocío, la sal la fiebre del mar y la espuma; el aliento un arco de azúcar sobre el clamor de las raíces de la espuma. Tenemos siempre que hallarnos en gracia de esta profunda carne, carne al fin de espesos pergaminos para escribir en los encajes de este ebrio parentesco: tocamos fondo enrollados en un solo cuerpo, en un solo centímetro del apogeo, en un solo verde de peces braceando repletos de aire. El aire es nuestro monumento a la frescura, después de tener el hambre en la brasa…

lunes, 26 de diciembre de 2011

MALGRAT TOT L’EFĺMER SEMPRE ÉS ETERN/PESE A TODO, LO EFĺMERO SIEMPRE ES ETERNO-TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ

Sempre les coses menudes toquen la barba del temps: —em toques,
ens toquem per a sempre, és a dir, el sostre indeleble,
les aigües polides del verd, sense batecs, fluent damunt de l’aigua
dels cabells, sagnant en l’espina dorsal de l’aire.
Fotografía de André Cruchaga
 




MALGRAT TOT L’EFĺMER SEMPRE ÉS ETERN/PESE A TODO, LO EFĺMERO SIEMPRE ES ETERNO-TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ




Querido André: Tras este paréntesis de diciembre ojalá llegue la normalidad de los días adustos. Yo la convoco con la traducción de este poema. a guisa de superar la aparente paradoja o contradicción del título, como aquella señora Fortuna, mudable por no hacer mudanza en su costumbre. Ahí es nada, pues, la sucesión de efímeros por lograr el instante eterno, el aevo. La cita del poeta Pepe García Nieto al que tuve la suerte de tratar en mi juventud viene que ni a crin. Tengo alguno de sus libros dedicados y he de decirte que publiqué mis primeros poemas en castellano en su Poesía Hispánica. De mi época universitaria son los viajes a Madrid y visitar su despacho y, enfrente, el de Félix Grande, secretario de los Cuadernos Hispanoamericanos. Volviendo a tu poema, si bien el poema está muy bien construido, me agrada sobremanera el final que se resuelve en un metáfora cuyo núcleo te es tan grato. En este caso el alfabeto de la vida. Una metáfora que merecería todo un estudio desde su más temprana evolución. Los primeros padres de la Iglesia en Oriente la tomaron de los filósofos paganos griegos. Ya cristianizada fue muy productiva a lo largo de la Edad media, si bien ahora bajo la lectura de la cartilla también se asoció al tratamiento de los celos en el amor, y en la literatura contemporánea,no hay más que recordar al maestro del Aleph...
Acabada la zeta del alfabeto de la vida, llegamos al último recodo, vuelta del camino y ya sólo somos memoria, efímeros para gloria de la eternidad. Mientras tanto, como certeza, vivimos del pasado.






MALGRAT TOT L’EFĺMER SEMPRE ÉS ETERN




crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.
JOSÉ GARCĺA NIETO





Malgrat tot, l’efímer sempre és etern: al lleu frec flotem en l’abric
de les reminiscències, somnis sublimats convertits en llàmpecs;
llengües al voltant del rusc que el temps erigeix en volta.
Mai no perdem l’escala de la respiració en el bagul del calendari,
la gota de sang ens commou en la creu de cada dia,
—tu sempre present en les randes del vent, en el segle
del minut de les jardineries, estranyes boques que creixen en els arrels,
la pedra exacta en la llengua desfullada,
mans en el buit de l’ala del corb a punt de secar la tinta
de la pluja i, tanmateix, avall en les aigües subterrànies
de la consciència, tu tan verda amb els teus ulls de molsa, tan plena
de cràters i mirades, foc del caliu a la vista de l’ànima.

Sempre les coses menudes toquen la barba del temps: —em toques,
ens toquem per a sempre, és a dir, el sostre indeleble,
les aigües polides del verd, sense batecs, fluent damunt de l’aigua
dels cabells, sagnant en l’espina dorsal de l’aire.
—Fórem i serem sempre, l’ala, el sol a mans plenes amb totes
les possibles foscors del planeta, amb tots els morts que anuncia
el tro, branques on voleteja el vaivé de les temples,
les illades del minut en la campana de ventalls i finestres.

Sovint la llum ens assisteix amb crina a boca de canó: no podem deixar
de ser cecs davant del destí, cecs de tant mirar l’horitzó
en retrospectiva, cecs davant de la plaça líquida de la pell.
Quantes vegades despoblem els instants de la imminència,
i es tornà sospita tot el que estigué a prop dels nostres batecs,
les pors, el joc de sonar, tot hivern crescut de les hores?
Mai no fou fàcil riure davant de l’alegria desconeguda,
aquella llum absurda, de sobte en l’ombra del clarobscur,
en aquel espill estrany de les paraules amb fervor de minut.
Què fem hui, amb tanta memòria acumulada, sense reguers?
Sent l’estranya forma dels mapes, les mateixes preguntes descregudes,
el crepuscle d’un blues a l’hora de fer inventaris;
hi ha eternitats, és clar, millors que l’abandó absolut:
—tu véns en l’alé del vil•là, en la papallona de la flama,
en aqueix estrany truc de l’alba i el cerç.

No sé si un día se’ns gastarà tot l’alfabet, encara que llavors
tindré de beuratge la gran sorpresa, l’èter devastador de les meues dolences;
per a llavors, és dir, per a sempre, hauré fet de l’incert
una certesa: una sola paraula, lleu com les ombres que ens segueixen
al voltant de les més antigues flaires.
En aclarar-se el camí, entrem en la memòria…





PESE A TODO, LO EFĺMERO SIEMPRE ES ETERNO




crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía.
JOSÉ GARCĺA NIETO



Pese a todo, lo efímero siempre es eterno: al leve roce flotamos en el abrigo
de las reminiscencias, sueños sublimados convertidos en relámpagos;
lenguas alrededor de la colmena que el tiempo erige en bóveda.
Jamás perdemos la escalera de la respiración en el baúl del calendario,
la gota de sangre nos conmueve en la cruz de cada día,
—vos siempre presente en las puntillas del viento, en el siglo
del minuto de las jardinerías, extrañas bocas que crecen en las raíces,
la piedra exacta en la lengua deshojada,
manos en el hueco del ala del cuervo a punto de secar la tinta
de la lluvia y sin embargo, abajo en las aguas subterráneas
de la conciencia, vos tan verde con tus ojos de musgo, tan llena
de cráteres y miradas, fuego del rescoldo a la vista del alma.

Siempre las pequeñas cosas tocan la barba del tiempo: —me tocas,
nos tocamos para siempre, es decir, el techo indeleble,
las aguas lustradas del verde, sin latidos, fluyendo sobre el agua
de los cabellos, sangrando en la espina dorsal del aire.
—Fuimos y seremos siempre, el ala, el sol a manos llenas con todas
las posibles oscuridades del planeta, con todos los muertos que anuncia
el trueno, ramas donde revolotea el vaivén de las sienes,
los ijares del minuto en la campana de abanicos y ventanas.

A menudo la luz nos asiste con crin a quemarropa: no podemos dejar
de ser, ciegos ante el destino, ciegos de tanto mirar el horizonte
en retrospectiva, ciegos ante la plaza liquida de la piel.
¿Cuántas veces despoblamos los instantes de la inminencia,
y se torno sospecha cuanto estuvo cerca de nuestros pálpitos,
los temores, el juego de sonar, todo el invierno crecido de las horas?
Nunca fue fácil reír ante la alegría desconocida,
aquella luz absurda, de pronto en la sombra del claroscuro,
en aquel espejo extraño de las palabras con fervor de minuto.
¿Qué hacemos hoy, con tanta memoria acumulada, sin acequias?
Siento la extraña forma de los mapas, las mismas preguntas descreídas,
el crepúsculo de un blues a la hora de hacer inventarios;
hay eternidades, por supuesto, mejores que el abandono absoluto:
—vos venís en el aliento del vilano, en la mariposa de la flama,
en ese extraño truco del alba y el cierzo.

No sé si un día se nos gastará todo el alfabeto, aunque para entonces,
tendré de brebaje el asombro, el éter devastador de mis dolencias;
para entonces, es decir, para siempre, habré hecho de lo incierto
una certeza: una sola palabra, leve como las sombras que nos andan
alrededor de los más antiguos aromas.
Al despejarse el camino, entramos a la memoria…

domingo, 27 de noviembre de 2011

ACÍ, EL ROSTRE EN L’UDOLAMENT/ AQUÍ, EL ROSTRO EN EL AULLIDO-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ


Junto a estas vértebras de la congoja, sucesión de cuerpos
 desahuciados en los rieles salados de trenes que hunden
 las aguas y los fósforos que encienden el rocío.
Imagen tomada de Miswallpapers.net





ACÍ, EL ROSTRE EN L’UDOLAMENT/ AQUÍ, EL ROSTRO EN EL AULLIDO-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ




Querido André:


Una tonalidad sentimental grave y de tristeza prolongada como un aullido de lobo lastimero y menesteroso. ¡Qué gran verdad que vivimos la muerte muchas veces antes de morir definitivamente! Todavía recuerdo aquel poema de César Simón (de su libro Erosión) en el que afirmaba que sí, la muerte es eso, tú –evocando a la amada- recostada en el tronco del árbol con otro. Tu poema guarda -describe- una amalgama de exterminios previos y sucesivos, gracias a una enumeración simbólica que reordena el caos a través de unos núcleos que se van explicitando de menor a mayor extensión lingüística creando clímax o atmósfera cada vez más inquietante: sombras, telarañas, olvidos, de clara valoración negativa, pero también trinos, que pudiendo ser denotado por su oposición a aullido, se carga de negatividad semántica merced a su estructura adjetival, del mismo modo ocurre con transparencias rotas y entrañables litorales:

sombras como cascos, (A1)
húmedas telarañas enredadas en las manos, (A2)
olvidos que el hambre ha ido mordiendo hasta el punto de borrar toda reminiscencia, (A3)
trinos cuya avidez hace cárcavas, A4)
transparencias rotas en el paladar, (A5)
entrañables litorales donde no se pueden izar barriletes, ni jugar a las canículas del estertor. (A6).

