GIRAGONSES DEL PIT
Mi pecho es un laberinto, un dédalo,
y conozco perfectamente todos sus recovecos:
por él puedo caminar como de la cómoda a la cama,
hasta el día que me cieguen los ojos del alma.
Gabriel Aresti
Només hi ha un lloc sa i estalvi en aquesta terra, les giragonses de les
cremades que esdevenen murs de contenció. Un pot, però, triar entre canilla i
l’ombra solemne de la nit, el fangar o el besllum de les esquerdes. Al seu
flux, el soroll de les pedres dels carrers, els petits ocasos que se van
acumulant en gola i esquena, el coial obstinat del trànsit, i el balcó dels
cementIris subterranis. En mi, el plat sec de la tristesa i els ulls de llum
difusa de la llosa d’ossos que serveix de cadafal. Sovint el dilema és quan la
nit cega cau damunt de les branques de l’arbre i mamprèn a ploure.
.
. Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en
català per PERE BESSÓ
.
RECOVECOS DEL PECHO
Mi pecho es un laberinto, un dédalo,
y conozco perfectamente todos sus recovecos:
por él puedo caminar como de la cómoda a la cama,
hasta el día que me cieguen los ojos del alma.
Gabriel Aresti
Solo hay un lugar a salvo en esta tierra, los recovecos de las
quemaduras que se vuelven muros de contención. Uno puede, sin embargo, elegir
entre jauría y la sombra solemne de la noche, la ciénaga o el trasluz de las
rendijas. En su fluir, el ruido de las piedras de las calles, los pequeños
ocasos que se van acumulando en garganta y espalda, el mundillo obstinado del
tráfico, y el balcón de los cementerios subterráneos. En mi, el plato seco de
la tristeza y los ojos de luz difusa de la losa de huesos que sirve de andamio.
A menudo el dilema es cuando la noche ciega cae sobre las ramas del árbol y
empieza a llover.
.
De ‘Camino disperso’, 2021
©André Cruchaga
No hay comentarios:
Publicar un comentario