domingo, 4 de agosto de 2019

TRAVESSIA DE LA MEMÒRIA

Imagen FB de Pere Bessó






TRAVESSIA DE LA MEMÒRIA




Es raro cómo se puede perder la inocencia de golpe.
Sin saber siquiera que se ha entrado en otra vida.
Julio Cortázar [Rayuela]




Mai no hi hagué respostes per a defugir la penombra ni per a caminar
Sense esportellar la punta de les sabates
Mai no és la mateixa història, per bé que els assassins siguen els mateixos
per bé que la mala herba cobresca els seus pòmuls amb passamuntanyes
La història es repeteix tossuda amb nom i cognom: cap
argument justifica la immolació ni el galop tortuós revelat
dels cementiris clandestins en un país avorrit
A vegades som desesperadament inquilins de la pols i el fum
És difícil llevar-se el vincle apegalós de la gola colpejada
per la dissort sense que deixe de notar-se la despulla el fàstic
insalubre de les mans la paraula por amollada als carrers
A vegades un lamenta una llàgrima al llindar dels mercats
o en el nen que orina el recòndit del desvetlament
l’amor que s’interromp en la tendresa d’un pit generós
la bandera de boirina que es llança des dels tedis
d’una conferència de premsa en les hores matutines
de l’ejaculació a preu fet de la pedra que ens recorda
la sacsejada de l’insofrible de la foguera esmicolada
Sovint ens brolla una llàgrima amarga al mur del país.
.
Poema d’ANDRÉ CRUCHAGA traduït en català per PERE BESSÓ





TRAVESÍA DE LA MEMORIA




Es raro cómo se puede perder la inocencia de golpe.
Sin saber siquiera que se ha entrado en otra vida.
Julio Cortázar [Rayuela]




Jamás hubo respuestas para sortear la penumbra ni para caminar
sin amellar la punta de los zapatos
Jamás es la misma historia aunque los asesinos sean los mismos
aunque la maleza cubra sus pómulos con pasamontañas
La historia se repite tozuda con nombre y apellido: ningún
argumento justifica la inmolación ni el galope tortuoso desvelado
de los cementerios clandestinos en un país aburrido
A veces somos desesperadamente inquilinos del polvo y el humo
Es difícil quitarse el vínculo pegajoso de la garganta golpeada
por la desdicha sin que deje de notarse el despojo el hastío
insalubre de las manos la palabra miedo arrojada a las calles
A veces uno lamenta una lágrima en el umbral de los mercados
o en el niño que orina lo recóndito del desvelo
el amor que se interrumpe en la ternura de un pecho dadivoso
la bandera de neblina que se lanza desde los tedios
de una conferencia de prensa en las horas matutinas
de la eyaculación a destajo de la piedra que nos recuerda
el zarandeo de lo insufrible de la hoguera hecha añicos
A menudo nos brota una lágrima amarga en el muro del país.
.
Del libro: Metáfora del desequilibrio”, 2019
©André Cruchaga

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