Si he descompuesto el proceso de acumulación en la enumeración aparentemente caótica, pero ordenada, como ya señalé, por creciente complejidad morfosintáctica, pero también semántica [cada uno de los núcleos de esta polimembración actúa como indicio de la muerte, signo y símbolo], es porque desearía insistir en este punto, a despecho de otros rasgos que se infieren del poema, pero que has de perdonar que no comente hoy.
En efecto, analicemos en la pizarra virtual la (de)construcción lingüística de cada uno de los miembros:

(A1) el miembro inicial de los seis que componen tal recurso es el más parco: comparación de dos núcleos sustantivos, (correspondiente a sus dos planos), en ausencia de presentadores o adjetivos. Acá la denotación es plena. Y una cierta ambigüedad latente: cascos sin modificación directa ni indirecta (¿de caballos? ¿de militares o soldados?)

(A2) goza su núcleo de la doble adjetivación. Epíteto, por un lado y postpuesto o atributo, por otro, derivado del participio vernal, lo que le permite su extensión circunstancial locativa.

(A3)la mayor extensión de este miembro se explica por la subordinación relativa o adjetivo oracional que se complementa con una estructura de perífrasis verbal y su complementación que incluye un infinitivo ponderativo.

(A4) Este miembro, en cambio, goza de una estructura sintáctica breve, un respiro (sólo una escueta oración de relativo) que prepara el asalto final del último miembro, el de mayor extensión de todos ellos.

(A5) Igual que el miembro anterior, sólo un adjetivo connotando al núcleo con su circunstancia locativa.

(A6) El último de los miembros de esta enumeración dará paso al necesario relajo del lector al ser el de mayor extensión y complejidad sintácticas. Por un lado vuelve el epíteto; por otro, el núcleo substituirá el adjetivo atributo por una subordinada adverbial de relativo que a su vez encierra estructura bimembre de dos infinitivos…

Todo ello, con el cierre de broche de oro de una metáfora que une referencias al paraíso perdido de la infancia con el preludio de la muerte (jugar a las canículas –en clara asociación a las canicas por similitud fonética y morfológica- del estertor).

De nuevo, amigo André, he de felicitarte por lo que está conformando, sin duda, un nuevo libro de poemas en prosa. Y añado: excelente.

Un abrazo.

Pere Bessó.




ACÍ, EL ROSTRE EN L’UDOLAMENT





Ací, el rostre en l’udolament, poques esperances i molts exterminis: ombres com cascos, humides teranyines enredrades en les mans, oblits que la fam ha anat mossegant fins al punt d’esborrar tota reminiscència, refilets l’avidesa dels quals fa foies, transparències trecades al paladar, litorals entranyables on no es poden hissar barrilets, ni jugar a les canícules de la ranera. Junt a aquestes vèrtebres de l’angoixa, successió de cossos desnonats als raïls salats de trens que afonen las aigües i els fòsfors que encenen la rosada. Tanquem els paréntesis sense haver fet possible tants hivernacles de pans i peixos: li donàrem a la demagògia un lloc preeminent i soscavem ulls i pit i el bulliment dels cresols i la direcció exacta de les cuixes; i, tanmateix, la volença és al mateix lloc, podrà salvar-nos el pou dels desigs, el deliri de la butxaca, la cambra de sempre, la finestra des d’on s’alça el paraigües de les estacions? De segurs, darrere d’aquesta opressió hi ha paisatges que es poden aprendre amb el sil•labari dels porus.
Baratària, 26.XI.2011





AQUÍ, EL ROSTRO EN EL AULLIDO




Aquí, el rostro en el aullido, pocas esperanzas y muchos exterminios: sombras como cascos, húmedas telarañas enredadas en las manos, olvidos que el hambre ha ido mordiendo hasta el punto de borrar toda reminiscencia, trinos cuya avidez hace cárcavas, transparencias rotas en el paladar, entrañables litorales donde no se pueden izar barriletes, ni jugar a las canículas del estertor. Junto a estas vértebras de la congoja, sucesión de cuerpos desahuciados en los rieles salados de trenes que hunden las aguas y los fósforos que encienden el rocío. Cerramos los paréntesis sin haber hecho posible tantos invernaderos de panes y peces: le dimos a la demagogia un lugar preeminente y socavamos ojos y pecho y el hervor de los candiles y la dirección exacta de muslos; y sin embargo, la querencia está en el mismo lugar, ¿podrá salvarnos el pozo de los deseos, el delirio del bolsillo, la habitación de siempre, la ventana desde donde se alza el paraguas de las estaciones? De seguro, detrás de esta opresión, hay paisajes que se pueden aprender con el silabario de los poros.

Barataria, 26.XI.2011

sábado, 19 de noviembre de 2011

AL•LEGORIA/ ALEGORÍA, TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ


En el fondo, escrutamos las palabras, el precio que tiene la piel
para los almácigos, el fieltro de las luciérnagas en la conciencia.
Digamos que un día puede hacer la diferencia: hoy todo es posible en los brazos.
Imagen tomada de Miswallpapers.net





AL•LEGORIA/ ALEGORÍA, TRADUCCIÓN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ





Querido André: Sigo celebrando este tipo de poema en prosa, por seguir una denominación convencional. En esta ocasión haces uso renovado de la vieja aubade de los trovadores para saludar la mañana y, como en ella, el canto del gallo aparece ahora bajo la metáfora de la guitarra. Das el salto a la poética devocional de Francis Jammes y aquellos poemas suyos que evocaban las primeras voces campesinas preparándose para las faenas del campo en contacto con la armonía de Natura, mientras un rumor de cacerolas despertaba a la lumbre del hogar. Tu poema, André, suelo decirlo muy a menudo, permite ahondar en calas, las que se quisiere. Sin embargo, yo adelantaré una: el trabajo que supone articular un lenguaje poético en donde la palabra surge del interior y viaja hacia lo externo, tan pronto como vuelve -eterno viajante que es, que eres- al interior hondo, a esa profundidad de la que hablas en el poema, en el fondo de ti mismo. Ello permite al lector deslizarse en ese viaje de ida y vuelta a través de la doble metáfora: la que viaja a la fusión con la Naturaleza y aquella que la antropomorfiza: Veamos, por un lado, el fogón tibio del pecho (desplazamiento calificativo incluido), metáfora A de B, en donde la traslación viaja hacia el interior. Por otro, los párpados de los aleros, el mismo tipo de metáfora, pero esta vez, se produce la inversión de los planos real e imaginario o simbólico. Estas metáforas que he destacado del poema tienen la virtud de ser, además, plenamente sensitivas y, en concreto, visuales. Tanto que si dibujáramos mentalmente una casa y el cuerpo humano -como antaño renacentistas y barrocos hacían en la correspondencia de templo y cuerpo de la amada- veríamos como el párpado y el alero mantienen la simetría o analogía secreta que los poetas profundos establecen entre lo que es en apariencia disímil, diferente o disperso. He aquí uno de los valores de tu poesía que el lector avezado debe recordar siempre: a través de las palabras unificas el sentido del Universo. Dicho de otro modo, sólo a través del poema religas el cordón umbilical de tu existencia a la conciencia del Mismo.

Un abrazo,
Pere Bessó





AL•LEGORIA




De aquel idioma y de mis pasos por la tierra dicha no existe
imagen que esté hoy extinguida.
Los veleros tocan a las puertas
del aire donde persisto.
RAFAEL CADENAS




Salude els matins des de dins, quan la guitarra del gall emergeix del pati amb portes i finestres. Salude aqueix blanc dels somnis fent-se llum, recobrant els ràfecs del dia; excepte la deshora, les feines encenen les bastides del sabor, —tu i jo, enganxats al fogó tebi del pit, amb les paraules necessàries per a no corbar la boca, ni el pit, ni la gepa de la nit passada. Són innombrables les parpelles de les volades; ahir ens feia callar el condol, hui creix el vent com una filada d'ocells, des dels peus fins a les temples: des de la casa a les voravies ens aixopluga la branca del pit, l'entranya íntima de l'alé amb la seua vívida flama. (Els viatjants sempre guardem el coixí en la memòria; en la marxa obrim les mans de l'entusiasme, diguem-ne que descobrim el present de les llànties, l'obra de l'apetit a fons.) En el fons, escrutem les paraules, el preu que té la pell per als màstics, el feltre de les lluernes en la consciència. Diguem-ne que un dia pot fer la diferència: hui tot és possible als braços.

Baratària, novembre de 2011




ALEGORÍA




De aquel idioma y de mis pasos por la tierra dicha no existe
imagen que esté hoy extinguida.
Los veleros tocan a las puertas
del aire donde persisto.
RAFAEL CADENAS





Saludo las mañanas desde dentro, cuando la guitarra del gallo emerge del patio con puertas y ventanas. Saludo ese blanco de los sueños haciéndose luz, recobrando los aleros del día; salvo la deshora, las faenas encienden los andamios del sabor, —vos y yo, apegados al fogón tibio del pecho, con las palabras necesarias para no curvar la boca, ni el pecho, ni la giba de la noche anterior. Son innumerables los párpados de los aleros; ayer nos hizo callar el luto, hoy crece el viento como una hilera de pájaros, desde los pies hasta las sienes: desde la casa a las aceras nos abriga la rama del pecho, la entraña íntima del aliento con su vívida flama. (Los viajantes siempre guardamos la almohada en la memoria; en la marcha abrimos las manos del entusiasmo, digamos que descubrimos el presente de las lámparas, la obra del apetito a profundidad.) En el fondo, escrutamos las palabras, el precio que tiene la piel para los almácigos, el fieltro de las luciérnagas en la conciencia. Digamos que un día puede hacer la diferencia: hoy todo es posible en los brazos.

domingo, 13 de noviembre de 2011

SENSE DIR ADÉU/SIN DECIR ADIÓS- COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ

Imagen tomada de Miswallpapers.net





SENSE DIR ADÉU/SIN DECIR ADIÓS- COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ




Querido André:

Si en el anterior poema de similar factura formal los elementos biográficos cundían, en éste, por el contrario, prima la reflexión queda sobre el tiempo pasado y el recuerdo, la vida y la muerte. El poema en sí es una respuesta a contrafuero al Ensayo de una despedida a la manera de Francisco Brines. Sin decir adiós, sin necesidad de formalizar anunciación exquisita y premeditada, es a la vez el goce lúcido del arrebato y el cóagulo que obtura la sangre.

