sábado, 23 de enero de 2010

PASSIÓ DE LA MEMÒRIA-poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó

Al pols lent dels trens hi ha la fusta dels hiverns.
Algun arbre mossega tota la soledat dels carrers. Mossega l’absència.

Autor de la fotografía: Aitor Galbarriartu Ayo









PASSIÓ DE LA MEMÒRIA
poema d'André Cruchaga traduït al català per Pere Bessó





…ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas
MANUEL ALTOLAGUIRRE

la piedra es el rescate de formas y volúmenes
que fueron soterrados por el talón del viento.
MIGUEL OTERO SILVA





Cada ombra de l’alcova, del mont, els llençols, la duc en aquesta alforja
on el vent ha filtrat tota impuresa.
Mai no ha sigut fàcil ocultar la mel als coltells, ni deixar
Sense pòl·len les papallones.
En cada llavi que he recorregut hi ha hagut existència. Cada olor,
Ara, em dóna malenconia. —Ciutat blanca, aquesta serenitat de pensar
El llampec en cada nuesa.
—Açò o allò serví per a dibuixar espills al pit. Branques
Últimes de l’aigua als vessants, en el vertigen del qual romangueren
Banderes i palpebres com un blues lasciu.
Era una ciutat l’esperança al teu melic. Era la llum, presència
D’imans. Impossible oblit el blau de metilé, la xanca del tragí
Amb la humitat del cerç.
Érem formigues xiulant a la roba.
—Què ens resta després de tanta plaga i llits,—ara—, al punt
Del cansament i l’extinció, al punt en què dolcesa es tornà
Obscena barbàrie? —La llengua negra del rovell lligada
A les sabates, el costum de la set, cada vegada al buit. L’arc del cel
Cada vegada en espills apocalíptics. És menester el dolor dolç
De l’assaciament. Les armes de la palpitació enmig del fred
De les estàtues, la raó si és que alguna cosa significa per a habitar-nos.
Al pols lent dels trens hi ha la fusta dels hiverns.
Algun arbre mossega tota la soledat dels carrers. Mossega l’absència.
Mossegues els papers del dia, les estovalles de la música,
I aquest nus d’ombres apostades a l’ànima.
I aquest badall de moble vell a la gola.
Costa suportat les fotografies en la memòria. Costa mirar-te
En la boira de les drassanes, en les ciutats amb estrany alfabet,
On l’angúnia juga a carícia,
On és terrible fer costat a l’ànima, on cada tropell és malson.
—Ignore ja si recordar-te val la pena, després que el centpeus
Del rellotge enterboleix les aigües.
L’eco de la melangia apareix en la saliva. Trenquem l’alba nus
Mullant les parets amb les paraules desviscudes.
Allí és inútil la taula i les andròmines, els condiments sense bixa,
Els tramvies sense detindre’s en el misteri, l’ocre sense ombrel·la,
Les ombres udolant sense les trompetes de Jericó.
Serem, —malgrat tot i al capdavall—, aqueixa topografia
Dels diccionaris: —la possibilitat de l’eco en els noms,
La vida que ens pugué canviar els quadres sinòptics, el paladar
Líquid dels peixos per a amollar-nos a l’aigua contra tot
Impensable naufragi…
Baratària, 23.I.2010





PASIÓN DE LA MEMORIA





…ciega y sin hojas la desnuda frente
que atesoró verdores y esperanzas
MANUEL ALTOLAGUIRRE

la piedra es el rescate de formas y volúmenes
que fueron soterrados por el talón del viento.
MIGUEL OTERO SILVA





