domingo, 11 de octubre de 2009

Confusió de la nit- poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Cuervos, fotografía "Fondos y pantallas"






Confusió de la nit
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó





Mientras siga encendida mi casa vivirá…
ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR





Camí embriagat pels bous de la nit. Sempre creguí
Normal caminar entre els corbs. Repartir foscor
Als clots de les antípodes, desenterrar el cel de la nostàlgia
Mentre camine mullat per tot l’insòlit de l’Univers.
De tota manera l’instint assumeix els seus mateixos diluvis:
Els presents i els vinents, la foscor dels parents
I els cavalls amb ales trotant damunt dels engonals.
En el pòl·len desfet dels sutze, en les fàtues finestres o portes,
El llibre expectant del fred,
El rober caoba dels somnis,
Les paraules de sobte tastant allò real,
La tortura gotejant en l’alé com un caramell, el gust pel ritme
D’allò hieràtic i la promptitud de la set alçada al cos.
En la rònega gota de llum dels ocells, el niu com cripta
En el desficaci de les temples, —rovell entumit a les mans,
Sense més suspens que el fil penjat de l’ebriesa.
Subtilment els muriacs ressusciten del seu mateix llençol,
I ofereixen un ensinistrat vol de violins, o a la millor sàdic vent
De sicaris on les ombres juguen a mossegar els cabells.
[“Em costa treball recordar quan aparegueres…
I començares a reaparéixer i a agafar camins com rius
I fins i tot anticipares
Una cascada de foc en la penombra de la nit, créixer, bategar,
Volar cap al mar”…]
Nosaltres en l’obsessió, apilotem llàgrimes i gola.
Ens banyem en la rabiosa caverna del dubte, en l’estupor punxant
D’allò quotidià, en els gavinets que s’alimenten de la història.
Confusos en la nit, passem del minut de temptació,
A la densitat feixuga de les enciclopèdies, a l’enyorament alienat
Dels naips, als ulls sense trencar l’alba al cos.
La nit és densa com els peixos obscurs del silenci a la sang.
En la gangrena de la llengua, les paraules fetes pedres a la boca.
La ràfega és de penes un badall a la ciutat.
—Nosaltres, menys, en el destí dels arrels.
La sina trencada sense l’aureola de la llengua, breu pàlpit sense poltres,
Llit on es juga als anells de l’aigua, a l’aire contingut en les túniques.
Un dia està prop a la turbulència de les bresques.
Vivim així la imminència de la confusió, al zum-zum de la fulla grisa.
Als dits, el seguici vençut de la carn, la llet pelegrina de l’oscur,
Els llibres polèmics que travessaren el planisferi,
El fruit divagant a esquenes dels gira-sols a la golfa de l’arcà.
La nit em naix en el mandat dels còdols. —Estèril saliva
De les llànties, quan damunt de les teules hi ha cluqueigs,
Quan la porta principal de la confusió ens posa el seu ferri braçalet.
Així doncs, en la ceguesa, hostil barca de nàufrags,
Dec conjurar contra els penya-segats del desastre,
Dec, tanmateix, viure per a nomenar-te, per a sostindre’t
Fins al meu darrer vers…
Baratària, 11.X.2009







Confusión de la noche





Mientras siga encendida mi casa vivirá…
ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR




Camino embriagado por los toros de la noche. Siempre creí
Normal caminar entre los cuervos. Repartir oscuridad
En los hoyos de las antípodas, desenterrar el cielo de la nostalgia
Mientras camino mojado por todo lo insólito del Universo.
De todos modos el instinto asume sus propios diluvios:
Los presentes y los venideros, la oscuridad de los deudos
Y los caballos con alas trotando sobre las ingles.
En el polen deshecho del hollín, en las fatuas ventanas o puertas,
El libro expectante del frío,
El ropero caoba de los sueños,
Las palabras de súbito catando lo real,
La tortura goteando en el aliento como un carámbano, el gusto por el ritmo
De lo hierático y la prontitud de la sed alzada al cuerpo.
En la gota apenas de luz de los pájaros, el nido como cripta
En la desazón de las sienes, —herrumbre entumecida en las manos,
Sin más suspenso que el hilo colgado de la ebriedad.
Sutilmente los murciélagos resucitan de su propia sábana,
Y ofrecen un amaestrado vuelo de violines, o a lo mejor sádico viento
De sicarios donde las sombras juegan a morder los cabellos.
[“Me cuesta trabajo recordar cuándo apareciste…
Y empezaste a reaparecer y a tomar caminos como ríos
Y hasta anticipaste
Una cascada de fuego en la penumbra de la noche, crecer, latir,
Volar hacia el mar”…]
Nosotros en la obsesión, apiñamos lágrimas y garganta.
Nos bañamos en la rabiosa caverna de la duda, en el estupor punzante
De lo cotidiano, en los cuchillos que se alimentan de la historia.
Confusos en la noche, pasamos del minuto de tentación,
A la densidad estúpida de las enciclopedias, a la añoranza enajenada
De los naipes, a los ojos sin amanecer en el cuerpo.
La noche es densa como los peces oscuros del silencio en la sangre.
En la gangrena de la lengua, las palabras vueltas piedras en la boca.
La ráfaga es apenas un bostezo en la ciudad.
—Nosotros, menos, en el destino de las raíces.
El seno roto sin la aureola de la lengua, breve pálpito sin potros,
Cauce donde se juega a los anillos del agua, al aire contenido en las túnicas.
Un día está próximo a la turbulencia de los panales.
Vivimos así la inminencia de la confusión, al zumbido de la hoja gris.
En los dedos, el cortejo vencido de la carne, la leche peregrina de los oscuro,
Los libros polémicos que atravesaron el planisferio,
El fruto divagando a espalda de los girasoles en el desván del arcano.
La noche me nace en el mandato de los guijarros. —Estéril saliva
De las lámparas, cuando encima de las tejas hay graznidos,
Cuando la puerta principal de la confusión nos pone su férreo brazalete.
Así pues, en la ceguera, hostil barca de náufragos,
Debo conjurar contra los acantilados del desastre,
Debo, sin embargo, vivir para nombrarte, para sostenerte hasta
En mi último verso…
Barataria, 11.X.2009
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André:

Al fin he acabado este poema, más difícil que otros que ya te traduje, pero no creas que lo es por su léxico o por su estructura formal, no. Me detuve en la reflexión de tu ayuntamiento del toro con el cuervo. Ni en la fábula grecolatina ni en los falsos esopos que yo recuerde. El cuervo, más llano que el águila, el halcón o el azor. Pero, en cambio, hermano de la graja y el arrendajo, por lo que se refiere a su tratamiento en poesía. Y tampoco hay que olvidarse del amigo Poe quien lo retomó del intramundo de los plebeyos para ubicarlo a la altura de mansiones y destinos insospechados. Habré de volver sobre ello, aunque sea oyendo el delicioso tema musical de Blue jar away -homenaje al arrendajo azul- de los Beatles ¿Y de toro? ¿Qué pinta el toro en tu poesía? Acá en el habla popular hay muchos dichos bovinos, desde el que refiere la fuerza física y sexual de los astados hasta el que dice la mudanza de espíritu del amante encelado. Sin embargo, prefiero recordar, amigo mío, aquellos versos del maestro Ausiàs March (a los que acompaño una de tantas versiones, pero ésta plausible):

Sí com lo taur se'n va fuit pel desert
quan és sobrat per son semblant qui el força
ne torna mai fins ha cobrada força
per destruir aquell qui l'ha desert,
tot enaixí em cové llunyar de vós,
car vostre gest mon esforç ha confús:
no tornaré fins del tot haja fus
la gran paor qui em tol ser delitós.

COMO EL TORO...

Como el toro que huido va al desierto,
por su igual derrotado, que le fuerza,
y no vuelve sin antes cobrar fuerza
por destruir al que antes le ofendió,
así de vos conviene que me aleje,
pues vuestro gesto confundió a mi arrojo;
no volveré hasta que haya domeñado
el gran temor que priva mi deleite.