Por decirlo de modo sencillo, el poema de Cruchaga es tanteo entre la puerta –el límite- y las gaviotas –la libertad. Ese tanteo que es el fondo del poema se traduce en el juego de los espejos: los vislumbres, antinomias (la libertad con sus argucias) y falsas paradojas con ruptura del sentido de manera provocadora para la atención del lector: uno se sube al taburete o se baja de él, pero no se baja al mismo… a no ser que se quiera usar la escalera de la luz para bajar a los infiernos.

Y por citar un ejemplo tan expresivo en donde el par de opuestos cerca/lejos se nos muestra en la metáfora y, a la vez, metonimia horizonte de los poros. Ni qué decir tiene que el poeta es en el ámbito formal un exquisito de la retórica como arma poética.

Baste observar cómo el (des)crédito de la existencia se mece en la sucesividad de el tintero de la lucidez y el apremio del arrebato, dos metáforas que, de leerse en cruzamiento de quiasmo, sorprende su resolución: el apremio del tintero y, por ello, de nuevo, en clara lectura metonímica: la urgencia de la escritura. Pero si en el plano formal el poeta domina, controla, convengamos en señalar otro de los tropos que llevan directamente a la significación y sentido. Nos referimos al mecanismo (señalado en anteriores ocasiones) conocido como definición, a la manera de los clásicos poetas cortesanos de los siglos XIV y XV tan bien estudiados por Blecua padre. A diferencia, sin embargo, de aquéllos, André Cruchaga no opta por un artificioso hato o seguido de estrofas, sino por la brevedad e, incluso, en ocasiones, la elipsis, el anacoluto o el sobreentendido.

Sólo un apunte más de las formas que adquieren en su sistema de signos poéticos vida (aliento)/muerte (moho):

Dejamos a quemarropa el aliento y nos fundimos en la ferocidad del moho

Frente a la instantaneidad definitiva del tiro a quemarropa, el poeta constata la muerte cotidiana que sufraga el lento florecer del moho. Y ello es de agradecer pues nos permite seguir gozando del devenir de su escritura.

Pere Bessó, Mislata, Valencia, noviembre de 2011





SENSE DIR ADÉU




Sense dir adéu avancen les paraules cap a la nit: ja hem ultrapassat qualsevol crit d’abraços; un dia deixàrem de ser la saba vessada, el tinter de la lucidesa i ens cresqué la urgència del rampell, —la fugida galopant que coagulà el cànter de la promesa, només té sentit en el núvol torb de l’imprecís, ferida implacable la llibertat amb les seues argúcies, fosques mossegades per l’assot de les dents. En el tempteig, l’espera es fa incerta; hui, potser, només viurà en el secret del record, en aquesta set de portes amb gavines. Sovint hom mor als límits perennes del gemec; cada dia és més certa la incertesa davant de l’escala de la llum. Morir sense comprendre el llençol de la falda, baixar al tamborinet de la llàgrima, mentre el llavi marxa en els dies de l’èter. Viure veient com s’extingeixen les mans, l’ala de l’alegria, veure morir els trens, els pals en l’horitzó dels porus, però també en les idees. Deixem a boca terrosa l’alé i ens fonem en la ferocitat del rovell…






SIN DECIR ADIÓS






Sin decir adiós avanzan las palabras hacia la noche: ya hemos traspasado cualquier grito de abrazos; un día dejamos de ser la savia derramada, el tintero de la lucidez y nos cundió el apremio del arrebato, —la huida galopante que coaguló el cántaro de la promesa, sólo tiene sentido en la nube torva de lo impreciso, herida implacable la libertad con sus argucias, hoscas mordidas por el azote de los dientes. En el tanteo, la espera se hace incierta; hoy, acaso, sólo viva en el sigilo del recuerdo, en esta sed de puertas con gaviotas. A menudo uno muere en los límites perennes del quejido; cada día es más cierta la incertidumbre frente a la escalera de la luz. Morir sin comprender la sábana del regazo, bajar al taburete de la lágrima, mientras el labio parte en los días del éter. Vivir viendo cómo se extinguen las manos, el ala de la alegría, ver morir los trenes, los mástiles en el horizonte de los poros, pero también en las ideas. Dejamos a quemarropa el aliento y nos fundimos en la ferocidad del moho…

Barataria, noviembre de 2011

sábado, 12 de noviembre de 2011

RESPIRACIÓ/RESPIRACIÓN-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN DE PERE BESSÓ


Quant poguí beure antany, no ho sé; ara, tanmateix, ara ascendeix la llum a la feina de les temples,
puja el tacte sobre la fruïció del solc, ascendeix la veu.
Espere el feix de sol damunt dels ametlers del meu quadern.
Imagen tomada de Miswallpapers.net





RESPIRACIÓ/RESPIRACIÓN-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN DE PERE BESSÓ



Querido André:

Excelente la vibración del espíritu lírico en esta suerte de autobiografía. Insisto en los mecanismos que te señalaba en el anterior emilio respecto del poema que inauguraba la traducción de esta serie a lo que veo con vocación de poemario. Es deliciosa tu identificación de respiración y lectura, al unisono. Y el tiempo del placer amoroso de leer. Y el canto y explosión de los sentidos en las estaciones. Como deliciosa es la aceptación del destino de poeta y del acto de la creación poética, el cumplimiento de la escritura en el cuaderno como el almendro cuya flor fructifica. Y es que las metáforas del leer/escribir/respirar, en definitiva del vivir poesía y vida, se suceden reanimando/reescribiendo a sabiendas los núcleos de viejos topos, como el alba o el camino, junto a insistencias de tu cosecha, tal esa alacena, cuya eufonía, sentido y símbolo te son tan propios...

Y sólo te comentaré una voz que hizo las delicias de mi infancia. La focha o foja -fotja en catalán valenciano- ave de antiguos juegos de niños y que ha dado lugar entre nosotros a la expresión ser un fotja, ser perezoso, remolón, lento y un tanto miedica...
Reitero, André, mi felicitación.
Un abrazo,
Pere



RESPIRACIÓ



Comencí a respirar quan m'acostí als llibres, còmplices remots del vol, fotges creades per a encegar la meua matèria: sí, ací la respiració sencera, la claror a la bossa de l'alba, les dues estacions de música que tenim en el tròpic, la sencillesa de les lluernes a la vora del penyal del camí. Un dia s'obriren els porus a la llum; fou llum tot el resplendor de la tinta, l'ombra enlluernadora del melic, penjada del forcó del temps. La meua primera lectura la fiu al voltant del ventúria del desig: visc creixent en la set dels sentits, la meua boca, la teua boca, cremen en cada branca del foc, en la trementina sediciosa de la ment. A sobre la sequera del calendari, erigisc oracles de sucre, hi alçà, en les estovalles, l'ocell del pi de la respiració. Quant poguí beure antany, no ho sé; ara, tanmateix, ara ascendeix la llum a la feina de les temples, puja el tacte sobre la fruïció del solc, ascendeix la veu. Espere el feix de sol damunt dels ametlers del meu quadern. Espere l'armari de paret de la claror, encara que sàpia que mai no arribarà. T'espere tot i saber que els meus passos s'apressen: hi ha destins que hom anticipa al bell mig de la brisa…

Baratària, novembre de 2011





RESPIRACIÓN




Empecé a respirar cuando me acerqué a los libros, cómplices remotos del vuelo, fojas creadas para deslumbrar mi materia: sí, aquí la respiración toda, la claridad en el bolso del alba, las dos estaciones de música que tenemos en el trópico, la sencillez de las luciérnagas junto al peñón del camino. Un día se abrieron los poros a la luz; fue luz todo el resplandor de la tinta, la sombra deslumbrante del ombligo, colgada del horcón del tiempo. Mi primera lectura la hice sobre el ventarrón del deseo: vivo creciendo en la sed de los sentidos, mi boca, tu boca, arden en cada rama del fuego, en la trementina sediciosa de la mente. Sobre la sequía del calendario, erijo oráculos de azúcar, levantó allí, en el mantel, el pájaro del pino de la respiración. Cuánto pude beber antes, no lo sé; ahora, sin embargo, ahora sube la luz a la faena de las sienes, sube el tacto sobre la fruición del surco, sube la voz. Espero el racimo de sol sobre los almendros de mi cuaderno. Espero la alacena de la claridad, aun cuando sé que nunca llegará. Te espero a sabiendas que mis pasos se aligeran: hay destinos que uno anticipa en medio de la brisa…

Barataria, noviembre de 2011

lunes, 7 de noviembre de 2011

ALLÀ A TAULA , AMB FORATS A LES ESTOVALLES/ALLI EN LA MESA, CON AGUJEROS LOS MANTELES-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN, PERE BESSÓ


Imagen de André Cruchaga




ALLÀ A TAULA , AMB FORATS A  LES ESTOVALLES/ALLI EN LA MESA, CON AGUJEROS LOS MANTELES-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN, PERE BESSÓ



Querido Andre:


Felicitaciones!

Un excelente poema en prosa que muestra cuán baladí es, en ocasiones, la discusión sobre las fronteras o límites de la prosa y la poesía. Acá no se trata de mayor o menor abstracción a la hora de los elementos narrativos. Y ni siquiera hay -todo lo contrario- una tendencia deliberada al prosaísmo, de lo que si hacen gala no pocos poetas, por miedo a que se les desautorice por líricos, o por mala conciencia social, que también los hay, como si la lírica, la alta lírica no fuera, no pudiera ser verdadera poesía social. O poesía social verdadera. tampoco serviría para mucho el método cuantitativo de la narratividad, como si lo externo, la tercera persona, el eje del pasado como predominante tiempo narrativo o la ocultación del yo lírico no se dieran -y abundantemente en la poesía. Y más en la tuya. Y, sin embargo, se mueve la sustancia poética tan a gusto en el párrafo largo propio de la prosa. ¿Qué se dirá, qué dirán tus lectores cuando el día menos pensado se encuentren con poemas de idéntica factura pero, además, con la contravoz de tus cursivas y, por si fuera poco, la aparición del diálogo (y acá incluyo las distintas maneras del monólogo interior)?