Cada sombra de la alcoba, del monte, las sábanas, lo traigo en esta alforja
donde el viento ha filtrado toda impureza.
Nunca ha sido fácil ocultarle la miel a los cuchillos, ni dejar
Sin polen a las mariposas.
En cada labio que he recorrido ha habido existencia. Cada olor,
Ahora, me dá melancolía. —Ciudad blanca, esta serenidad de pensar
El relámpago en cada desnudez.
—Esto o aquello, sirvió para dibujar espejos en el pecho. Ramas
Últimas del agua en las laderas, en cuyo vértigo permanecieron
Banderas y párpados como un blues lascivo.
Era una ciudad la esperanza en tu ombligo. Era la luz, presencia
De imanes. Imposible olvido el azul de metileno, la zanja del trajín
Con la humedad del cierzo.
Éramos hormigas silbándole a la ropa.
—¿Qué nos queda después de tanta llaga y camas,—ahora—, al punto
Del cansancio y la extinción, al punto en que dulzura se volvió
Obscena barbarie? —La lengua negra de la herrumbre atada
A los zapatos, el habito de la sed, cada vez en el vacío. El arco iris
Cada vez en espejos apocalípticos. Hace falta el dolor dulce
De la saciedad. Las armas de la palpitación en medio del frío
De las estatuas, la razón si es que algo significa para habitarnos.
En el pulso lento de los trenes está la madera de los inviernos.
Algún árbol muerde toda la soledad de las calles. Muerde la ausencia.
Muerdes los papeles del día, los manteles de la música,
Y este nudo de sombras apostadas en el alma.
Y este bostezo de mueble viejo en la garganta.
Cuesta sobrellevar las fotografías en la memoria. Cuesta mirarte
En la niebla de los astilleros, en las ciudades con extraño alfabeto,
Donde la angustia juega a caricia,
Donde es terrible darle sostén al alma, donde cada tropel es pesadilla.
—Ignoro ya, si recordarte vale la pena, después que el ciempiés
Del reloj enturbia las aguas.
El eco de la melancolía aparece en la saliva. Amanecemos desnudos
Mojando las paredes con las palabras desvividas.
Allá es inútil la mesa y los trastos, los condimentos sin achiote,
Los tranvías sin detenerse en el misterio, el ocre sin sombrillas,
Las sombras aullando sin las trompetas de Jericó.
Seremos, —pese a todo y después de todo—, esa topografía
De los diccionarios: —la posibilidad del eco en los nombres,
La vida que nos pudo cambiar los cuadros sinópticos, el paladar
Líquido de los peces para arrojarnos al agua contra todo
Impensable naufragio…
Barataria, 23.I.2010
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Querido Cru:
Magnífico y, sí, fuerte. Esa Pasión de la memoria que es a la vez de su espejo: memoria de la pasión. Sigues en tu línea de escritura. Sucede con ella que ya me he acostumbrado a leerte desde la convulsión y alcanzo la coherencia total del poema como si de una escritura lineal se tratara.

Ello no me impide, luego, tras lecturas placenteras para cerciorarme de la calidad de mis catas, descubrir la capacidad de tus asociaciones y correspondencias en la “lógica” del poema. Es así como me dejo llevar por la intrahistoria de cada una de las metáforas complejas que están en la base de “videncias” –iluminación, rêverie- como ésta:

En el pulso lento de los trenes está la madera de los inviernos.

[Toda una sintaxis compleja y sumativa de metáforas yuxtapuestas: el pulso lento de los trenes –incluyendo la animación- y la madera de los inviernos nos lleva a la riqueza de la adjetivación. Esa “lentitud” aparentemente paradójica no lo es tanto si recordamos los trenes antiguos que necesitaban la combustión de la madera. Trenes lentos si comparamos con los eléctricos, por ejemplo. Pero también la lentitud del pulso del invierno simbólico de la existencia, si comparamos la fuerza de los latidos de la juventud y el verano.]

O ésta:


Y este bostezo de mueble viejo en la garganta.

en la que el pulso lento es ahora respiración lenta del invierno, bostezo del mueble –madera, de nuevo- en la vejez . Semejante al ejemplo del verso anterior, animación y cosificación como mecanismos de deconstrucción de lenguaje poético que haría las delicias de Michel Riffaterre a la hora de ir más allá del estilo como desviación de la lengua natural para avanzar en la identificación de la naturaleza de la poesía en base a una lengua en construcción de semántica nueva…


Pere Bessó
Valencia, 23.I.2010






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