ALLÀ A TAULA , AMB FORATS A LES ESTOVALLES




La nostra taula, amb forats a les estovalles; però hi havia mans pietoses, mans de ros, i prou sal i sucre al somriure; ara ens creixen les aigües trencades del desendreçament, el celler com un sarcòfag de nostàlgies. Anàrem, a poc a poc, entrant al parrac de l'extermini del sossec; el pa amb verdet de les llànties forní de fongs els llençols, damunt de la pell, els troncs de l'alé, el jute vernissat dels arrels, la fosca tempesta de l'escòria, la dimensió del fem en el somni. Cada vegada la pobresa anà calcinant els nostres somnis, fins al punt d'esdevindre ombres miserables, portes de fosques pedres; quan tornàrem a les claus, haguérem de lluitar contra el rovell i a gosades que no poguérem obrir el pany. Allà, a taula, els maldecaps del temps, l'acaçament dels fantasmes. La resta, les sabates afonades en les frontisses del fang, la claror que ens ofega als cementeris.




ALLI EN LA MESA, CON AGUJEROS LOS MANTELES





Nuestra mesa, con agujeros los manteles; pero había manos piadosas, manos de rocío, y suficiente sal y azúcar en la sonrisa; ahora nos cunden las aguas rotas del desaliño, el tabanco como un sarcófago de nostalgias. Fuimos, poco a poco, entrando al harapo del exterminio del sosiego; el pan con moho de las lámparas, cundió de hongos las sábanas, sobre la piel, los troncos del aliento, el yute barnizado de las raíces, la oscura tempestad de la escoria, la dimensión del estiércol en el sueño. Cada vez la pobreza fue calcinando nuestros sueños, al punto de volvernos sombras miserables, puertas de oscuras piedras; cuando volvimos a las llaves, tuvimos que luchar contra la herrumbre y, desde luego, no pudimos abrir la cerradura. Allí, en la mesa, los dolores de cabeza del tiempo, la persecución de los fantasmas. Lo demás, son los zapatos hundidos en las bisagras del fango, la claridad que nos ahoga en los cementerios.

martes, 1 de noviembre de 2011

EL POEMA/EL POEMA, TRADUCCIÓN Y SINOPSIS, PERE BESSÓ


Qui es desvetlla en el somni anticipat, en la matèria madura
de l'alé? Quins morts es desdiuen en cada quiasme,
o en la hipèrbole de l'assetjament, l'apòcope dels peixos que gemequen
solitaris en l'aigua acumulada dels mocadors?
Imagen tomada de Miswallpapers.net





EL POEMA/EL POEMA, TRADUCCIÓN Y SINOPSIS, PERE BESSÓ



Querido André:

Tu texto poético es una auténtica reflexión acerca no de la substancia que vaga por los confines del mundo, la poesía desde la 'revolución romántica', sino del artefacto o artificio de la escritura que llamamos poema, elemento concreto y singular con que materializamos aquella substancia creacional pero difícilmente expresable, como no sea por meras tautologías o definiciones analógicas, que al cabo no son sino meras asociaciones más o menos atinadas y profundas. Un texto, pues, El poema, que reflexionando sobre sí mismo acude a los aledaños y redondeos para evitar el peligro del poema sobre el poema mismo, a la manera de los mal llamados poetas estructuralistas o de construcciones metapoéticas. Poetas, éstos, que a fuerza de desear apresar, estudiar, diseccionar hasta el último entresijo olvidan que lo que les queda son palabras organizadas, pero en su ejercicio de nuevos matarifes no hay vivisección ni autopsia, ni siquiera cadáver exquisito, tan solo un estúpido despellejamiento del poema.

Tu texto, empero, no olvida algo tan sencillo y complejo a la vez como es el sentimiento consciente que provoca la ligazón del poema como tal a una cosmovisión del mundo. Sólo los auténticos poemas son actos creacionales desde esta actitud asumida. Eso es lo que permite hablar del poeta que existe en el background de todo texto verdadero, por mucho que eso pueda contradecir, sólo en apariencia y en superficie, el sarcasmo tan conocido como mal interpretado de Pessoa: o poeta é um fingidor.

Y si para Juan Ramón Jiménez, en un arranque transcendental que le duró toda una vida, el poema es un anhelo y, en ocasiones, un instante de eternidad, para ti. Amigo, el poema —lo dices ya desde los primeros versos— es la raíz de la eternidad que descifras en la intimidad de tus mismas venas. Tal afirmación conlleva dosis de vitalismo y de irracionalismo, que sólo domeñas en el acto propio de la escritura del poema a través de acumulaciones -aparentemente- desordenadas, caóticas y definiciones translógicas tal cual el particularismo surrealista que René Char nos enseñó, y a las que el maestro Cruchaga nos tiene acostumbrados:

El poema, después de todo, es la oscuridad hecha luz, el mar
espigado en la geometría de los pétalos,
a veces la tarima oscurecida del pecho, el sol sin semanas,
la oceanía del orgasmo a manera de relámpago, las flechas del cielo
de las alegorías; otras veces, la claridad desnuda de los horcones
que sostienen el aliento, la ausencia de la piedra que nos gobierna.

Pere Bessó, Mislata 31 Octubre 2011




EL POEMA



Toda palabra quema.
He aquí las cenizas.
ALFONSO KIJADURÍAS




Tot poema és l'arrel de l'eternitat que desxifre en la intimitat
de les meues venes, en el fosc riure de les portes, en el si del desig,
—inventari de tants armaris de paret arribats a la boca.
De quines abelles està fet el poema? De quina pell es desprenen
les paraules, de quants cossos encesos es feren
les escales de cada vers?
Són àngels o dimonis les vocals, la llunyania que abasta el respir
de la nuesa quan flueix el torrent dels litorals,
els jardins dements de les guitarres?
Quantes paraules caben en l'alforja dels dies,
després que el temps sagna als braços? ¿Què és la set en la veu
de les distàncies, la butxaca amb mocadors mullats?

El poema, al capdavall, és la foscor feta llum, el mar
espigat en la geometria dels pètals,
a voltes la tarima enfosquida del pit, el sol sense setmanes,
l'oceania de l'orgasme a manera de llampec, les fletxes del cel
de les al•legories; unes altres voltes, la claredat nua dels forcons
que sostenen l'alé, l'absència de la pedra que ens governa.
Del firmament cauen gavines de foc:
Qui es desvetlla en el somni anticipat, en la matèria madura
de l'alé? Quins morts es desdiuen en cada quiasme,
o en la hipèrbole de l'assetjament, l'apòcope dels peixos que gemequen
solitaris en l'aigua acumulada dels mocadors?

Els que pugen al poema, desposen ombres i albes cremades en la carn,
i finestres de ondulants darreries;
al capdavall, el poema també es fa del País: viure és anar
encarnant els focs del pols, l'alt foc del caos i la fam.
Per a cada somni hi ha paraules audaces, els vaivens foscos
del carrer, la creu cremada de vertigen als campanaris; sense dubte,
la realitat és apressant: el fil de l'espill ens fereix,
fereixen aquelles paraules sordes dels entarimats, ho fa de semblant
manera el desvetlament amb el seu pubis somnolent.
El poema al capdavall no està fet només de refilets harmoniosos,
sinó d'aqueixa cendra intravenosa del pipelleig, de cada terbolí
que ens aventa cartes inintel•ligibles,
de cada mort, —adult o infant—, de les missives del semen,
de la illada que es torna irrealitat en la matèria dels fantasmes.

El poema desperta en les aigües barbulloses del rail, aigües també
de amants, intrèpides respiracions en l'aixeta:
el poema s'alça sobre la nit, és un bé públic on els vaixells
troben el seu mateix llit: trens clavats en la sang
de la boca, vertigen i memòria de la polifonia del foc…

Baratària, octubre de 2011






EL POEMA



Toda palabra quema.
He aquí las cenizas.
ALFONSO KIJADURÍAS




Todo poema es la raíz de la eternidad que descifro en la intimidad
de mis venas, en la hosca risa de las puertas, en el seno del deseo,
—inventario de tantas alacenas llegadas a la boca.
¿De qué abejas está hecho el poema? ¿De qué piel se desprenden
las palabras, de cuántos cuerpos encendidos se hicieron
las escaleras de cada verso?
¿Son ángeles o diablos las vocales, la lejanía que abarca el respiro
de la desnudez cuando fluye el torrente de los litorales,
los jardines dementes de las guitarras?
¿Cuántas palabras caben en la alforja de los días,
después que el tiempo sangra en los brazos? ¿Qué es la sed en la voz
de las distancias, el bolsillo con pañuelos mojados?

El poema, después de todo, es la oscuridad hecha luz, el mar
espigado en la geometría de los pétalos,
a veces la tarima oscurecida del pecho, el sol sin semanas,
la oceanía del orgasmo a manera de relámpago, las flechas del cielo
de las alegorías; otras veces, la claridad desnuda de los horcones
que sostienen el aliento, la ausencia de la piedra que nos gobierna.
Del firmamento caen gaviotas de fuego:
¿Quién se desvela en el sueño anticipado, en la materia madura
del aliento? ¿Qué muertos se desdicen en cada quiasmo,
o en la hipérbole del asedio, el apócope de los peces que gimen
solitarios en el agua acumulada de los pañuelos?

Quienes suben al poema, desposan sombras y albas ardidas en la carne,
y ventanas de ondulantes postrimerías;
después de todo, el poema también se hace del País: vivir es ir
encarnando los fuegos del pulso, el alto fuego del caos y el hambre.
Para cada sueño hay palabras audaces, los vaivenes hoscos
de la calle, la cruz quemada de vértigo en los campanarios; sin duda,
la realidad es apremiante: el filo del espejo nos hiere,
hieren aquellas palabras sordas de los entarimados, lo hace de igual
forma el desvelo con su pubis somnoliento.
El poema después de todo no está hecho sólo de trinos armoniosos,
sino de esa ceniza intravenosa del parpadeo, de cada torbellino
que nos avienta cartas ininteligibles,
de cada muerto, —adulto o niño—, de las misivas del semen,
del ijar que se vuelve irrealidad en la materia de los fantasmas.

El poema despierta en las aguas turbulentas del raíl, aguas también
de amantes, intrépidas respiraciones en el grifo:
el poema se alza sobre la noche, es un bien público donde los barcos
encuentran su propio cauce: trenes clavados en la sangre
de la boca, vértigo y memoria de la polifonía del fuego…

Barataria, octubre de 2011

sábado, 29 de octubre de 2011

SOMNAMBULISME/ SONAMBULISMO-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ


Entre fanals de fred, burilles parpellejants, filera de silencis
a gotelleres: l'aigua caient en el taüt de la terra,
coordenades obertes, les finestres dels ulls, el tamborinet antic
a l'altura dels rats penats; a la meua manera, faig conjurs a l'endevinalla...
Imagen tomada de Miswallpapers.net





SOMNAMBULISME/ SONAMBULISMO-COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ



[RENDIJA EN EL OJAL DEL DESPEÑADERO- CONTRAPOEMA A MANERA DE POSDATA]



Querido André:

Yo no soy sonámbulo, es verdad, pero sé lo que es el insomnio durante meses. Uno acaba haciéndolo productivo, pues pasa por diversas fases. Yo ya no fumo (he sido un fumador empedernido -me dicen que compulsivo- y por tanto ya no reafirmo mi forzada vigilia contemplando las volutas y jerigonzas del humo (tampoco me puedo permitir el cigarrillo del cumplimiento satisfecho del poema), pero puedo saborear el café bien cargado (sólo tras cada comida, aunque como podrás pensar acostumbro a saltar esa dieta); ordeno la mesa de trabajo, rompo papeles, aunque no demasiados, para mi pesar, pues siempre les encuentro acomodo; saco punta a los lápices de color; oteo algún libro que yace a la espera en el rincón de los privilegiados; reordeno los libros de las estantería; por enésima vez los recoloco por diversos conceptos, colecciones, temática e incluso tamaño; observo los que se hallan repetidos, pero tienen diversos estudios; los reparo si necesitan algún apaño doméstico, encolado, planchado, forrado o los preparo para la papelería en donde los llevan a una encuadernación de viejo; y, cuando todo eso no es suficiente para calmar el paso de las horas y ni siquiera una buena lectura me atrae y la necesidad de escribir se apura, me dejo llevar por el pensamiento de manera harto pendenciera, aunque pocas veces me llega el regocijo de las viejas querencias reverdecidas. Pocas veces las musas se sienten apiadadas o compadecidas por este ser en rastrojos de duermevela o en aparente ensoñación de alta madrugada. Y, como quiera que ni siquiera en la ensoñación el placer llega, no encumbro pensamientos del gozo, antes bien me viene todo un amasijo de objetos, recuerdos, ocasiones perdidas o malhalladas, circunstancias de toda índole y pesar, amores primeros o tardíos, festín de animalías en pesadillas de otrora, y es en esos territorios en los que lo mismo se me da nombrar plantas, pájaros, flores y arbustos que dejarme llevar por las enramadas de jazmín, murta o arrayán, dar nombre a lo perdido que bautizar las ausencias, encender candiles que mojar aceite del velón para tiznar la tristeza, recordar las ratas penadas -tus murciélagos- de mi infancia que guardar las cajas con las cabezuelas de las libélulas o las colas de lagartijas en el solar de la nostalgia, abrir los álbumes de sellos que guardar en infinitas carpetas la escritura del deseo, tomar una fruta que salir al balcón en busca del rocío que no ofrecen ingles de hembra sediciosa o las primeras gotas de lluvia temprana...

(Y a veces, sólo a veces, me pongo frente al ordenador y escribo.)
Un abrazo,
Pere




SOMNAMBULISME





en la tarde, qué espanto, se transforma
en el más agresivo, legañoso y cenizo
«disparate» goyesco.
ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN




En l'argent viu dels silencis, el laberint, la nit, els somnambulismes,
els armaris oblidats, els armaris de paret buits, el dia que perd la tendresa
de les seues mans, la veu en allò brusc de la saliva:
camine entre els noms defallents del paisatge,
res no són les murtres
acerbes a la boca, quan la nit és un bategament dessagnat.
Entre fanals de fred, burilles parpellejants, filera de silencis
a gotelleres: l'aigua caient en el taüt de la terra,
coordenades obertes, les finestres dels ulls, el tamborinet antic
a l'altura dels rats penats; a la meua manera, faig conjurs a l'endevinalla
al caníbal immund del sifó del pati de darrere
del calendari amb els dits senars del celler
que penja de les bigues: zumzumeja el rauquit de la nàusea
els modismes subterranis dels somnis, al voltant sord
de les prestatgeries, quasi impúdics davant de la pols abrasadora de certs
lleixes disposades per a les ombres,
de torrents clavats en el somnambulisme, divan de papers
als braços acostumats a les galteres de la nit,
a la pol•lució de les postals, a la inusitada rosa pornogràfica,
disfressada de paraigües d'èxtasi.

(Hi ha abrics planyívols com heretgies paral•leles als ocells,
ritus agredolços, riure desgastat en la camisa líquida de l'aigua,
un jazz pansit, mèdiums explorant
la diadema dels cementeris, la ganyota degollada dels colors,
la braga llimant els èlitres del coixí, colosal apoteca on
pedreguen els escapularis el setí de les escales.
És interminable el ferment de la sal, les hores carnívores
irrompent al llit amb cuqleig metàl•lic, sense més flauta
que aquest hivern tranuitat
de la matinada, de les vesprades, de les parpelles sagnants.)

Porte dies pensant en el cigarret dels segles:el combat és dur
quan no s'esperen miracles, l'atzar fantasmal
de les possibilitats, l'ull prohibit discorreguent en la llimonada,
creus i llums acompanyen en els ascensors,
aires grisos en el cos dels hisops, llàgrimes rovellades,
llençols en vendaval lliurats a estufes de llenya, al carbó
disposat com un centpeus al tarquim ebriac de la llengua.
És un anar i tornar enmig del fang apegalós, al•luvions arquejats
en la foscor: sulfúriques bastides del somnambulisme,
ventalls jugant a l'acord infinit, gargots en la travessia
inaccesible de la tendresa: dies on l'únic arsenal és el desvetlament.
Dies inajornables com la fruta madura sense consumir-se: passat
el temps, cau el darrer ocell de la tempesta…

Baratària, octubre de 2011





SONAMBULISMO




en la tarde, qué espanto, se transforma
en el más agresivo, legañoso y cenizo
«disparate» goyesco.
ANTONIO MARTÍNEZ SARRIÓN




En el azogue de los silencios, el laberinto, la noche, los sonambulismos,
los armarios olvidados, las alacenas vacías, el día que pierde las ternura
de sus manos, la voz en lo brusco de la saliva:
camino entre los nombres desfallecidos del paisaje,
nada son los arrayanes
acerbos en la boca, cuando la noche es una palpitación desangrada.
Entre faroles de frío, colillas parpadeantes, fila de silencios
a goterones: el agua cayendo en el ataúd de la tierra,
abiertas coordenadas, las ventanas de los ojos, el taburete antiguo
a la altura de los murciélagos; a mi modo, hago conjuros al acertijo
al caníbal inmundo del sifón del traspatio
del calendario con los dedos impares del tabanco
que cuelga de las vigas: zumba el ronquido de la náusea
los modismos subterráneos de los sueños, alrededor sordo
de los estantes, casi impúdicos ante el polvo abrasador de ciertos
anaqueles dispuestos para las sombras,
de torrentes clavados en el sonambulismo, diván de papeles
en los brazos acostumbrados a las paperas de la noche,
a la polución de las postales, a la inusitada rosa pornográfica,
disfrazada de paraguas de éxtasis.

(Hay abrigos quejumbrosos como herejías paralelas a los pájaros,
ritos agridulces, risas desgastadas en la camisa líquida del agua,
un jazz trasnochado, médiums explorando
la diadema de los cementerios, la mueca degollada de los colores,
la braga limando los élitros de la almohada, colosal bodega donde
granizan los escapularios el satín de las escaleras.
Es interminable el fermento de la sal, las horas carnívoras
irrumpiendo en la cama con graznido metálico, sin más flauta
que este invierno trasnochado
de la madrugada, de las tardes, de los párpados sangrantes.)

Llevo días pensando en el cigarro de los siglos: el combate es duro
cuando no se esperan milagros, el azar fantasmal
de las posibilidades, el ojo prohibido discurriendo en la limonada,
cruces y luces acompañan en los ascensores,
aires grises en el cuerpo de los hisopos, lágrimas oxidadas,
sábanas en vendaval entregadas a estufas de leña, al carbón
dispuesto como un ciempiés en el légamo embriagado de le lengua.
Es un ir y venir en medio del barro pegajoso, aluviones arqueados
en la oscuridad: sulfúricos andamios del sonambulismo,
abanicos jugando al acorde infinito, garabatos en la travesía
inaccesible de la ternura: días donde el único arsenal es el desvelo.
Días inaplazables como la fruta madura sin consumirse: pasado
el tiempo, cae el último pájaro de la tormenta…

Barataria, octubre de 2011

jueves, 20 de octubre de 2011

MATÈRIA AMB ESQUERDES/ MATERIA CON GRIETAS. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ


Sempre es difícil caminar amb l'aixadella invertida
de la llum als atzucacs on de penes caben els porus,
cava l'ombra i la llum els seus estrèpits,
crema el corc als taüts de l'alé el ràfec incert...
Imagen tomada de Miswallpapers.net




MATÈRIA AMB ESQUERDES/ MATERIA CON GRIETAS. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ




Querido André:

Es tiempo de vendimia. Pero una vendimia simbólica: la de la materia imperfecta, con fisuras, como adelantas en el título. Las grietas del ser humano. Las del poeta en su propia natura del poetizar. En primer lugar, la grieta del tiempo, capaz de enfrentarse al templo más incólume. En segundo lugar, la luz de la razón. Ya sabíamos que el sueño de la razón produce mostruos, pero André Cruchaga dice la luz de otra manera, a través de una metáfora tan intrépida como contundente: el azadón invertido de la luz. Ya los clásicos nos advertieron que la vida era cavar uno su monumento. En tercer lugar, la grieta de la conciencia derivada tanto de la experiencia como del conocimiento de los sueños. Sin embargo, es la palabra -tan materia como la piedra, según ya nos manifestó la clarividencia de Rubén Darío- la que nos salva a través del poema. Si Juan Ramón Jiménez tiraba la piedra al cielo y le daba en el corazón, André Cruchaga tira la piedra al horizonte para alcanzar con tal poema aquella materia que el tiempo no detiene:

Bajo las estatuas yacentes de la memoria, el cuerpo es lo que es,
idas, regresos, probabilidades, viaje lejano y solitario pese
a las multitudes: así emerge cada poema, jadeante en la órbita
del cuerpo, disuelto en la respiración de las grietas…





MATÈRIA AMB ESQUERDES



los últimos dedos de las hojas
se aferran y se hunden en la ribera húmeda…
T.S.ELIOT




Tot és veritat: el forcat del temps que s'alça sobre les temples,
Els temps difícils de sempre, el cor confiat en la labor
dels carrers, quan tot sembla ser tan efímer, volàtil resina
en les mans, parva de boques com sentinelles d'un món fosc.
La plena raó intriga en les temples i enfila l'alé
cap a la verema de la matèria,
busque la llum en cada hora de pedres, on ningú no puga vendre
hores falses, cels sense treva, socarrats. Així de simple,
intuisc l'estrèpit de la lava baixant a les sabates,
mossegant la biga del capell, la camisa laboriosa dels somnis.

Sempre es difícil caminar amb l'aixadella invertida
de la llum als atzucacs on de penes caben els porus,
cava l'ombra i la llum els seus estrèpits,
crema el corc als taüts de l'alé el ràfec incert
de l'ocell abillat de brines perilloses, guspires de sobte
feroces, madurs llenys que consumeix el foc;
camine durant les hores que l'ànima no necessita d'aixopluc,
ni brases per a calfar l'hivern flotant en la seua naturalesa.

(He vist tremolar els picaportes del calendari, que ara crec molt
en tot aquest fruit de la memòria;
no importa quant haja caminat, o quant haja desanat:
tot té el seu temps per a la sega, la saó de l'olfacte i l'oïda,
per a entendre que les ombres són rius d'aigües estroncables
i que en la porfia del coixí madura també el coneixement;
es fa temps el temps com en una escola,
de nit i llum; de mocadors i deshores…)

Mai no es fortuïta la pedra, si la pedra és la justa manera
d'enfilar-se a l'horitzó,
si la paraula ens salva dels silencis noctàmbuls i genuflexos,
si de sobte dels cresols fem alborades,
si la suor és la resposta a la gàbia que ens mossega,
si en sacsar la consciència, sacsem també els dimonis,
que la nit enfunda com saba, sang enroscada en cada colp.
Cadascú alça des de la seua set, aqueixa matèria que el temps no detura:
tota profunditat fendeix la cendra dels dies,
volen les escates destintades dels punys,
boten de la carn els fantasmes, amb barres mortals
i, tanmateix, les esquerdes no ens afonen, ens desafia l'espai
estret de la gravetat, la corrent de granit inesperada.

Davall de les estàtues jaients de la memòria, el cos és el que és,
anades, vingudes, probabilitats, viatge llunyà i solitari malgrat
les multituds: així emergeix cada poema, panteixant en l'òrbita
del cos, dissolt en la respiració de les esquerdes…

Baratària, octubre de 2011





MATERIA CON GRIETAS




los últimos dedos de las hojas
se aferran y se hunden en la ribera húmeda…
T.S.ELIOT




Todo es verdad: el arado del tiempo que se alza sobre las sienes,
los tiempos difíciles de siempre, el corazón confiado en la labor
de las calles, cuando todo parece ser tan efímero, volátil resina
en las manos, parva de bocas como centinelas de un mundo oscuro.
La plena razón cabildea en las sienes y enfila el aliento
hacia la vendimia de la materia,
busco la luz en cada hora de piedras, donde nadie pueda vender
horas falsas, cielos sin tregua, chamuscados. Así de simple,
intuyo el estrépito de la lava bajando a los zapatos,
mordiendo la viga del sombrero, la camisa laboriosa de los sueños.

Siempre es difícil caminar con el azadón invertido
de la luz en los callejones donde apenas caben los poros,
cava la sombra y la luz sus estrépitos,
arde la carcoma en los ataúdes del aliento, el alero incierto
del pájaro ataviado de briznas peligrosas, centellas de pronto
feroces, maduros leños que consume el fuego;
camino durante las horas que el alma no necesita de abrigo,
ni brasas para calentar el invierno flotando en su naturaleza.

(He visto temblar los aldabones del calendario, que ahora creo mucho
en todo este fruto de la memoria;
no importa cuánto haya caminado, o cuánto haya desandado:
todo tiene su tiempo para la siega, la sazón del olfato y el oído,
para entender que las sombras son ríos de aguas restañables
y que en la porfía de la almohada madura también el conocimiento;
se hace tiempo el tiempo como en una escuela,
de noche y luz; de pañuelos y deshoras…)

Nunca es fortuita la piedra, si la piedra, si la piedra es el justo modo
de trepar al horizonte,
si la palabra nos salva de los silencios noctámbulos y genuflexos,
si de pronto de los candiles hacemos alboradas,
si el sudor es la respuesta a la jaula que nos muerde,
si al sacudir la conciencia, sacudimos también los demonios,
que la noche enfunda como savia, sangre enroscada en cada golpe.
Cada quien alza desde su sed, esa materia que el tiempo no detiene:
toda profundidad hiende la ceniza de los días,
vuelan las escamas desteñidas de los puños,
saltan de la carne los fantasmas, con mandíbulas mortales
y sin embargo, las grietas no nos hunden, nos desafía el espacio
estrecho de la gravedad, la corriente de granito inesperada.

Bajo las estatuas yacentes de la memoria, el cuerpo es lo que es,
idas, regresos, probabilidades, viaje lejano y solitario pese
a las multitudes: así emerge cada poema, jadeante en la órbita
del cuerpo, disuelto en la respiración de las grietas…

Barataria, octubre de 2011

sábado, 15 de octubre de 2011

CERIMÒNIA PLURAL/ CEREMONIA PLURAL. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ


Al capdavall ens cundeix l'aigua desquallada, l'aigua recolzada
en la branca dels ulls, el foc dels pulmons,
la llum maridada al teulat desplegada en llumins de sucre.
Imagen tomada de Miswallpapers.net





CERIMÒNIA PLURAL/ CEREMONIA PLURAL. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ



Querido André:


En primer lugar, gracias por la dedicatoria, que de alguna rompe el silencio con que me tenías atado. Tus versos son un collar de metáforas, un encadenamiento de 'pétalos desclavados de las nubes en el sinfín del cuaderno plural de tinta y sangre' en el dintel del tiempo.
Y a bote pronto hay un verso que me deja despitorrado -coge ésa.

la luz desposada al tejado, desplegada en fósforos de azúcar

Bellísimo. Imagino la plasticidad de tu verso: un techo ardiendo por una luz o lumbre que, fruto de su entrega en tal tálamo de amor (techo a la intemperie), se derrama y esparce en cerillas o fósforos de azúcar. Una imagen que rompe incluso con el tabú de la infancia: las mamás siempre advirtiéndonos que no nos lleváramos monedas, medallas o canicas... y mucho menos mixtos (cerillas o fósforos) a la boca. Qué tentación, pues.
A-co-jo-nan-te!!!

Pere Bessó
Mislata, 15 de octubre de 2011






CERIMÒNIA PLURAL



A Pere Bessó, en la permanència de la llum.




…vayamos haciendo camino
creyendo que lo hacemos desde dentro
para no morir,
para no dejarse vencer por el tiempo…
ANA MARÍA FAGUNDO





La llum com una litúrgia desvetlada en la nuesa del crepuscle,
l'armari de paret en l'ardor dels batecs, cofre de cristal•lina sal,
mar adins els jardins subterranis desfent el seu cos,
cada lletreig és un diorama en sí mateix d'aires esparsos
en tot el present de les bigues i la llinda del temps,
pètals desclavats dels núvols en el sens fi del quadern plural
de tinta i sang, d'escales enceses de paraigües.

(Torne als ulls acumulats del xiuxiueig, ritus de lluernes
fent previsible la brasa estesa en la llengua,
l'horiztzó on el pols es torna armari de paret petri, fecund
aprenentatge de l'arc del cel, trajecte plural de l'horitzó.
De l'aroma apressat d'ocells, emergeixen valises de secret: el temps
que de manera inversemblant corre immers a través de les dents,
també el desdejuni en trossets,
memòria i tragí del desencert, ràfega que ens condueix a tapisseries
esponjades, a mans que recordem perquè un dia foren les nostres
mans, territori d'armaris de paret, turó al capciró de l'alé.)

Al capdavall ens cundeix l'aigua desquallada, l'aigua recolzada
en la branca dels ulls, el foc dels pulmons,
la llum maridada al teulat desplegada en llumins de sucre.
A voltes pres d'aigües espaiades, ens endinsem en la respiració
del poema, com entra un infant a la bengala tangible de la tinta,
al gargot que, en els seus estreps,
porta claredat i mèrvels, blanques violes en les parpelles.
Altrament, les teranyines no tindrien sentit, ni càmfora l'aire,
ni balcons filials, ni carrers on l'alé es torne fogata;
altrament, nosaltres, els noctàmbuls, perderíem la llum
per a respirar l'aire o, en tot cas,
per a trobar sentit a la intempèrie de les pàgines en blanc,
al matinejar que ens dóna la nit de lluernes,
al somni pregon dels pins ofegat al pit.
Altrament, sí, altrament, la pedra hi restaria, imbatible
com la tinta estampada en parets sinistres, com el ventall
de l'ermàs despentinat enmig de tanta garrotxa,
entre pòlips de fermentada ressaca, entre canelobres d'ansietats.
Mire caragols penjant de la llinda: mire paraules grogues,
estranys litorals d'oliban,
de segurs és el mirall, la mateixa cerimònia plural de la saba,
la terra que de sobte ens refugia en el seu puls,
o la memòria que respira en el rapte dels espectres,
les trenes pressentides de l'inevitable: el poema amb les seues recurrents
portes, les onades blanques de la consciència compartida.

Baratària, 14.X.2011





CEREMONIA PLURAL



A Pere Bessó, en la permanencia de la luz.




…vayamos haciendo camino
creyendo que lo hacemos desde dentro
para no morir,
para no dejarse vencer por el tiempo…
ANA MARÍA FAGUNDO




La luz como una liturgia desvelada en la desnudez del crepúsculo,
la alacena en el ardor de los latidos, cofre de cristalina sal,
mar adentro los jardines subterráneos deshaciendo su cuerpo,
cada deletreo es un diorama en sí mismo de aires esparcidos
en todo el presente de las vigas y el dintel del tiempo,
pétalos desclavados de las nubes en el sinfín del cuaderno plural
de tinta y sangre, de escaleras encendidas de paraguas.

(Vuelvo a los ojos acumulados del murmullo, rito de luciérnagas
haciendo previsible la brasa tendida en la lengua,
el horizonte donde el pulso se vuelve alacena pétrea, fecundo
aprendizaje del arco iris, trayecto plural del horizonte.
Del aroma urgido de pájaros, emergen valijas de sigilo: el tiempo
que de manera inverosímil corre inmerso a través de los dientes,
también el desayuno en trocitos,
memoria y ajetreo del desatino, ráfaga que nos conduce a esponjadas
tapicerías, a manos que recordamos porque un día fueron nuestras
manos, territorio de alacenas, colina en la yema del aliento.)

Después de todo nos cunde el agua descuajada, el agua reclinada
en la rama de los ojos, el fuego de los pulmones,
la luz desposada en el tejado desplegada en fósforos de azúcar.
A veces asido de aguas espaciosas, nos adentramos en la respiración
del poema, como entra un niño a la bengala tangible de la tinta,
al garabato que, en sus estribaciones,
lleva claridad y canicas, blancos alelíes en los párpados.
De otro modo, las telarañas no tendrían sentido, ni alcanfor el aire,
ni balcones filiales, ni calles donde el aliento se vuelva fogata;
de otro modo, nosotros, los noctámbulos, perderíamos la lumbre
para respirar el aire o, en todo caso,
para encontrarle sentido a la intemperie de las páginas en blanco,
al madrugón que nos da la noche de luciérnagas,
al hondo sueño de los pinos ahogado en el pecho.
De otro modo, sí, de otro modo, la piedra estaría allí, imbatible
como la tinta estampada en paredes siniestras, como el abanico
del páramo despeinado entre tanta breña,
entre pólipos de fermentada resaca, entre candelabros de ansiedades.
Miro caracoles colgando del dintel: miro palabras amarillas,
extraños litorales de incienso,
de seguro es el espejismo, la misma ceremonia plural de la savia,
la tierra que de repente nos refugia en su pulso,
o la memoria que respira en el rapto de los espectros,
las trenzas presentidas de lo inevitable: el poema con sus recurrentes
puertas, el oleaje blanco de la conciencia compartida.

Barataria, 14.X.2011

miércoles, 12 de octubre de 2011

RELECTURA DE L’ALÉ/ RELECTURA DEL ALIENTO. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ.


I és així com l’espill transparenta el present del poema,
la volença a les estovalles de les campanetes,
els velers que endinsen en les temples la bretxa necessària
per tal d’alçar cada dia la foguera vessada en la taula.
Imagen tomada de Miswallpapers.net





RELECTURA DE L’ALÉ/ RELECTURA DEL ALIENTO. COMENTARIO Y TRADUCCIÓN: PERE BESSÓ.




Querido André:

Un poeta que es capaz de ver en el vaso de agua de la mesa de trabajo el pozo del deseo puede también releer el aliento en cualquiera de los objetos y lugares reales o ensoñados: alacena, luna llena, rocío con perfume de hierbabuena o una simple cerilla. En barcos, trenes o gaviotas puede iluminar el “aliento del poema”:

A veces hay sombras desvaídas que se vuelven invisibles: sombras
donde se congrega el umbral del aliento.

Para ese poeta capaz de alentar los deseos a través de la escritura vale la introspección en el umbral de la conciencia:

Cada relectura nos da la luz necesaria para caminar de nuevo
sobre la desbandada de ventanas que pasa por la rendija del aliento

Una relectura que es seducción misma de nuevo. Relectura capaz de transportar a los viejos mitos de la desposesión y de la desnudez: amantes ciegos, falsos profetas, desamparados… hasta volver a dar luz al mito de la hoja de laurel en el propio poema:

Me seduce la desnudez, ¿dónde estás Daphne, con tus largas trenzas
amarrando al borracho del deseo?


Pere Bessó




RELECTURA DE L’ALÉ





En l’harmonia de l’armari de paret, la lluna redona il•lumina en las mans.
En la antesala de l’alba, la menta del ros, el llumí que refila,
com un altre ull en las ninetes: rellig l’alé en obrir-se el pols.
Dia rere dia els vaixells en las gavines, els trens en l’ala,
quasi com una llum alada que mai no termina, sinó en l’infinit;
en el bulliment del poema, tots els somnis: l’aleteig franc de la tinta,
costera amunt la pàgina en la fam, la xanca de les línies
en l’alfabet, com l’aigua blanca que s’escola en la gola.
El tragí diari sempre resulta una mena de sorpresa:
sal, sang i sucre donen vida a l’alé des dels pastos del goig.

I és així com l’espill transparenta el present del poema,
la volença a les estovalles de les campanetes,
els velers que endinsen en les temples la bretxa necessària
per tal d’alçar cada dia la foguera vessada en la taula.
A voltes hi ha ombres esvanides que es tornen invisibles: ombres
on es congrega el llindar de l’alé;
d’altres potser no faran aquest exercici de transparència i cremen
de bona hora els manuscrits de l’ànima,
cremen el xiuxiueig dels carrers del temps amb ànima de serfs.

(En la humitat és propici llavar la saliva de les parets,
oferir la mà sense taques i sense por al proïsme,
mirar el límit del tobogan de l’ocell aturat al cantó
de la fulla que es balanceja en l’evangeli del sexe;
hem viscut a mercé de la nit deixant-nos per l’espiera
de les ombres, sense cap altra alcova que la demència del País en agonia;
ara toca desaprendre els crepuscles,
i matar el llop gris dels records, l’última tomba dels fantasmes
al peu del cel i els estranys beuratges de la història.)

Cada relectura ens dóna la llum necessària per a caminar de nou
sobre la desbandada de finestres que passa per l’escletxa de l’alé;
veig el subsòl de la consciència en perpetu assetjament,
tirada pels cavalls del somni, cascos de pòstum ardiment,
rellotges amb la pus a flor del metall,
absurds que llepen les puntes de les aletes dels peixos.
Atie la flama del cresol a l’hora de aguaitar la tinta del quadern,
damunt de la gespa, l’esquirol, l’alé, la necessitat de pegar
els bocins dels plats trencats, tocar la pedra de la illada,
entretindre’m en el bar de les plenàries legislatives, caminar
damunt de l’espill mentre plou i el fang es fa fang.

Vull rellegir de nou tot el planeta: em sedueixen els
amants cecs que perllonguen la seua agonia en el mocador, els falsos profetes
que udolen al barranc de la fossa comuna dels desemparats.
Em sedueix el despullament, on ets Daphne, amb les teues llargues trenes
amarrant l’embriac del desig?
Damunt de la taula un got amb aigua com a pou dels desigs…

Baratària, octubre de 2011





RELECTURA DEL ALIENTO





En la armonía de la alacena, la luna llena alumbra en las manos.
En la antesala del alba, la hierbabuena del rocío, el fósforo que trina,
como otro ojo en las pupilas: releo el aliento al abrirse el pulso.
Día a día los barcos en las gaviotas, los trenes en el ala,
casi como una luz alada que nunca termina, sino en el infinito;
en el hervor del poema, todos los sueños: el aleteo franco de la tinta,
cuesta arriba la página en el hambre, el zanco de las líneas
en el alfabeto, como el agua blanca que se cuela en la garganta.
El trajín diario siempre resulta una suerte de sorpresa:
sal, sangre y azúcar, le dan vida al aliento desde los pastos del gozo.

Y es así como el espejo transparenta el presente del poema,
la querencia al mantel de las campánulas,
los veleros que internan en las sienes la brecha necesaria
para levantar cada día, la hoguera derramada en la mesa.
A veces hay sombras desvaídas que se vuelven invisibles: sombras
donde se congrega el umbral del aliento;
otros quizá no hagan este ejercicio de transparencia y quemen
a temprana hora los manuscritos del alma,
ardan en el susurro de las calles del tiempo con alma de siervos.

(En la humedad, es propicio lavar la saliva de las paredes,
ofrecer la mano sin manchas y sin miedo al prójimo,
mirar el límite del tobogán del pájaro estacionado en la esquina
de la hoja que se columpia en el evangelio del sexo;
hemos vivido a merced de la noche dejándonos por la mirilla
de las sombras, sin más alcoba que la demencia del País en agonía;
ahora toca desaprender los crepúsculos,
y matar al lobo gris de los recuerdos, la última tumba de los fantasmas
al pie del cielo y los extraños brebajes de la historia.)

Cada relectura nos da la luz necesaria para caminar de nuevo
sobre la desbandada de ventanas que pasa por la rendija del aliento;
veo el subsuelo de la conciencia en perpetuo asedio,
tirada por los caballos del sueño, cascos de póstumo ardimiento,
relojes con la pus a flor del metal,
absurdos que lamen las puntas de las aletas de los peces.
Atizo la llama del candil a la hora de acechar la tinta del cuaderno,
sobre el césped, la ardilla, el aliento, la necesidad de pegar
los pedazos de los platos rotos, tocar la piedra del ijar,
entretenerme en el bar de las plenarias legislativas, caminar
sobre el espejo mientras llueve y el barro se hace fango.

Quiero releer de nuevo todo el planeta: me seducen los ciegos
amantes que prolongan su agonía en el pañuelo, los falsos profetas
que aúllan en el barranco de la fosa común de los desamparados.
Me seduce la desnudez, ¿dónde estás Daphne, con tus largas trenzas
amarrando al borracho del deseo?
Sobre la mesa un vaso con agua como el pozo de los deseos…

Barataria, octubre de 2011

lunes, 10 de octubre de 2011

GERMINACIÓ DE LA RESPIRACIÓ/ GERMINACIÓN DE LA RESPIRACIÓN: COMENTARIO Y TRADUCCIÓN DE PERE BESSÓ


A voltes la distància és la companyia més certa que tenim;
germinen incomptables les absències, l’edat que perd el panteix,
la fi de l’espavent quan arriba la partida,
la brisa on immolem els parèntesis d’ahir, hui i demà.
Fotografía de Alfonso Aguirre



GERMINACIÓ DE LA RESPIRACIÓ/ GERMINACIÓN DE LA RESPIRACIÓN: COMENTARIO Y TRADUCCIÓN DE PERE BESSÓ.



Querido André:

Un poema maduro. No en balde asumes desde la escritura –ya desde el propio título- que tu respiración ha germinado. El halo vital se insume en el poema, sabiendo, como dices, que el amor es una boca de larga agonía.

He recortado del poema, por más que la lectura honda requiere de todos sus versos, unos fragmentos que valen por si mismos como auténticos 'poemas' que para sí quisieran muchos cantores de la brevedad:

El poema empieza cuando algo muere: todo fulgor tiene vigas
de ceniza, aires indefinibles, pálpitos misteriosos que luego
escapan de las ventanas como los vilanos.

Deliciosa e inquietante certeza: en el principio está el fin, decían los clásicos. La muerte como culminación de la vida. Sí, pero André va más allá, si es que eso es posible. Llegados a la cima de la experiencia humana, que es imperfecta y condenada a la nada, queda el comienzo de un nuevo fulgor, el poema, que es como la luz, de otra manera. Podríamos citar Yves Bonnefoy: la imperfección está en la cima. Podríamos decir ínfulas de metafísica, pero andaríamos errados. Honda reflexión y delicadeza. Algo tan inmaterial como el fulgor, el destello -l’éclat de los simbolistas- aparece como el edificio con bigas que lo sostienen y vaya bigas, de ceniza, nada menos. Ya estamos acostumbrados a ese vívido contraste con que André suele apuntalar su poesía, que es ir allá de la mera provocación al lector. Insisto que no hay que quedarse con el espejo de la metafísica, porque sí, en este poema la reflexión es honda, pero también permanece en el puntillismo del detalle más coloquial y doméstico. Observemos la comparación de esos aires y pálpitos del fragmento anterior, tan próximos a una adjetivación neorromántica, casi forzada, para provocar el pullazo del contrapunto con un elemento tan aparentemente fútil como del reino de nuestra infancia: los vilanos.

Vilanos que nosotros, los niños valencianos de mi época tratábamos de coger, cuando un aire los levantaba y comenzaban su revoleteo en ascensión. Y cantábamos, como un juego más, a los agüelets. Forma dialectal de güelo o aviet, en valenciano normativo; en castellano: abuelitos. La consideración de esta metáfora pura nos llevaría, quizás, a la lectura antropológica en torno a la muerte, pero creo que también la lectura de la esperanza: se nos decía a los niños que si atrapábamos un vilano y pensábamos secretamente en un deseo, éste se cumpliría si abríamos la palma de la mano, soplábamos y el vilano iniciaba su lenta ascensión hacia el firmamento...

Vaya, André, me he ido, acaso de vara. O mejor, varios pueblos, pero me ha apetecido, ya ves, hablarte de la germinación de mi infancia. Culpa tuya, ha sido culpa teua, que en eso también me recuerdas a mi niñez.

Escojo otro fragmento, para acabar, que merecería mucho más a comentar, pero voy a señalar sólo un elemento constante en tu poesía: la afición a la definición, algo tan querido de los clásicos, lo que conlleva en síntesis a la metáfora copulativa de ambos planos o a la tendencia de las parasemias o refranes: “En cada lágrima hay incesantes pañuelos”…

En cada lágrima hay incesantes pañuelos:
la lluvia hace su labor para limpiar el alma, germinan las formas
más diversas de la luz, el asombro sin amputaciones,
el aura en el ojo del verso, la semilla derramada en la tinta.





GERMINACIÓ DE LA RESPIRACIÓ





Al capdavall la poesia respira en la germinació del rictu
enfilat en les anadures de la fullaraca. Al capdavall,
caminar és sanar succeint-se en el fluir de les voravies
que obrin el camí assumit pel ferment, raneres
de la llavor llostrejada, dins del foc que ens sosté.
En l’enfiladissa del vent, cenyeixen les aigües la seua cintura,
temps a revelar-se en la redonesa de les paraules,
diguem-ne respiració propiciatòria
que fa fragor als papirs de l’hàlit, estany de tròpics
i paradoxes, definitiu hivern, graó pregon de la gola.

A voltes la distància és la companyia més certa que tenim;
germinen incomptables les absències, l’edat que perd el panteix,
la fi de l’espavent quan arriba la partida,
la brisa on immolem els parèntesis d’ahir, hui i demà.
Tot allò que ens és donat ho reconec en la respiració:
aprenguí del pinar el xerric de les branques de la consciència,
l’alé de la llum en la trementina,
la immanència del vent en les llavors, també la finestra que s’inunda d’atropellaments,
llibres mig oberts de la becada, l’ofegament de la tinta en la mirada.

Malgrat tot, sostinc la respiració dels màstics,
el paradís és aquesta faena d’escriure tots els dies amb llàntia
i tinta i quadern, amb records, empomant el cresol
fins a veure llum en la ferida, perquè viure és encara una invitació
al poema, a la cruïlla del mar sense repòs i sense fatiga.
Tinc pressa, és clar, per això no em detinc en bagatel•les,
ni en els armaris oxidats que guardaren el meu pit:
el temps naix en cada alabastre del poema,
naix en la bresca del llampec, en l’ofici dels arrels;
el temps és cada un dins del tuguri de les ombres,
el món, un perllongament adust de les bresques,
on els dits enfonsen les seues mateixes cabòries.
El poema comença quan alguna cosa mor: tot fulgor té bigues
de cendra, aires indefinibles, bategades misterioses que després
escapen de les finestres com els vil•lans.

Com no pensar, al capdavall, en l’encaix dels litorals,
en la tasca del record que neteja la casa, en els senyals visibles
de la terra? En cada llàgrima hi ha incessants mocadors:
la pluja fa la seua faena per a netejar l’ànima, germinen les formes
més diverses de la llum, l’espavent sense amputacions,
l’aura en l’ull del vers, el sement vessat en la tinta.
Res no ha mort i tanmateix tot mor: la pell dissol
El sexe en l’expiració: l’amor és una boca de llarga agonia,
On obra la incandescència. La respiració fa allò que li pertoca:
Deixondeix l’espill i face florir la set…

Baratària, octubre de 2011





GERMINACIÓN DE LA RESPIRACIÓN




Después de todo la poesía respira en la germinación del rictus
enhebrado en las andaduras de la hojarasca. Después de todo,
caminar es ir sucediéndose en el fluir de las aceras
que abren el camino asumido por el fermento, estertores
de la semilla amanecida, dentro del fuego que nos sostiene.
En la enredadera del viento, ciñen las aguas su cintura,
tiempo a revelarse en la redondez de las palabras,
digamos respiración propiciatoria
que hace fragor en los papiros del hálito, estanque de trópicos
y paradojas, definitivo invierno, hondo peldaño de la garganta.

A veces la distancia es la compañía más cierta que tenemos;
germinan incontables las ausencias, la edad que pierde el jadeo,
el final del asombro cuando llega la partida,
la brisa donde inmolamos los paréntesis de ayer, hoy y mañana.
Todo cuanto nos es dado lo reconozco en la respiración:
aprendí del pinar el chirrido de las ramas de la conciencia,
el aliento de la luz en la trementina,
la inminencia del viento en las semillas, también la ventana
que se inunda de atropellos,
libros semiabiertos del entresueño, el ahogo de la tinta en la mirada.

Pese a todo, sostengo la respiración de los almácigos,
el paraíso es esta faena de escribir todos los días con lámpara
y tinta y cuaderno, con recuerdos, empuñando el candil
hasta ver luz en la herida, porque vivir es todavía, una invitación
al poema, al cruce del mar sin descanso y sin fatiga.
Tengo prisa, desde luego, por eso no me detengo en bagatelas,
ni en los armarios oxidados que guardaron mi pecho:
el tiempo nace en cada alabastro del poema,
nace en el panal del relámpago, en el oficio de las raíces;
el tiempo es cada uno dentro del tugurio de las sombras,
el mundo, una prolongación adusta de los panales,
donde los dedos hunden sus propias cavilaciones.
El poema empieza cuando algo muere: todo fulgor tiene vigas
de ceniza, aires indefinibles, pálpitos misteriosos que luego
escapan de las ventanas como los vilanos.

¿Cómo no pensar, después de todo, en el encaje de los litorales,
en la labor del recuerdo que limpia la casa, en las señales visibles
de la tierra? En cada lágrima hay incesantes pañuelos:
la lluvia hace su labor para limpiar el alma, germinan las formas
más diversas de la luz, el asombro sin amputaciones,
el aura en el ojo del verso, la semilla derramada en la tinta.
Nada ha muerto y sin embargo todo muere: la piel disuelve
El sexo en la expiración: el amor es una boca de larga agonía,
Donde obra la incandescencia. La respiración hace lo suyo:
Desvela el espejo y hace florecer la sed…

Barataria, octubre de 2011